Un mal principio
La historia gira alrededor de los tres húerfanos Baudelaire: Violet, la inventora; Klaus, el lector y la bebé Sunny, mordedora de prácticamente todo lo que ve. Estos niños perdieron a sus padres en un incendio, y son llevados por el ejecutor testamentario, el señor Poe, de sus padres a la casa del Conde Olaf, su pariente más cercano, pero una vez allí, descubrirán que las cosas pueden empeorar, sí, todavía más.
Los personajes son muy queribles, resulta imposible no simpatizar con los tres niños, con el señor Poe, Justicia Strauss o hasta con el malvado Conde Olaf, que tiene más protagonismo que en las sendas adaptaciones de la novela. Olaf es uno de esos villanos que cuesta odiar, sí es muy malo todo lo que hace, pero simplemente no puedo odiarlo.
Por más que este sea un libro middle-grade, por lo que se supone que está dirigido a niños de ocho a doce años aproximadamente, puede ser disfrutado totalmente por un lector de cualquier edad, y es más, en mi opinión, se disfruta más si estás un par de años por encima del lector promedio de MG, debido a que el libro utiliza un humor un poco sombrío, y algunas reflexiones del narrador se entienden solamente si ya pasaste por eso.
La edición es HERMOSA: respetaron las portadas originales, cosa que me encanta, y tiene una ilustración por capítulo, cosa que me encanta todavía más. La traducción es muy buena también.
Para finalizar, recomiendo este libro a cualquier tipo de lector, es una lectura que todos pueden disfrutar, pero que quizás solamente aquellos con más experiencia de vida pueden comprender. Una vez publicada esta reseña me voy a poner con La habitación de los reptiles, segunda parte de la saga, así que los tendré al tanto.