Bloggscritores 2

Mis queridos inmortales.

¿Sorprendidos que de nuevo sea yo? Pues sí. Este fin de semana me he dado a la tarea de no abandonarlos y prometo ponerme al día con mis reseñas para cumplir con la cuota anual de 20 como mínimo. De verdad que trabajo en ello. Incluso tengo un libro en puerta de un latino amigo de un amigo –Jonathan Vázquez- que hasta el momento es buenísimo y otro más por parte de uno de nuestros grandes colaboradores. Además, claro, reseñas de Wattpad (estoy escogiendo algo que en serio merezca ser reseñado) y una sorpresa conjunta con colaboradores del mundo mortal originarios de mi ciudad que en serio les va a gustar tanto como a nosotros hacerlo. Pero bueno, vayamos al punto y entremos en materia. Como es de esperarse, vengo a ustedes el día de hoy porque es final de mes y, como cada final de mes durante estos seis meses, he de hacer un cuento que compartir junto con nuestros colaboradores. No se olviden pasarse a cada uno de los blogs y dejar un comentario constructivo, tanto si les gustó como si no, diciendo siempre que Caronte los manda. Antes de comenzar y, temiendo que no lleguen al final de mi historia, les dejo los links de las otras participantes para que estén al pendiente:


Y sin más preámbulo, mi “maravillosa” (sí, claro) historia cuya palabra clave de este mes es ENREDADERA:


Compulsión

Sabía que de algún modo, quizá, estaba mal, que lo mejor era dejar de lado esas ideas, esos mirar a través de la enredadera. Su único amigo le decía que estaba mal, que no podía ser esa necesidad tan compulsiva, tan apabullante. Además, él, Denis, se veía como un acosador para todos cuantos lo pudieran sorprender en el momento. Sin embargo, su mejor amigo no entendería del todo sus emociones porque él no había estado ahí, no había visto y sentido lo que él. Siempre que miraba a través de esa selva verde volvía se sentirlo, aunque fuera un momento, y lo recordaba vívidamente. De decirlo en voz alta, más que juzgarlo acosador, lo pensarían loco. Es por eso que Denis sonrió con nostalgia, recordando cómo había llegado a ese lugar.

Sólo tenía 16 cuando todo pasó. Huía de su madre sumisa y su padre que pensaba que las mujeres existían para acatar órdenes. Pese a su estado de varón, Denis siempre había pensado que dicho trato no era el indicado. Recordaba claramente que esa mañana se puso en pie a primera hora y comenzó a caminar por la calle sin rumbo fijo hasta que la vio. Cualquier otro día sólo le parecería un montón de plantas contra un muro extraño pero, esa mañana, era como si dichas plantas tuvieran consciencia propia. Podía escucharlas, por lo bajo, a todas esas hojas hablando las unas con las otras en una frecuencia que hasta el momento no había escuchado. Reculó ante dicho espectáculo y esperó en silencio, creyendo que quizá era una brisa arrastrando algo que producía ese sonido. Se quedó de pie, en mitad de la acera, esperando, hasta que una voz chillona lo hizo dar un bote en su lugar.

-Son fastidiosas cuando se ponen en ese plan –una chica bajita, que a duras penas le llegaba a la cintura, lo miraba con sus ojos enormes y castaños a través de unas pestañas espesas. Al momento Denis se dio cuenta del resto: de la cara medianamente infantil rodeada de un cabello sucio y liso que parecía cortado por ella misma, de la ropa sucia y raída que parecía demasiado grande para sus pequeños miembros. Confundido, Denis alzó una ceja –Te están pidiendo que no las escales –le aclaró y el chico sintió que se perdía de algo grande –Todas las enredaderas siempre piden lo mismo pero son pocos los que entienden la realidad. No es cuestión de treparlas, sino de atravesarlas.

En sus cortos 16 años (casi 17 porque estaba a tres días de cumplir años) nadie le había dicho una cosa tan extraña como esa.

-Detrás hay un muro –le informó Denis, como si la chica fuera retrasada. Pero ella no se lo tomó a mal y, al contrario, asintió con la cabeza.

-¿Qué clase de enredadera sería si no tuviera uno detrás? En ese caso se volvería un simple arbusto –hizo rodar los ojos, como si hubiera dicho la cosa más obvia del mundo y se encaminó hacia la enredadera sin siquiera apartarla de su camino y desapareció. Muerto de miedo, Denis se quedó unos segundos más antes de seguir a la chica, sacando valor de un lugar hasta entonces desconocido. Ella lo esperaba, sentada sobre una roca al final de un camino de tierra bordeado por un bosque que no tenía fin –Estaba comenzando a preocuparme. Pensé que tendría que regresar al mundo temporal por otro mortal normal y corriente –se estremeció como si la sola idea le preocupara –Soy Mabel, por cierto.

