Como pueden ver, se trata de un libro relativamente contemporáneo. Es extraño en mí reseñar esta clase de libros pero, la verdad, es que éste ha llamado muchísimo mi atención. De forma estructural puedo decir que se trata de un escrito con lenguaje sumamente sencillo, de ese que todos o casi todos podrán entender. Por si esto no fuera suficiente, contiene capítulos en serio cortos (10 páginas a lo sumo en cada uno de ellos), en las que se hace referencia a mucha cultura popular tal como series, libros y películas. El carácter de sus protagonistas se presta mucho para que uno, como lector, pueda comprenderlos y empatizar con los mismos. Es pues, Santiago -un periodista que planea escribir un libro al respecto- quien nos lleva a través de las páginas, narrando su investigación del crimen y citando cartas, e-mails, grabaciones transcritas y textos de los testigos de los que dispone.
Como pueden ver, se trata de un libro relativamente contemporáneo. Es extraño en mí reseñar esta clase de libros pero, la verdad, es que éste ha llamado muchísimo mi atención. De forma estructural puedo decir que se trata de un escrito con lenguaje sumamente sencillo, de ese que todos o casi todos podrán entender. Por si esto no fuera suficiente, contiene capítulos en serio cortos (10 páginas a lo sumo en cada uno de ellos), en las que se hace referencia a mucha cultura popular tal como series, libros y películas. El carácter de sus protagonistas se presta mucho para que uno, como lector, pueda comprenderlos y empatizar con los mismos. Es pues, Santiago -un periodista que planea escribir un libro al respecto- quien nos lleva a través de las páginas, narrando su investigación del crimen y citando cartas, e-mails, grabaciones transcritas y textos de los testigos de los que dispone.
Caronte Soultaker
Licenciada en Literatura Hispanomexicana y apasionada de la lectura. Su principal objetivo es llevar los libros a todos aquellos que todavía no encuentran su alma gemela en papel.
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Santiago no cree en el amor, piensa que está sobrevalorado. Claro, hasta que conoce a Valentina. Por ella estará dispuesto a cruzar el Atlántico con sus amigos para intentar recuperarla. Puede parecer una locura... Pero en el amor no se vale perder por no haberlo intentado, porque ni Shakespeare, ni José Alfredo Jiménez pueden estar equivocados, ¿o sí?
Iré de afuera hacia adentro con este libro. De forma física es una cosa bien realizada, como mucho de planeta. El hecho de que hayan incluido al autor como imagen de portada me gustó. Además de que la visualización de cada título de capítulo es hermosa. Hasta el momento no tengo queja al respecto. Un trabajo físicamente respetable. Pasemos a algo más que no es necesario extenderme en esta situación más allá de decir que el morado es mi color favorito y que predomina en la cubierta, cosa que amé.
Ahora bien, hablemos sobre la trama, misma que identificaré como "primer cliché". La fábula del texto es simple y sencilla: este chico, Santiago, originario de Monterrey, se enamora de una chica española llamada Valentina a quien conoce por dos meses. La chica se va y el protagonista, como es de esperarse y como nos dice la sinopsis, echa a correr al otro lado del mundo para rescatarla. ¿Les gusta la idea hasta el momento? Porque puedo recomendarles al menos 100 películas con esta temática y otros 50 libros al respecto. Como bien lo dije, no es el hilo negro de la literatura. Un tema por demás tratado de una manera usual. Nada fuera de lo común.
Respecto a la edición del texto tengo algunas quejas técnicas que me molestaron mucho porque, al final del día, espero ser editora y creo que algo como eso no debería ocurrir. Existen, por ejemplo, cambios temporales como "estábamos haciendo esta cosa en la cocina, por eso siento que ella me toca justo ahora mientras estamos en la cocina". De pronto habla en presente cuando se supone que el libro ocurre en pasado y de la nada vuelve a los tiempos regulares. Eso saca por completo de la lectura. Además aparecen pleonasmos como "desconocida que jamás había visto". ¡Claro que era desconocida si jamás la habías visto! Esa es la definición de una persona desconocida. Es como decir "métete pa'dentro". Además que existen otros errores de sintaxis que, en serio, no se deberían de perdonar. Mientras lo leía tuve la constante sensación de que el editor tomó el manuscrito, leyó el nombre del autor, supo que era conocido en el mundo de YouTube, y publicó sin siquiera abrir el paquete que lo contenía.
