La trama nos lleva a una Tierra futurística. No hay supertecnología de vanguardia ni mucho menos. Estoy hablando de un planeta medianamente actual dónde han pasado los años. Los autos normales siguen en uso, las granjas existen y la NASA ha sido disuelta. Llegados a este punto de la explicación, les digo que aquí es el punto exacto dónde comienza nuestra historia, con un granjero ex piloto de la NASA que ve su mundo (familia incluída) morir lentamente a causa del calentamiento global. El mundo en el que habitan se ve azotado por desastres naturales intensos y, particularmente su granja, se cubre de polvo al completo cada tantos días al mes y, claro, las enfermedades están a la orden del día por este hecho.
La particularidad de esta historia llega cuando, un día, su hija menor (que es tan lista como el padre) descubre que hay un fantasma en su cuarto que le habla en clave morse. Entonces, un día cuando ella traduce lo que su fantasma le ha dicho, el padre se da cuenta que son coordenadas y, en una corazonada algo extraña, deside ir a averiguar de qué se trata sin darse cuenta que su hija se ha colado en el auto y lo acompaña. En el momento en que llegan al lugar notan que algo va mal. El edificio parece militarizado y, al momento, hombres con armas los reciben. Dentro se topan con que científicos trabajan para mantener viva a la NASA con una gran y magnífica idea: sacar a todos los habitantes del mundo del planeta y encontrar otro al que llevarlos. De esta manera, comienza la que será una gran aventura interplanetaria, atravesando por un hoyo negro en busca de un lugar que nos salve de nuestra propia destrucción.
Hablando de tecnisismos, lo que me ha enamorado de esta película en particular, es su fotografía. Cada plano estuvo bien planeado y detallado, cada escena fue capturada con sumo cuidado y, al final del día, tenemos un filme no sólo vistoso, sino también hermoso a su manera. Además, tiene el extra de que la animación es sumamente realista. Uno siente la inmensidad del espacio y es el momento en que se puede comenzar a entrar en pánico. No se nota en ningún momento la pantalla verde, cosa que se le agradece muchísimo.
Sus personajes son humanos dentro de su genialidad, con fallos y maneras de ser que a muchos no nos han de parecer buenas, pero las tienen. Cada uno de ellos es importante y aporta algo a la trama, aunque sea por poco tiempo como es el caso de la nuera de nuestro protagonista o los pilotos muertos durante el viaje.
Para no hacerles la reseña enormemente larga, les diré que le recomiendo la película a todo el que quira una genial aventura con cientos de teorías a desarrollar incluso luego de apagar la pantalla.
Saludos enormes,