-Denis… -murmuró el chico, no muy convencido de qué hacer o decir. Vio que “Mabel” enfilaba por el camino y la siguió de cerca -¿Qué es este lugar?

-Es Ponath town –al ver la cara de desconcierto de Denis, explicó: -Es un lugar atemporal dentro de otra dimensiona a la que sólo se puede llegar de dos maneras: o eres invitado por un habitante –se señaló a sí misma –o sabes cómo llegar.

El resto siempre se lo ha guardado para él porque se entremezcla con hazañas increíbles. Si mal no recordaba había hasta un dragón involucrado. Según lo dicho por Mabel, todos en Ponath estaban cayendo lentamente en un sueño que, al pasar de dos días, los convertía en cenizas que se llevaba el viento. Desesperada, Mabel fue en busca de una anciana sabia que vivía lejos del pueblo. Fue ella la que le dijo que buscara a un mortal del mundo temporal y que lo llevara con el dragón, él sabría qué hacer. Y lo supo, dicho dragón llamado Aliztair los llevó en su lomo tan rápido como pudo a la choza de la vieja bruja que creó el conjuro pasadizo que conectaba Ponath con el mundo temporal. Ella, por mera rabia, había soltado ese conjuro que ponía a todos en un letargo que terminaba por desvanecerlos. Los odiaba, a todos, porque la habían desterrado simplemente por la extinción masiva de hombres-gato que ella se dispuso a hacer. ¡No era para tanto! Que supieran hablar, negociar y tuvieran su propio gobierno (a veces más funcional que el propio) no era motivo suficiente para considerarlos sus iguales. Le era irrelevante, incluso, que muchos quisieran ir como refugiados de guerra a las naciones de los elfos, los gnomos e incluso los duendes. Para ella no eran mas que seres insignificantes que le servían como materia prima de sus hechizos más potentes. Pero pudieron con ella. Denis pudo con ella. Su magia no lo afectaba porque era inmune a quedarse estancado y aletargado en el sueño. Su mundo se regía por horas que avanzaban, sucediéndose unas a las otras. Era imposible que la bruja lo dejara estático.

En todo eso pensaba mientras observaba la enredadera al otro lado de la avenida de esa nueva ciudad a la que se había mudado tras terminar la universidad. En eso y en la despedida. En las palabras de Mabel cuando le dijo que podía quedarse.

-Pero no quieres… -había murmurado la chica –Algo te espera en el lugar de los relojes… -lo miró por última vez con esos enormes y redondos ojos suyos antes de dejarlo cruzar. Pese a sus ganas, Denis no podía quedarse en Ponath. Su madre se quedaría completamente sola sin él, a merced de su padre. Era necesario regresar. Y así lo hizo. Al menos físicamente porque su mente vivía de forma constante en ese lugar que cada día parecía más un sueño que tuvo de pequeño. Se fue difuminando lentamente entre la frustración y el desasosiego de no poder regresar al no tener manera de contactar a nadie que lo llevara ni saber cómo llegar por sí mismo. Hacía más de seis años que su madre había muerto, ya no pertenecía a ese mundo y, sin embargo, nadie jamás había vuelto por él. Quizá después de todo sí que era un sueño, uno del que era necesario despertar.

Molesto consigo mismo se hizo la firme promesa de no volver a mirar a través de una enredadera a la espera de ver Ponath al otro lado. Nadie lo había buscado, ni Mabel, ni el dragón. ¡Él también los olvidaría! Se convertiría en ese hombre adulto que se suponía que debería ser, ese que tenía un trabajo cómodo pero mediocre en una oficina cualquiera… Reprimiría dentro de sí esa necesidad, esa compulsión a veces enferma de acercarse a ver si las hojas le susurraban de nuevo o si había algo más que un muro tras las enredaderas. Ignoraría el sudor en las manos o el escalofrío de emoción que le recorría la espalda cuando una brisa ligera movía las plantas. Haría como que ya no sentía ni pensaba nada sobre el tema. Sería como superar una adicción que lleva tantos años contigo que parece más bien una costumbre.

-Pareces demasiado enojado. Seguro que ya no las escuchas, pero te siguen pidiendo que no las escales –unos ojos redondos y grandes le devolvieron la mirada. Denis sonrió de forma genuina por primera vez en muchos años. Era momento de volver a casa.
FIN



¿Les ha gustado? ¿Sí? ¿No? Como siempre, espero sus dudas, quejas y amenazas de muerte en los comentarios, además de sus recomendaciones para hacer de este (y los anteriores o los que vengan) cuentos mejores. Por supuesto, también espero sus correcciones ortográficas. Miren que no soy Zeus aunque a veces lo parezca y cometo errores. Y creo que esto es todo, no tengo nada más qué decir por el momento excepto que, como siempre, estén al pendiente de nuestras reseñas y de todo lo que tenemos (y claro que escribiremos) para ustedes.


