Hola, mis queridos seres míticos. Hoy vengo a ustedes con una reseña algo diferente a las que han coronado este año. Dejamos de lado un tanto las reseñas de libros y pasamos a las de Shows de televisión, sobre todo las que están bien escritas. En este momento particular quiero compartirles mi experiencia viendo esta serie de Netflix llamada Sex Education. Como siempre, para los que ya vieron, los espero en los comentarios compartiendo sus propias experiencias pero sin dar demasiados spoilers al respecto. Así pues, les diré que comencé a verla más por publicidad de la plataforma que por cualquier otra cosa. Hace poco estrenaron su segunda temporada y aparecía a cada momento. Al inicio pensé que sería otra serie adolescente de la que prescindir, pero al final, en un momento de aburrimiento, me animé a darle play.
Hagamos aquí una pausa para conocer un poco más de la historia antes de darles mi opinión personal. La serie salió al aire el 11 de enero del año pasado (2019) protagonizada por el ahora adulto actor que vimos en la película de Hugo, Asa Butterfield. La trama a primera vista parece sencilla: un muchacho preparatoriano, hijo de una psicóloga sexual, ayudado por la chica que atemoriza la escuela, da terapia sexual psicológica a sus compañeros. Supongo que hasta este punto parece, incluso, una trama cliché. Pues están en lo cierto..., por ahora.
Sobre la trama en general, he de decir que es ligeramente cliché en toda forma. El chico que es bulleado por el resto gracias a la profesión de su madre, hijo de padres divorciados, retraído y con problemas personales sobre sexo. Encima, tiene un mejor amigo gay. ¿Necesitan más cliché actual? Supongo que podemos agregar un poco de American Pie diciendo que el chico no ha tenido su primera vez y está ansioso por perder la virginidad. Como ya dije arriba y vengo diciendo desde hace rato, esto es más de lo que hemos visto hasta el momento. Cuando mucho inova la idea de un chico intentando ayudar al resto de sus compañeros pues habla de los aspectos sexuales en una manera más abierta. Es aquí donde debo hacer una pausa y extenderme más en la explicación para que comprendan perfecto lo que pasa por mi mente (y así yo organizo mis ideas).
Pues bien, esta situación maravillosa de un adolescente hablando cuestiones sexuales de manera simple, en un lenguaje que los adolescentes entienden y sin los prejuicios de los taboos expuestos por las generaciones previas, es una de las maravillas que proporciona esta serie. Porque sí, divierte el punto a veces simplón en que hablan del sexo, pero si lo piensas detenidamente, te enseña a la par. Sí, pone en práctica a los teóricos antiguos: docere et delectare. Deleita mientras enseña. Aunque sea de forma indirecta, sin pretenderlo realmente, algunas cosas de lo mencionado en la serie ayudan al aprendizaje sexual. Lo mejor del caso es que no usan palabras larguísimas y científicas (excepto en algunos momentos), sino que lo dicen de una forma en que todos puedan entender, incluso aquellos de pocas luces. Ottis, el personaje principal, ayuda a sus amigos y compañeros a cambio de dinero y en el proceso muestra al espectador todas esas preguntas que muchas veces se tienen al inicio de la práctica sexual.
Ahora hablemos sobre los personajes. Creo que en ellos está la mejor parte. Desde ya debo decir que mi favorito es Adam. Ya luego ustedes me dirán si comparten o no este gusto. Así pues, aparece Mave, la chica que le da la idea a Ottis sobre el "consultorio sexual". Al inicio parece que es la clásica brabucona que quiere llevarse su tajada del trabajo de Ottis, pero conforme avanza la serie vemos que tiene muchas facetas y un gran corazón. Es uno de los personajes con las vidas más complicadas y las decisiones más difíciles a enfrentar. Luego aparece Eric, el mejor amigo de Ottis. En primer lugar, el chico está en este "adaptarse a vivir con su homosexualidad". Más allá de sólo enfrentarse a las burlas externas, debe enfrentarse a unos padres que lo apoyan... a veces. Es una situación complicada que no mejora cuando el chico se enamora. También se muestra el acoso sexual de la mano de Aimee, la confusión de personalidad y la patología de complacer a otros pese a ti mismo en Adam, la falta de apetito sexual con mr. Groff y el lado completamente opuesto con Lily. Como pueden notar, por personajes no paramos ya que todos ellos son únicos a su manera y a la vez se complementan unos a otros con sus propios demonios y virtudes. No les diré más para que quieran correr a verla tanto como yo al inicio de esta reseña.
Por lo demás, sí que tiene algo de cliché y romance, de relaciones entre los estudiantes (muchas de ellas esperadas). Tiene subidas y bajadas, tiene ires y venires. Es por eso que hago esta reseña, porque creo que es una serie muy completa, que tiene un poco de todo para volverse genial. Si las cosas siguen como hasta el momento en sus primeras dos temporadas, le veo buena continuidad al completo. En términos generales, se la recomiendo a todos por encima de 16 años. A los padres que no saben cómo hablar el tema sexual con sus hijos. A los padres que no quieren hablar del tema con sus hijos. A los hijos que sus padres no hablan con ellos. A los hijos que quieren comenzar su vida sexual pero los reprimen. A aquellos que piensan que tener sexo es pecado, a aquellos que se toman el sexo demasiado a la ligera y pueden terminar mal. Se la recomiendo a todo aquél que sea humano en edad de procrear para que se tomen algunas molestias en cuidarse, aunque sea, un poco más, sin la necesidad de prohibirse una cosa tan natural para nuestra raza.
Saludos enormes,
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