Los días de enfermedad

Los días de enfermedad


Autor (es):
Daniel Mosqueda
ISMB: 978-607-8710-02-7
Género: Cuento
Editorial: Examquina
Número de páginas: 140 páginas
Saga: No lo necesita
Sinopsis: Para Daniel Mosqueda la medicina es un pretexto que nos permite mirar debajo de la piel humana, como lo fue para Chéjov, para Miguel Torga o para Oliver Sacks. Las enfermedades son el centro secreto de algunas de sus historias, pero, sobre todo, el misterio del cual surgen relatos y personajes desconcertantes. Si la luz es el material con que trabajan los fotógrafos, Daniel Mosqueda nos demuestra que la literatura es capaz de registrar los diversos grados de oscuridad o luminiscencia vital; nos demuestra también que no hay mejor imán que el cuerpo humano para reunir un grupo de narraciones magníficas, contadas con una voz literaria inconfundible.
Martín Solares

El cuerpo y la mente son, para los personajes de este libro, caminos que conducen a distintas versiones de un mismo infierno: la enfermedad. La obsesión malsana, el asfixiante deseo, el solitario dolor, sus ideas torcidas sobre los otros... Todo en ellos colapsa y estalla, los conduce a mostrarse, a confrontar la realidad que habitan. En esta colección, cada cuento nos depara un oscuro paisaje del alma, sin caminos ni salida.
Luis Jorge Boone


¡Hola a todos! Yo de nuevo por aquí. Hoy vengo a traerles la reseña de un libro que amablemente me hizo llegar la editorial Texere y el sello editorial Exmaquina. A ambas empresas, enormemente gracias por otorgarme este ejemplar de manera que pudiera leerlo. Como siempre, creo que reconoceré su trabajo y esfuerzo por generar una literatura 100% mexicana. Hasta Zacatecas, saludos enormes y abrazos virtuales fuertes. Y ahora sí, creo que es momento de comenzar de lleno con la reseña.

En primer lugar tengo que comentar la edición. Creo que lo había hecho en un par de ocasiones anteriores con libros como Las arenas del Crooken o Valle inquietante, que también pertenecen a esta editorial; pero hay algo en sus libros que me parece simplemente maravilloso y eso es su clasificación. Para aquellos que todavía no han adquirido ninguno de estos libros, es necesario que lo hagan y que lo hagan bien. Los libros de estas dos editoriales juntas manejan un cuadro de clasificación que se puede observar en la parte superior de la contraportada y que marca para quiénes es apto el escrito. No sólo se trata del contenido sexual, lo que me parece un enorme acierto, sino del lenguaje que maneja e incluso la temática. Se nota que se tomaron su tiempo de hacer unas ediciones que valieran la pena. En realidad no sé si tomaron dicha clasificación de otros lados u otras editoriales, pero de la forma que haya sido, me parece excepcional porque coincido -hasta el momento- plenamente con cada una de sus clasificaciones.

En otros temas, creo que tengo que dar algunos puntos clave sobre este libro. Para comenzar, se trata de un ejemplar que contiene 12 historias con un tema en común: la enfermedad. Más allá de su título, son algunas historias -no relacionadas entre sí a simple vista, aunque algunos nombres de personajes coinciden- que pasan a pacientes, doctores, enfermeros, residentes y todos aquellos que estén rodeados por un ambiente de hospital. Y tengan en cuenta que muchos de nosotros lo estamos a veces incluso de manera indirecta o lo estaremos con las peripecias que nos depara el futuro. Más o menos de eso va este libro. Y en realidad eso me ha gustado mucho. A primera vista los cuentos tratan cada uno de un tema sin aparente relación entre sí pero todos llevan un hilo conductor. Todos estos textos son relativamente cortos, lo que hace al lector tener ciertas pausas para no cansarse con la inminencia de todas esas páginas juntas. La tipografía -desde un punto físico- es suficientemente grande, de manera que pasar de una página a la que sigue es sumamente sencillo.

 ... de nada servirán los rezos de su madre porque 
 de nada sirve que ahora rece si desde hace un año 
 no le trató la infección, aunque lo traiga a urgencia, 
 aunque traiga el rosario en la mano y el escapulario en el cuello y 
 de nada sirve arrepentirse y tratar de solucionar los 
 problemas de aquella forma cuando se dejó 
 avanzar el ejército bacterial. 

Daniel Mosqueda, Los días de enfermedad
Exmaquina, Zacatecas, 2019, pp. 10.

Aquí necesito hacer una especie de paréntesis para hablar de los personajes. Lo sé, en las compilaciones de cuentos es complicado generar empatía con los personajes; sin embargo, este libro lo logra. Los personajes están tan excepcionalmente bien hechos, se dice de ellos no sólo lo justo y necesario, sino lo relevante, que puedes sentir como lector lo mucho que te agradan, lo cerca que están de tu persona. Si algo les ocurre, puedes sentirlo y compadecerte de ellos. Sientes su dolor, su tristeza, su cansancio y cualquier cosa que los aqueje como algo propio. A mi ver es una gran hazaña porque en esta clase de antologías es complicado generar este tipo de acercamiento. 

Otro factor que me pareció muy relevante es el lenguaje. Se nota que el autor tiene un dominio perfecto del mismo. No sólo por las palabras complejas que usa (lo que lo pone en una categoría para mayores de edad), sino el cómo lo hace. Creo que los datos que lanza a los lectores son los precisos y no sólo los esperados. Son los suficientes para que el espectador interprete y, con ellos, pueda adentrarse más en la historia. Me recuerda un tanto a Hemingway, en cuyos cuentos siempre parecía que no ocurría nada pero en realidad pasaba de todo por cuestiones sutiles y "pequeñas" que cambiaban al completo la perspectiva de las cosas. Esto es, sin duda, lo que más me ha gustado de este libro, lo que me ha llevado no sólo a apreciarlo, sino a mantenerme pegada al mismo hasta terminarlo. En serio no sólo llama la atención, sino que atrapa y engancha por la manera en que una historia parece cercana y lejana a la otra. 

 "Un poeta podría hacer versos 
 de aquel detalle. Yo sólo veo en él la muerte, 
 el antifaz de lobo que da nombre 
 a la enfermedad, que la condena a 
 abandonar la mandada para atravesar un camino 
 doloroso, que la someterá a enfermedades 
 intermitentes, aparentemente no relacionadas, 
 hasta que algún examen, algún médico en el 
 momento exacto del síntoma principal, alguna 
 epifanía, la lleve al camino correcto, 
 donde luchará, no por su salud, sino 
 por prolongar su vida y, con ello, 
 su agonía. 

Ibid., p. 135.

En realidad no tengo demasiado qué decir a este respecto, al menos no sin darles spoilers terribles, de eso que todos saben que odio. Sólo puedo decir que no tengo un cuento favorito, sino 8, lo que es demasiado para un libro con 12 cuentos en total. Me ha parecido una experiencia excepcional leerlo y se lo recomiendo a todo el adulto que quiera un desafío mental, a aquellos que deseen de verdad ver cosas impensables, maravillosas y tan reales que se pueden tocar. Pero sobre todo, a los que quieran un desafío del lenguaje y una serie de aventuras que los harán desear más.

Saludos enormes,