Saludos enormes,


La lógica inexplicable de mi vida

Autor: Benjamin Alire Sáenz.
ISBN: 9789877472912
Género: young adult.
Editorial: V&R YA.
Número de páginas: 472.
Sinopsis: Durante toda mi vida me sentí seguro de todo. Tengo el mejor papá que alguien podría pedir. Mi familia, de raíces mexicanas, siempre estuvo ahí. Samantha y Fito, mis mejores amigos, son simplemente eso: los mejores. Al menos para mí.
Pero hay algo que me perturba.
Y sé que todo está a punto de cambiar para siempre. Tal vez de eso se trate la vida, de cambiar, crecer, arriesgarnos. Pero necesito encontrarle una lógica, un sentido, antes de perderme en mí mismo.
¿Quién soy? ¿Por qué me siento así? Espero descubrirlo. Pronto.

RESEÑA: Uff, ¿por dónde debería empezar? La lógica inexplicable de mi vida es la primera novela que leo del escritor Benjamin Alire Sáenz, más conocido por su libro Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, el cual todavía no pude conseguir. Compré este libro cuando estaba en un momento complicado de mi vida, fue más bien una de esas compras para sacarse las ganas de algo. Y hoy, casi un año después de ese momento, y tras un mes de lectura, debo decir que este es quizás uno de los mejores libros que leí en mi vida.

La historia, ubicada en El Paso, Texas, cerca de la frontera de los EEUU con México, gira alrededor de Salvador, un joven de unos diecisiete años que vive con su padre, quien lo adoptó después de que su madre biológica falleciera. No sabe nada de su padre biológico, o "bio-padre", como se lo llama en la novela. Salvador no sabe muy bien qué es lo que quiere para su futuro, es alguien que siempre ha intentado mantenerse al margen de todo, pero ahora están pasando cosas en su interior y él no sabe por qué.

"Y eso es lo que pensé: las palabras existen solo en teoría. Y luego un día como cualquier otro te cruzas con una palabra que solo existe en teoría y te encuentras con ella cara a cara. Y luego aquella palabra se convierte en alguien que conoces."

Ahí entra en juego su mejor amiga desde la infancia, Sam, una chica que es más activa, más viva y rebelde, y que vive en continúas peleas con su madre. Por otro lado tenemos a Fito, que viene de una familia de adictos a las drogas y que aún así la pelea para poder llegar a asistir a la universidad. Estos tres podemos decir que son el trío protagonista, pero hay muchos personajes más. Como por ejemplo Vicente, el papá de Salvador, un pintor, y la madre de éste, Mima, con quienes el protagonista forma unas relaciones hermosas y muy creíbles.

Como habrán visto, no expliqué prácticamente nada del "problema" de la historia, más que nada porque en La lógica inexplicable de mi vida no hay un solo nudo que conlleve a un solo desenlace, sino que son muchas las situaciones por las que los personajes van pasando, y el libro se centra en cómo estos hechos repercuten en ellos, más que nada en sus emociones: cómo afrontan una pérdida, una pelea, una amistad, la sexualidad, y hasta temas que no se suelen tocar como deberían, como el abuso o las drogas.

"El dolor significa que amabas a alguien. Que realmente amabas a alguien."

Este fue el primer libro que admito que provocó que me emocionara, no una, sino dos veces. Lógicamente no puede decir en qué momentos, así que me voy a limitar a contarles que me hicieron pensar muchísimo, sobretodo en el mundo en que uno valora a la gente que quiere. Porque varias veces más allá de estas situaciones me sentí identificado con Salvador porque es un adolescente de mi edad, y muchas cosas que él pasa durante el libro fueron cosas que también a mi me pasaron o me pasan, como el no saber cómo encarar el tema de elegir una carrera para la universidad.

La novela cuenta con casi quinientas páginas, que a simple vista puede parecer mucho tratándose de un YA, género cuyos libros normalmente rondan las trescientas páginas a lo sumo. Sin embargo, no considero que eso sea una desventaja, todo lo contrario, porque la narración se encarga de que cada capítulo, cada hoja, tiene un significado y contribuye a la trama. Podía leer cincuenta hojas en poco tiempo, después miraba el reloj y quedaba tipo "¿en serio pasó tan poco tiempo?", porque te absorbe y te hace querer leer más y más.

"Mirar a alguien, realmente mirarlo. Eso es amor."

Nunca había usado tantos post-it en un libro como con este, donde usé alrededor de veinte, fueron tantas las frases o situaciones que me encantaron, que es una lástima que por cuestiones de organización de la reseña solamente pueda poner unas pocas.