Para no alargar más la situación -y la reseña-, pasaré a dar una lista escueta (tanto como las descripciones de este libro), de las cosas que no me encantaron al respecto. Por ejemplo, las escenas muy adolescentes, o que una campana dirija el tiempo en una universidad. Hasta donde sé, esto no ocurre en muchos sitios de esta manera (o eso espero) porque el punto de la universidad es enseñar a los estudiantes a medir su propio tiempo y su capacidad de carga mental, así que la campana no es necesaria. Por otro lado, Santiago es demasiado melodramático. Se enoja y golpea las paredes, o su corazón late rápido cada que le ocurre algo como esperar el mensaje de su amada. ¡AMIGO! Si eso te pasa, ve al cardiólogo. Mira que esperar por horas un mensaje con el corazón acelerado creo que se considera taquicardia. Y por si todo esto no fuera poco... están los ocho lugares. Les explico. El libro se titula Ocho lugares que me recuerdan a ti, por lo que uno podría llegar a pensar que el chico nos hablará de esos sitios. Incluso llegué a imaginarme que Santiago pasaba por esos ocho lugares, o que haría constantes flashbacks para recordar a la chica en esos sitios. Pero no. De hecho, en todo el libro, ni siquiera nos enteramos de cuáles son seis de esos ocho lugares. Así de simple. El título del libro no tiene sentido alguno en vista de que, al final, los ocho lugares ni siquiera fueron relevantes para contarlos. Al menos para mí, no tiene sentido. Creo que un mejor título pudo haber sido algo como "Carta a Madrid" o yo qué sé. Algo que refiriera al viaje y a la chica que lo originó, pero no a los ocho lugares que ni siquiera te interesan en este punto. Esto me recordó que un teórico literario dice que debes usar todos los recursos de tu historia, que si, por ejemplo, hablas de un clavo en la pared, al menos uses el clavo para hacer que tu personaje se cuelgue de él. Pues bien, Alberto Villareal puso un clavo en la entrada de una casa y no lo usa para nada, excepto para estorbar cada que se quiere pasar.
Me parece que el título y el libro tenían mucho potencial y todo se fue al caño por lugares comunes, clichés extremos y cosas ridículas porque, sí, aquellos que en serio prestaron atención a la reseña seguramente ya saben el final, pero no se los diré para no hacerles el cuento más largo. Sólo diré que es un final TAN cliché, que el mismo autor lo señala de ya casi en el cierre del libro diciendo: "Les voy a dar tres oportunidades, pero sólo van a necesitar una para adivinar...", pues su libro es una constante de esta frase y, ¿saben qué? SIEMPRE van a tener razón.
Claro que también tiene cosas rescatables, por escasas que sean. Cosas tales como el hecho de que rescata parte de nuestra cultura mexicana hablando de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, una leyenda que me encanta y que me gustó que relatara muy bien. O que tenga buen gusto en las películas (¡Conoce Animal house!), o que sepa, al final del libro, exactamente lo que debería ser el amor. Creo, en serio, que este libro pudo haber sido bueno y es una tristeza que el autor no supiera cómo desarrollarlo.
Ya para terminar, le recomiendo este libro a todas las personas que quieran una historia CLICHÉ de inicio a fin con un desenlace no sólo esperado, sino conocido, a tal grado que no te implica reto y no te hace pensar. Eso o a chicos de 12 y 13 años que apenas comiencen con al atracción por otros y que hayan enfrentado una decepción amorosa, así como Macaulay Culkin en Mi primer beso. Porque sí, siento que el protagonista era más o menos de esa edad cada que tiene esos arranques casi infantiles que él "atribuye al amor".
