La isla del naranjo asombroso

Autor (es): Mónica Rodríguez
Ilustrador (es): Mariana Alcántara
ISMB: 978-607-844277-5
Género: Juvenil, fantasía
Editorial: El Naranjo
Número de páginas: 148 páginas..
Saga: No la necesita.


Sinopsis: Sin saberlo, Miranda es la heredera de este asombroso naranjo que habita desde varias generaciones en la isla. Sus jugosos frutos y la bonanza que le han otorgado al lugar desatará la codicia de varios de los habitantes llevándolos, en ocasiones, al borde (sic) los más grandes disparates.


¡Mis queridos seres míticos! Yo por aquí de nuevo, aprovechando la cuarentena para ponerme al día con mis tareas y reseñas. Lo que me recuerda que seguimos en la edición del contenido del blog, misma que esperamos que les guste conforme se vaya dando. Pero, entremos en materia que de este libro tengo bastante qué decir. Para comenzar, quiero agradecer a Babelio y ediciones El Naranjo por el maravilloso libro que me han enviado gracias a su plataforma #masacrítica. Luego hablaré más sobre el tema pero por ahora me limito a agradecerles enormemente el esfuerzo que hacen (en primer lugar Babelio, contactándonos con las editoriales y luego El Naranjo, que incluso se puso en contacto conmigo de forma personal para concertar la entrega) para que los bloggers podamos reseñar los libros que tienen para nosotros. Aquí les dejo el LINK para que puedan adquirirlo. Así pues, creo que es hora de comenzar con la reseña tal cual la tenemos planeada.

Es necesario, en primer lugar, que haga mención del exterior del libro. Más allá de que cuenta con una ilustradora a la que nombrar; visualmente, el libro es hermoso. Los detalles en los títulos de cada capítulo, las imágenes de las solapas del mismo, el exterior; todo en conjunto significa una cosa digna de admirar y creo que es necesario hacerla notar. Los dibujos, de inicio a fin (mostré algunos en mi Instagram, para los que quieran pasar a verlos) son maravillosos y hacen que el lector se adentre en el libro. Además, en términos meramente mercadológicos, este es un libro para jóvenes que, sin duda, entra por la pupila. Desde ahí es una maravillosa adquisición.

Respecto a los personajes, tengo poco qué decir. Lo cierto es que sus carácteres no están del todo definidos y no por eso pierden fuerza. Más allá de poder describirlos, creo que es necesario leerlos para entenderlos. No existen estas cuestiones meramente de definiciones como "él es el bueno" o "ella es la mala". Todo se basa más bien en las situaciones a las que se enfrentan y, sobre todo, en la magia que el mismo libro contiene. Este rasgo, más que ningún otro, es el que rige todo lo que acontece y se necesita mantenerlo en mente para no perder la verosimilitud. De cualquier forma, no hay trasfondo en los personajes, no hay una larga historia personal que ayude a desarrollarlos, y no por ello son personajes vacíos ni planos. Están ahí para cumplir una función y lo hacen todos de maravilla, con sus particularidades que les dan encanto, con todo lo que conllevan por sí mismos. 

Sobre la historia tengo más qué decir. La verdad es que La isla del naranjo asombroso es un libro que habla de la historia más que de los personajes como individuos. Al inicio parece una trama básica. Todo gira en torno al naranjo. Alguien llevó semillas de naranja a una isla donde no existían, las plantó por accidente y creció ese único naranjo, mismo que se rige a la par que ocurren eventos relevantes dentro del linaje de la persona que lo plantó: Genovevo. Aquí he de hacer un forzoso paréntesis para decir que esta estructura en el libro me recordó muchísimo a Cien años de soledad de García Márquez pues ambos libros responden a la misma idea: ese pueblo que creció gracias a una familia y que se puede extinguir si esta perece. Además, tiene algo de realismo mágico donde todas estas aparentes coincidencias suenan lógicas e incuestionables. Ahora, retomando el tema, lo cierto es que la temática del libro no parece tan importante si se piensa, es la forma en que la autora lo trata la que hace que todo el conjunto sea maravilloso. Puedes ver todos esos paisajes, oler esos aromas, conocer esas personas con los pocos datos que te da respecto a ellas. 

Hay un aspecto del libro que me pareció interesante y lo comprendo perfectamente por el público al que el libro está dedicado. Se trata de su cualidad cinematográfica. Lo que anteriormente llamé "coincidencias", tienen un tanto esa cualidad. Pasa esto en el momento justo que ocurre otra cosa, el clima se comporta de una manera particular; ese tipo de situaciones. Repito (y sé que será hasta el cansancio), eso me recuerda a García Márquez. ¿Cómo olvidar cuando la sangre del hijo sortea los adoquines de la calle, dobla la esquina, llega a la puerta que la madre abre y ella, en automático, sabe que su hijo ha muerto? Pues básicamente La isla del naranjo asombroso al completo, como libro, es tener esta sensación constante. No te parece tonto, no te parece ilógico o inverosimil. Te parece en su sitio y en su momento. 

Sobre el final no puedo decir demasiado, ya saben, para no echárselos a perder, pero puedo asegurarles que les soprenderá. No se trata de algo lleno de magia y maravillas visuales; es un final más tranquilo y razonable, lleno de esperanza aunque quizá no de esa felicidad ciega que suele aparecer en los cuentos de hadas. En lo personal (desde mi estética de la recepción), fue un final que me gustó muchísimo. Un final que te hace plantearte muchas cosas. Quizá no todo tiene solución en el mundo, quizá no todo es felicidad absoluta y ridícula (falta de miedos y tristezas); pero siempre habrá esperanza.

Otro de los puntos a tratar dentro del libro son esos pequeños guiños a la literatura. Su autora lo dice al final, que todos somos los libros que leemos y ella es los que leyó. Se nota ese Alicia en el país de las maravillas, ese Cien años de soledad, e incluso las historias sobre la Inquisición al hacer de Miranda (nuestra protagonista) una bruja de cabello rizado -no lo especifica la autora, sino la ilustradora- y rojo, además de zurda. Es, en toda regla, lo que antes se identificaba como una bruja. Es un hecho que hay otros de esos guiños que la escritora quizo compartir con nosotros, muchos de los cuales quizá no noté, y muchos otros que se me escapan justo ahora. Por mi parte, los invito a que lo lean y me digan qué más encuentan.

Ya para terminar, sólo diré que recomiendo este libro a todos. A los niños mayores de 9 o 10 años que tengan criterio -por el final, principalmente-; a los adolescentes que quieran una lectura ligera pero interesante que los atrape desde las primeras páginas; a los adultos que quieran despejar su mente y sentir que la vida todavía tiene sentido. En general, se lo recomiendo a todo el que esté dispuesto a pasar unos pocos días maravillados con todo el contenido, con cada detalle físico y literario que aparece entre sus páginas. 

Saludos enormes,