Párrafo aparte se merece la edición, que como todo libro de VRYA, es hermosa, cada página tiene decoraciones de rayitos, hojas o signos de exclamación que hacen más llevadera aún si cabe la experiencia de lectura.

"A veces postergas cosas. Y te vuelves adicto a postergarlas."

Bueno, hace bastante que no disfrutaba tanto hacer una reseña. La lógica inexplicable de mi vida se convirtió en uno de mis libros favoritos de siempre. Sus personajes, la trama, todo lo que pasa simplemente me encantaron. Lo recomiendo a todo aquel que quiera leer un excelente YA, o más bien a cualquier adolescente.



Macario

Autor (es): Bruno Traven.
ISMB: 970-643-644-8.
Género: Fantasía.
Editorial: Selector.
Número de páginas: 105 páginas..
Saga: No.
Sinopsis: Macario es la singular aventura o desaventura de un hombre humilde, hambriento, que al dar satisfacción al mayor deseo de su vida--comerse en soledad un pavo entero--recibe poderes sobre la vida y la muerte. A partir de ese momento, Macario vive experiencias extraordinarias


Mis muy queridos seres míticos. Hace un montón que no me pasaba a escribir y la verdad es que todo se lo debo a la necesaria y maravillosa escuela. Me ha tenido terriblemente ocupada en sus asuntos pero, por otro lado y en las buenas noticias, me da mucho más y mejor material para traerles, de manera que mejor no me quejo de nada. Todo es genial, así que merece el sacrificio que hago por ello.

Dejando de lado mis desvarios, me pondré a esto y les explico rápidamente de qué va Macario porque la sinopsis que venía en la contraportada del libro es terriblemente escasa. Pues bien, Macario es la historia de un hombre que lleva dicho nombre. Es un hombre humilde de pueblo pequeño que tala árboles para vivir y lo único que desea en la vida es comer un pavo él solo, sin la mirada hambrienta de sus hijos o su mujer para verse obligado a compartir. Un día, y con muchos esfuerzos, su mujer compra y cocina el tan preciado pavo y se lo da para que se vaya solo al bosque y lo consuma. Ya ahí, cuando Macario cree que podrá devorarlo a sus anchas, se le aparecen tres personas que le piden un pedazo pero él sólo accede con la última porque... Y los dejaré en eso, con la intriga de saber qué tiene de especial éste ser para que Macario quiera compartir su tan preciado pavo. Porque miren que este es sólo el inicio básico, todo lo importante viene después, cuando uno comprende a qué y por qué llegó el forastero pidiendo comida y, lo que es mejor, la recompensa que le dará al talador de árboles por el favor que le hace. ¿Los emociona hasta ahora? ¡Y miren que todavía no comienzo con la reseña como debería! Pero vamos a eso.

Bien, además de toda la intriga que ya les di arriba, ¿por qué Macario vale la pena de ser leído? Pues les cuento que tiene un lenguaje sensillísimo que cualquiera, incluso un niño, puede entender. Además que es tan corto que lo lees en las dos horas de viaje que haces en transporte público hasta tu casa -se los digo por experiencia-. Físicamente es un libro accesible que maneja unas cuantas palabras complicadas pero que en términos generales es muy fácil de leer y llevar. Además tiene una trama tan buena que te atrapa desde el primer momento y te hace querer seguir leyendo. Este es uno de esos libros que te mantienen todo el tiempo al filo de tu asiento, muerto de miedo, desesperación y hambre.

Los personajes, pese a que no se sabe muy bien de ellos y se conoce poco de su pasado, son tan buenos que uno se identifica con Macario al momento porque, sí, sólo nos podemos identificar con Macario. Y no porque unos suframos lo que él, sino por todo el simbolismo que ofrece ese momento preciso del pavo, ese en que se sienta y lo aborda la primera persona. Uno se piensa dos veces la situación que parece terriblemente normal pero que deriva en algo más. Sin duda este es un aspecto que impacta porque te hace razonar sobre tus propias desiciones, además me parece que incita a ser más inteligente y listo, a razonar mejor las cosas antes de actuar impulsivamente. Creo que esa es una de sus mayores cualidades. Este libro no te entrega nada a menos que tú lo pienses. Está tan lleno de símbolos, formas y comentarios precisos que sólo tienen sentido si lo analizas dos veces; que desenmarañarlo se vuelve necesario.

Claro que hay otros aspectos relevantes, por ejemplo su final. No diré mucho de él, sólo que es algo inesperado, terriblemente inesperado, y que te hace dudar o replantearte todo lo que habías leído hasta el momento. Es una especie de sueño dentro del sueño que alguien una vez tuvo el valor de soñar mientras era soñado. 

