El castillo de Otranto

Autor (es): Horace Walpole
ISMB: 978-847-7025-917
Género: Gótico, tantástico
Editorial: Valdemar
Número de páginas: 227 páginas.
Saga: No.
Sinopsis: El castillo de Otranto es considerada la novela que da inicio a la literatura de terror gótico, dando paso a un género literario que fue muy popular a finales del siglo XVIII y principios del xix. La primera edición de esta novela se presentaba como una traducción hecha a un texto impreso en Nápoles en 1529 y que fue descubierto en la biblioteca de una antigua familia inglesa, el cual derivaba de una historia aún más antigua, datada en la época de las cruzadas. A partir de la segunda edición se empieza a reconocer a Walpole como autor del mismo. El castillo de Otranto desarrolla los hechos en la Italia medieval, y nos presenta la historia del tirano Manfredo, cuya familia arrastra una maldición desde que su abuelo robara el poder del castillo a sus legítimos dueños.


Mis queridos seres míticos. El día de hoy vengo a ustedes con un libro clásico que me crea enormes contradicciones a la hora de recomendárselos. ¿Por qué? Bueno, ya lo averiguarán más adelante. Pero comencemos a ir por partes para dar estructura a estas ideas. De lo contrario, no tengo la seguridad de cómo va a terminar esta entrada. Aviso que, por cuestiones de tiempo no me he podido sentar a escribir penúltima entrada de Bloggscritores pero prometo que la tendrán antes de que finalice la semana que comienza. Entonces, vamos a eso.

Comenzaré por decir que es uno de los primeros -sino es que el primero -libros góticos conocidos. Ni más ni menos. Hasta el momento El castillo de Otranto lleva ese título nobiliario. Pero, ¿qué lo hace un libro gótico? Pues bien, en primerísimo lugar, el entorno. Este libro me gusta un tanto por eso. Desde el inicio se nos presenta un ambiente oscuro, misterioso y preocupante. Por alguna razón yo me lo imagino un poco en algún pueblo de Inglaterra donde hay un castillo enorme siempre rodeado de niebla que entorpece la visibilidad y se traga la luz del día. Además, tiene ese ser mágico que uno nunca ve y que, de ver, es inexplicable. Aquí, principalmente, me parece que es donde recide su temible goticidad (dudo que exista esta palabra).Hoja a hoja su autor nos pinta un lugar siniestro en el que fácilmente se puede creer que exista la magia. No hay manera de perderse, no hay manera de salirse de ese mundo en que Walpole nos hace vivir con poca pero buena descripción. Aquí aclaro que no tiene una fotorgrafía épica, que sus escenas no contienen pelos y señas -como decimos en mi país -sobre los aspectos físicos de cada personaje; pero es un hecho que el autor concentra su atención en darnos pistas y describir situaciones que ayudarán en el desenlace del misterio..., si es que se considera resuelto para muchos de ustedes. 

Ahora bien, sobre los personajes es donde siento que tengo un poco de problemas. En este momento, en este 2018 en que vivimos, podemos considerarlos demasiado cliché. Son los clásicos personajes que hacen las cosas esperadas dentro del "guión". Pero el asunto es este: El castillo de Otranto ES el arquetipo. Todo lo que ahora consideramos cliché salió de este libro. Pensándolo de esa manera, en que antes de este no había otros textos cuyos personajes reaccionaran así, me pienso dos veces la perspectiva de prejuzgarlo como cliché. Es un poco complicado, lo admito, pero una vez que uno procura sacarse todas esas ideas preconcebidas puede percibir los inicios de un género que ha sido, desde hace mucho tiempo, leído por tantos al rededor del mundo. Es aquí donde las actitudes de los personajes se tornan algo más llevadero, algo más normal y, dentro de todo, arquetípico. Incluso, si no quieren tomarse el tiempo de imaginar que no han leído nada igual, de borrar de su disco duro todo lo aprendido; les recomiendo que lo vean como el paciente cero, que también se vale. Vean de dónde salió cada aspecto que vieron en tal o cual libro que le siguió en la historia. De esta manera es sencillo entender los desmayos de las damas ante situaciones alarmantes, los encuentros del destino que son muy oportunos para la trama y las ausencias o apariciones propiamente reguladas. 

Ya casi para terminar, porque esta reseña será tan corta como el libro mismo, quiero tratar el tema de su lectura. Desde la forma de leerlo, que es sencillísima y no tiene pierde (excepto en una que otra palabra arcáica que uno ha de buscar para ubicarse en tiempo y espacio), hasta el hecho mismo de que es tan corto que yo, al menos, lo leí en mi camino a casa de dos horas desde la escuela. Simple y sencillo. Es una lectura ligera, dentro de todas las "complicaciones" que se le puedan encontrar. No se necesita invertir demasiado de tu día en este escrito maravilloso para enterarte de todo el novelón que Walpole tiene para nosotros.

Terminando con este post, le recomiendo el libro a todos aquellos que quieran una aventura que preocupe desde sus primeras hojas, a todos los que quieran un clásico de los pies a la cabeza. Eso sí, les repito que han de tener en mente que mucho de lo aquí escrito son cosas que probablemente, como lectores, hemos leído en otro lado. Pero, lo más relevante a mi ver, es leerlo con esa idea de que este fue el primero en su clase, que tienen ante sí al pionero de muchas historias que disfrutamos en la actualidad. Como pueden ver, para este siglo, Horace Warpole nos dio un libro que se vende más por el romanticismo de su pasado y origen que por las primicias que puede aportar. No por esto significa que no valga la pena, se los garantizo. En fin, se lo recomiendo a todo el que quiera saber del origen de las historias de miedo y misterio y los reto a que descubran cuáles de sus autores favoritos también tuvieron en algún momento de su vida (y quizá alabaron a Warpole como nosotros lo hacemos con ellos) un ejemplar de este autor.

Saludos enormes,




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