1984

Autor (es): George Orwell.

ISMB: 978-608-96856-1-4.

Género: Distopía, ficción.

Editorial: boekMéxico

Número de páginas: 267 páginas.

Saga: No la necesita.

Sinopsis: Novela de Goerge Orwell con matices polícitos y proféticos. Su protagonista, Winston Smith, miembro de una sociedad oprimida y vigilada por un régimen llamado el Gran Hermano, sistema infalible y todo poderoso, nunca visto por nadie.[sic] Su función es actuar como punto de mira, inspeccionando sin previo aviso donde quiera que estén, dormidos o despiertos, trabajando o descansando, en el baño o en la cama. Cada miembro de la sociedad carece de toda libertad, no es la concreción con que el partido opresor presenta al mundo.

Winston Smith es el símbolo de la rebelión en contra de este régimen incongruente que está dividido y se forma de la siguiente manera: Ministerio de la Paz, en medio de la guerra; Ministerio de la Verdad, rodeados de mentiras; Ministerio del Amor, soportando torturas y Ministerio de la Abundancia, padeciendo hambre. Sin duda, una obra que nos hará reflexionar.

Mis queridos seres míticos. ¿Me han extrañado? Porque yo a ustedes sí, como no se imaginan. Han pasado muchas cosas a lo largo de estos meses y, lo que es más, parece que seguirán pasando otras tantas. Pero bueno. El día de hoy vengo a ustedes con una reseña por demás prometida de un libro que, personalmente, me ha gustado muchísimo. Pero vayamos a él ahora mismo para no caer en spoilers antes de tiempo ni mucho menos. 

Para los que no lo conocen, 1984 relata la historia de un hombre que escribe un diario. Hasta el momento no suena demasiado a un problema, ¿cierto? Pues no mucho, la verdad, lo realmente problemático es el entorno. Se trata de un mundo distópico en que el planeta y sus gobiernos están divididos de manera diferente. Además, para mantener la paz, siempre se la viven amedrentando a sus propios ciudadanos. Así, vemos desde el punto de vista de Winston, que no se tiene ni un solo minuto de privacidad, que hay pantallas instaladas en todas las casas de personas de clase media y alta, mismas que le dicen algo goblierno del Gran Hermano lo que éstos hacen, dicen e, incluso, lo que murmuran en sueños. De esta manera les es sencillo suprimir a los detractores, a todos aquellos que quieren derrocar, de alguna manera, al gobierno actual. Como se puede observar, Orwell regresa a nosotros con un mundo distópico donde expresa y critica todas sus creencias políticas. Pero vayamos con calma para explicarnos.

En primer lugar hablaré de la trama. Quizá es algo más conocida y tratada actualmente. Sin duda es un tema que incluso puede parecer monótono, llegado a determinada cantidad de repeticiones. Pero con Orwell, más allá del romanticismo que podemos llegar a sentir por tratarse de los primeros libros novelados de esta índole, su manera de exponerlo entretiene y mantiene al lector siempre al pendiente de lo que sigue dentro del libro. No es sólo una distopía; es un mundo literario bien planeado, trazado y expresado al grado que el lector se siente al lado de Winston, con todas esas represiones, con todos esos limitantes y, más que nada, con todo ese miedo. George Orwell muestra una vez más su maestría en las metáforas extendidas.

Sobre los personajes tengo poco qué decir. Más allá de tener o no un trasfondo, yo los veo como meros factores para llegar a un resultado. Orwell necesitaba un factor humano que expusiera todo ese mundo de locos en que vive y del que quiere escapar y lo expresó de muy buena manera en Winston. Luego requería el factor detonante, ese que hiciera a su factor humano entrar en el mundo y que lo encontramos en Julia. Así, sólo le quedaba a Orwell la necesidad del cambio, ese que da un giro de 180 grados a la historia. Y ese..., ese no se los contaré porque sería echar por tierra la trama general de la historia y darles un monumental spoiler. En pocas palabras, los personajes son buenos porque se mantienen hasta el punto de quiebre, donde sufren ese cambio monumental. El malo no es terriblemente malo, tiene un motivo -quizá no el más lógico- para seguir por lo que ve correcto. En su ser egoísta (una cuestión muy humana), quiere mantener todas las comodidades para sí, de manera que creó todo este sistema corrupto y corruptible para ser siempre quien tiene la razón.

Por otro lado, la prosa de Orwell es siempre sencilla de entender y de leerse. Eso sí, quizá se necesite cierto nivel de educación escolarizada para entender determinadas palabras, pero por lo demás creo que es muy claro en lo que dice y quiere expresar. Más allá de conocer a pies juntillas el trasfondo marxista dentro del libro, esto se puede precibir en esa necesidad de revolución que te deja después. Como todos los libros de Orwell, deja la enseñanza sin siquiera plantearse la posibilidad real de enseñar. Obliga a la gente a pensar sin obligarlos realmente. Me parece que esto es un acierto enorme en los libros de este hombre, mismo acierto que no deja de verse reflejado dentro de este libro.

Ya para terminar diré que este libro se lo recomiendo a todos los muchachos, a todos aquellos que están saliendo de la preparatoria y pronto tendrán su identificación -en mi país es el documento que te permite elegir a tus gobernantes, no sé en otros-, a aquellas personas que dicen que el cambio no se puede generar. Quizá encuentren en este libro, particularmente, una sensación de lucha, incluso con el final, o quizá más por el final.

Saludos enormes,