Creo que no me queda más que decir respecto a este maravilloso y corto libro que le garantiza a quien lo lea al menos dos horas de BUENÍSIMO entretenimiento. Se lo recomiendo a los adolescentes inteligentes que no teman a la oscuridad y a todo el adulto que quiera una gran aventura que los deje pensando en el libro sin importar cuánto tiempo haya pasado desde que lo leyeron. Y sobre todo, se lo recomiendo a Nahum, hijo de la enfermera Irma, porque estoy bien segura que es muy de tu estilo.

Saludos enormes,



Leyra

Autor: Pablo De Santis.
ISBN: 9789504655374
Género: young adult.
Editorial: Loqueleo.
Número de páginas: 216.
Sinopsis: Leyra es la nueva alumna en el Instituto Témpore, colegio de chicas orientado al aprendizaje del dibujo. Allí desarrollará sus habilidades como ilustradora y participará de un concurso que le cambiará la vida. Amenazantes compañeras, exigentes profesoras y un secreto bien guardado atraparán a los lectores de esta novela de suspenso, donde no faltan los fantasmas y las muertes extrañas.
«Le pareció que las otras alumnas eran más diestras que ella, y más rápidas. Para ellas era un día como todos. Para Leyra, algo único. Ellas no recordarían nada de ese día. Leyra lo recordaría para siempre. Es el privilegio o la maldición de hacer algo por primera vez.»
¡Gracias a Loqueleo Argentina por el ejemplar!

Reseña: Leyra es una novedad de marzo por parte del sello Loqueleo de Santillana, siendo la nueva novela del querido escritor Pablo de Santis, autor de obras como El inventor de juegos o El Último Espía.

La trama gira alrededor de Leyra, una joven que vive junto a su abuela en una pequeña ciudad rural donde la única opción existente para completar sus estudios secundarios es el misterioso Instituto Témpore, un internado de caligrafía y dibujo exclusivo para mujeres. Allí, deberá enfrentarse a una exigencia y competencia a las que no está acostumbrada.

"Reparar algo que se ha roto siempre da una satisfacción particular, más intensa inclusive que la de crear algo. El que crea no sabe si tiene sentido lo que ha hecho, pero reparar algo es volver a instalar en el mundo algo que ya tenía ganado su lugar."

La historia es interesante y misteriosa y al principio tiene una onda a serie estadounidense ambientada en una secundaria, con los conflictos entre estudiantes, los profesores que guardan secretos y el propio trasfondo de la escuela misma. En este libro nos encontraremos con varios plot twists, cada uno de variada importancia, motivado quizás por el hecho de que cada parte del libro tenga su pequeña subtrama.

La narración es lo que llamaría simple, lo que me gusta pero a la vez no me termina de convencer, me explico: me gusta porque el autor no se demora explicando cosas intrascendentes y me desagrada porque da la sensación de que todo pasa muy rápido. Otra cosa que me gustó es que se habla un poco de los diferentes tipos de caligrafía y de cosas como la función de las ilustraciones en los libros.

"Cuando la gente deja de trabajar, se encuentra con tiempo para descubrir toda clase de dolencias. Se reciben de médicos de sí mismos y ven en todo señal de alarma."

Leyra me pareció una protagonista interesante, si bien creo que lo mejorcito en este aspecto está en los personajes secundarios: Bastiana, que viene a ser la antagonista de la historia, el señor Témpore, Javiera y la directora del Instituto, la señora Lamarr.

En conclusión, recomiendo Leyra a todos los que buscan una lectura un poco más ligera de lo habitual, pero que sin embargo tiene muy buenos toques de thriller y suspenso. Se lleva una puntuación de cuatro estrellas sobre cinco posibles.


Bloggscritores 1

Mis muy queridos lectores del inframundo.

El día de hoy vengo a ustedes con el torso vacío lleno de alegría. Es el inicio de nuestra nueva iniciativa Bloggscritores. Para los que no saben, esta iniciativa se formó gracias a una conversación con Ailin por Facebook y pues, bueno, aquí nos tienen, dando lo mejor de todas nosotras –porque no se inscribieron chicos, hasta el momento. Si esto progresa ya veremos una segunda ronda –.

Para los que no hayan prestado mucha atención a nada en particular, les explico. La idea es cada mes escoger una palabra y sobre ella armar un cuento de mínimo dos hojas en Word y máximo tres. Somos seis personas en la iniciativa y el plan a largo plazo es darnos a conocer todos en los blogs de los otros. Al final del día lo que queremos es convivir entre bloggers y, por qué no, a la larga hacernos de más seguidores. A continuación les pongo los links de cada blog para que se vayan familiarizando. 

https://leiwithmis.blogspot.mx/
Http://julianadelpopolo.blogspot.com
https://entre-cafey-libros.blogspot.com/
http://labibliotecadeailuz.blogspot.com
https://lectorasolitaria09.blogspot.com
http://dimarcheonline.wordpress.com

Sin más preámbulo les diré que en esta ocasión toca la palabra MUERTE como tema principal de nuestra entrada. Así no les digo más y dejo que las palabras hablen. Eso sí, les recuerdo que se pasen cuanto antes a leer el resto de los cuentos y no sean tan malos conmigo que todo esto lo hacemos como escritores aficionados.


Las vacaciones de la muerte

La noticia estaba circulando alrededor del globo de forma indiscriminada. Todos los noticiarios lo transmitían en vivo en cualquier idioma del que hubiera conocimiento. La directora general de la OMS miraba a la cámara muerta de rabia y ella, la Muerte, casi podía sentir que se dirigía a su persona, que esa mirada fija en la cámara iba dirigida a su ser milenario. Luego de eones sin sentir una sola cosa, la Muerte se estremeció hasta el tuétano.

-Te declaro la guerra –sentenció la directora ante la cámara con un tono aparentemente tranquilo –Por todos esos seres que te has llevado injustamente. Crees que puedes con nosotros pero no te percatas de que somos la punta de la cadena alimenticia. Nuestra inteligencia superior nos da armas incluso en contra tuya.

La Muerte tenía muchos argumentos en contra de esas palabras, pero se lo pensó un segundo. ¿Sería correcto aparecer frente a esos cientos de millones de personas insignificantes para hacerles ver su lugar en el cosmos? Siempre había sentido que se daban demasiados aires para ser alguien que moría a la mínima provocación, pero ese tipo de declaraciones eran demasiado. ¿Es que no entendían su función? Se la pasaban quejándose de su existencia y, sin embargo, había tanto en que los ayudaba. Suspiró sin dejar vaho contra el cristal de la tienda departamental donde miraba las noticias y esperó en silencio. Su lista decía que dentro de 30 segundos el hombre gordo sacaría un arma y le volaría la cabeza a la cajera. Fue en ese segundo, en el número 29, que tomó la decisión determinante que afectaría a todos esos simples mortales demasiado pagados de sí mismos. Decían que tenían tecnología tan avanzada que la dejarían en vergüenza, que pensaban ganarle la guerra… No ganarían nada si no se presentaba ese suceso. ¿Qué pasaría si se iba? ¿Qué tan difícil sería tomar vacaciones en otro de los billones de planetas que estaban habitados en ese momento en la Vía Láctea? Al final del día, según las declaraciones de la directora de la OMS, los seres humanos, los habitantes de la tierra, no la necesitaban. 

Giró en redondo para observarlos. ¿Qué harían estos seres obesos y egoístas si ella se iba? Vamos, que ni siquiera ellos apreciaban su propia vida. Iban y venían por el globo estresando sus cuerpos, comiendo basura, trabajando demasiado, sin pararse ni un solo momento a observar los paisajes que antaño eran primordiales. Los padres malcriaban a sus hijos, siempre procurando darles todo y sin enseñarles la forma de ganárselo. Las mujeres renegando del machismo y procurando iniciar campañas tan tiránicas como la postura que tanto odiaban. Los niños haciendo rabietas en público sin ser castigados sólo porque sus padres no quisieron comprarles el juguete de moda. Todos ellos gordos, con papadas inmensas y muslos del tamaño de troncos, siendo arrastrados por todos esos aparatos que gente un poco más ingeniosa inventaba para transportar a los holgazanes. Ellos no eran nada y no se daban cuenta de ello. Y fue precisamente por eso que la Muerte, sonriendo, dejó caer la hoz contra el asfalto de esa calle, frente a ese aparador, y desapareció.

El primero en notarlo fue Marcus Acher. Estadounidense. Cuarenta y siete años. 158 kilogramos de hamburguesas diarias compradas en la esquina de su oficina. Con tres hijas adolescentes y una mujer en casa que lo esperaban para cenar esa noche con la noticia que la menor de su progenie estaba embarazada de ese inmigrante indocumentado que habían contratado para podar el césped. Sintió el flechazo contra el pecho. Fulminante y cegador, mismo que le robó el aliento. Luego otro y otro más. Se moría, tenía un infarto. En su mente juró no volver a comer otra hamburguesa si dios lo bendecía con otro día para ver a sus hijas y a su mujer. Pero en un punto, no supo cuándo, el dolor se hizo tanto que prefirió morir. No pasaba nada mientras el dolor terminara justo en ese momento. Poco importaba la segunda hipoteca sin pagar que le dejaría a su esposa, o que sus hijas no fueran a la universidad. Todo lo que quería era morir en ese momento. Pero no pudo. Luego de un rato, su corazón paró por completo, pero él no murió. Con un par de golpes contra el plexo solar izquierdo, todo quedó en su sitio. Olvidó su promesa a dios y, para festejar, salió de su oficina y pasó por una hamburguesa de la esquina antes de llegar a casa y cenar en familia. Tres horas después le dio su segundo infarto al enterarse de la noticia nada favorecedora del embarazo de su hija. Tristemente para él, también salió vivo de esa. 

Como él existieron otros casos y nadie sabía cómo interpretarlo. ¿Era una buena señal, una divina, que los eximía de morir por su bondad? ¿Era un castigo por ser tan pretenciosos como para evitar la muerte por siempre? No había manera de responder a esas preguntas y muchos otros ni siquiera se tomaron la molestia de planteárselas. Hubo gente que se conformó con su nueva condición y pasó directamente a lo que quería: tenían sexo sin protección, iban a dispararle a sus enemigos, corrían a mutilar a las personas que odiaban. Desde luego, no todo era masacre. Los hubo que prefirieron ver esto como una segunda oportunidad y dedicar su vida a dios, otros tantos que lo vieron como un mandato y se dedicaron a procrear con tanta frecuencia como su cuerpo lo permitía. 

Pasados los años no fue extraño toparse a una madre con más de 40 hijos corriendo detrás de ella, a ancianos con más de 200 años que se arrastraban por las calles en busca de comida, a personas mutiladas que no tenían manera de ser recompuestas. En las calles los perros se peleaban por los restos aunque las personas todavía gritaran que les regresaran sus miembros. Sin embrago, todo eso no era suficientemente malo. El planeta entero comenzaba a decaer. El agua acababa y la comida escaseaba. Un día, sin que se supiera como, todo se extinguió. La gente tenía hambre, sentía sus estómagos gruñir y retorcerse, sin tener a la mano nada que darles. Tenían los labios resecos por falta de agua y no había sitio de dónde beber. Un grupo de gente con dinero se adueñó incluso del agua salada y terminaron por acabarla de forma egoísta en unos cuantos años. No había manera de evitarlo. Incluso si lloraban, rogaban o imploraban, ninguno de ellos veía el fin de su agonía en la muerte. 

Los años siguieron su curso y, pese a todas esas calamidades y carencias, el humano sigue siendo humano y se maneja por el instinto. No había manera de comer o beber algo, así que se dedicaron a tener sexo. Al menos ese antojo sí que se podía satisfacer. Comenzaron a hacerlo por mera saciedad y luego por entretención. ¿En qué se puede perder el tiempo día a día si ya se han leído todos los libros, se han visto todas las películas y se han escuchado todas las canciones? Lo peor es que ya nadie tenía creatividad. El hambre y la sed no los dejaban pensar en nada más. Si se hacían poemas, canciones, películas o libros eran referentes a comida y agua; y de leerlos, el antojo enfermo e incontrolable los invadiría. Por eso las personas se decidieron a tener sexo. Lo hacían en todos lados, en cualquier momento y de forma indiscriminada. Incluso lo hacían cuando no tenían ganas sólo para no pensar en comida y agua. Así, poco a poco, el espacio llano que era la tierra se fue ocupando lentamente. Un niño aquí, una niña allá, dos adolescentes más a la derecha. Ellos crecían, los otros también, y tenían sexo de forma indiscriminada para dejar a sus costados a los hijos que crecerían sin comida ni agua y buscarían una forma de desviar sus pensamientos.

Fue Andrea Márquez la que se dio cuenta de ello, del final de todo, cuando vio a su bisabuela pasar la frontera de Juárez a El Paso empujada por la multitud de personas que se apiñaban unas contra otras. No había forma de moverse así que todo se hacía de pie. A donde se girara siempre había alguien tocándole el cuerpo a uno. Un día, ni siquiera fueron capaces de ir más lejos a visitar a sus amigos y debían hablarse a gritos. El ruido en hora pico era insoportable. Y el olor a inmundicia, a cuerpo sudoroso que no se había bañado en meses, quizá años, quizá milenios. ¿Cuánto hacía que alguien no moría? Nadie lo recordaba. 

Llegados a ese punto, apiñados los unos contra los otros, oliendo lo peor que el mundo puede oler, con la boca partida de sed y el estómago en un puño de hambre; la directora de la OMS cerró los ojos y murmuró:

-Haz ganado. Tienes razón, no sólo te necesitamos, te pedimos que vuelvas. Somos simples humanos, somos escoria a tu lado… Por favor… -y entonces, sin previo aviso, Marcus Acher cayó al suelo con el que sería su último infarto.

FIN

Sin más qué decir por el momento les agradezco enormemente su atención y los espero en los comentarios. Saben que siempre estoy dispuesto a responder si se hace una crítica constructiva.

Saludos enormes,


Hoy es un buen día para morir

Autor: Colo.
ISBN: 978-84-15850-89-2
Género: ciencia ficción, novela gráfica.
Editorial: Dib Buks (distribuido en Argentina por Océano Argentina)
Número de páginas: 384.
Sinopsis: ¿Y si el mundo se acaba? ¿Y si el tiempo se ha terminado y nos enfrentamos a un Apocalipsis Vírico?
Un virus que afecta al sistema límbico, ataca al sistema nervioso y desata cuadros depresivos que terminan con la muerte del individuo. Más allá de las depresiones que causa, el virus no muestra síntoma alguno hasta minutos antes de la muerte, donde se manifiesta haciendo sangrar los lagrimales. Una muerte teatral para el llamado <<Mal de la Tristeza>>.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que te apasionara realmente?
Hoy es un buen día para morir nos presenta un viaje aterrador en el que surgen más preguntas a medida que el caos avanza, porque... ¿de qué puede servirnos sobrevivir si hace años que estábamos muertos?
Colo, ganador del Premio Internacional de Planeta Cómic 2010 con De Perros y de Huesos, nos sumerge en los rincones más oscuros del alma humana en busca de una luz que dé sentido a nuestra existencia. Lo hace desde sus grandes pasiones, la narración gráfica y la música. Sus realidad más sinceras.
Contiene su propia banda sonora en un CD de música.
Gracias a Océano Argentina por el ejemplar.

Reseña: Hoy es un buen día para morir es la primera novela gráfica que tuve el placer de leer. Hace varios años había leído multitud de mangas, pero algo occidental nunca, hasta ahora. Conseguí el libro gracias a Océano Argentina, a los que, como siempre, agradezco su buena onda. Pueden conseguir la novela desde febrero de este año en librerías de todo el país.

El libro sucede en una España futurista, donde todo está controlado por el Gobierno y el país se encuentra divididos en "sectores" según la clase social de los habitantes. Poco a poco, comienza a difundirse un virus mortal que provoca depresiones en los infectados, para posteriormente morir mientras les sangran los ojos, siempre y cuando la depresión no los haya hecho matarse a sí mismos.

"Yo también soñaba con joder al sistema cuando era joven. Con los años uno cambia y se conforma con que el sistema no le joda demasiado a uno."

Además, tenemos varias subtramas que se alternan de una manera excelente. Un viejo escritor que tiene montones de ideas interesantes, pero nunca se pone completamente con una, el presidente de una multinacional farmacéutica que tiene mucho que ver con el virus, una variopinta banda de jóvenes que viven montones de cosas para grabar su primer disco...
La historia me pareció sumamente interesante por el hecho de que se puede interpretar de muchas maneras: como la clásica sobre un virus que destruye a la civilización, o de una forma más profunda y puestos a analizarla como se debe, una en la que vemos muchas cosas sobre la vida misma que nos hacen pensar ¿realmente dedicamos tiempo a lo que nos gusta? ¿En qué usamos la energía de nuestro cerebro? ¿El dinero realmente hace que el mundo se mueva?. Además hay muchas críticas al sistema social y económico que pueden ayudar a abrirle los ojos al lector sobre el mundo en el que vivimos.
"Considerar a las personas como si fueran objetos en la esencia de nuestra época, querida."
La calidad de los dibujos es maravillosa, me sentía como si estuviera viendo una película, te hacen sentir totalmente dentro de la historia, nos permite estar "más cerca" de los personajes. Lamento no poner más fotos aparte de la que está arriba (la cual saqué de la página de la Televisión Española), pero pueden ver otras en el post dedicado al libro que hice en mi Bookstagram haciendo clic acá.
Es complicado no encariñarse con los personajes de este libro, más aún lo es nombrar solamente algunos, así que voy a decir que todos y cada uno de los personajes aportan muchísimo a la trama, todos tienen un algo que nos hace sentir identificados con ellxs.

"Nunca se sabe dónde hay una buena historia. Lo único que puedes hacer es escribirla y descubrir si lo es."

Debo agregar también que incluye un CD con una banda sonora creada expresamente para el libro. Me parece muy lindo e interesante que la banda que realmente grabó el disco tenga el mismo nombre que la banda de los personajes del libro.

Para finalizar, recomiendo esta tremenda novela gráfica a los fanáticos de las historias posapocalipticas, de las novelas gráficas y al lector en general, estoy seguro de que les va a encantar.
Imágenes extraídas de https://www.dibbuks.es/es/catalogo/hoy-es-un-buen-d%C3%AD-para-morir