Saludos enormes,
Caronte Soultaker
Licenciada en Literatura Hispanomexicana y apasionada de la lectura. Su principal objetivo es llevar los libros a todos aquellos que todavía no encuentran su alma gemela en papel.
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Comenzaré con una pregunta que espero que piensen a profundidad: ¿qué estarían dispuestos a hacer por un libro? O una segunda: ¿morirían por él? Estas son las cuestiones a las que el protagonista de la novela de Ray Bradbury se enfrenta, Guy Montag. Él, que vive en este mundo distópico donde los libros están prohibidos, cuya profesión es ser bombero y quemar todos esos textos que pueden hacer a la gente pensar y por ende ser infelices; llega un día en el que se pregunta por el contenido de los libros y se anima a leer uno. Así, su vida se pone de pies a cabeza en dos segundos, apenas pasa las páginas e intenta pensar en lo que está leyendo. A grandes rasgos esta trama parece casi un chiste, casi divertida, pero lo cierto es que deja demasiado a qué pensar. El autor se esmeró de verdad en dar un nuevo toque a un tema tratado por otros. Orwell lo hizo en su 1984, o Huxley en su glorioso Un mundo feliz. Pero Bradbury enfrenta lo ya conocido desde una perspectiva que hasta el momento yo no había leído.
Es momento que hable un poco del entorno en que Ray Bradbury nos introduce para que comprendan las diferencias. No se las diré para que, como el mismo Montag nos lo dice, pensemos un poco al respecto. Para comenzar con este punto, tenemos un lugar donde lo más importante es la "familia". Y por ese término me refiero a cuatro paredes con televisores que las abarcan enteras, mismas en las que se proyectan de forma continua un montón de personas virutales que te dan "noticias" y te presentan los programas de chismes a gritos. Tal cual. Esa es la familia a la que todos aman, escuchan y por la que se preocupan. En el caso particular de Mildred, esposa de Montag, su preocupación más grande es poder comprar la cuarta pared de su sala de estar porque la programación en sólo tres no le parece suficiente. Ahora bien, las entretenciones de este mundo son variadas. Van desde conducir a más de 100 kilómetros por hora atropellando gente en la calle (locos, ya nadie camina en ese tiempo), hasta vivir (¡VIVIR!) con un auricular en el oído, ignorando a las personas de carne y hueso, porque prefieres por mucho darle oídos a tu "familia". Se ha convertido en cosa extraña caminar por la calle, o hablar entre parejas, y ni qué decir de sentarte en silencio. Todo es ruido, todo es eso que te procura la felicidad sin pensar demasiado en nada, porque el que piensa se preocupa, y el que se preocupa es infeliz. Han quedado de lado las escuelas, los profesores, los títulos universitarios. Todo lo que necesitas está al alcance de la mano, en una pantalla, en un tiempo corto (porque ya nadie espera o tiene paciencia). ¿Les suena vagamente familiar?
Sobre los personajes no tengo demasiado qué decirles pero sí quiero concretarlos para que entiendan un poco más sobre el texto. Ya les hablé de Montag, este hombre que comienza a leer y abre los ojos a este nuevo mundo lleno de altas y bajas, lleno de posibilidades. Lo que no les especifiqué es que tiene esta esposa, Mildred, que ama más a las tres paredes-pantalla de su sala de estar que a su esposo. A grandes rasgos, es la que introduce al lector al mundo en el que Bradbury nos quiere llevar. Ella sigue las reglas porque es lo correcto, aunque a veces se sienta mal y se tome todo el envase de pastillas a tal grado que su marido deba llamar una ambulancia; ella está "bien" y tiene "amigos". Aunque también aparece el capitán Beatty, el jefe de Montag en la estación de bomberos. Es, creo yo, el personaje que más llamó mi atención. Se trata de un hombre que ha leído. Conoce los libros y a veces los cita en voz alta, pero siempre los pone como ejemplo de algo malo. Es un hombre inteligente cuya postura no logré descifrar del todo. Contrario al viejo profesor que ayuda a Montag en su aprendizaje. Él es la cara del miedo que una persona puede tener ante la adversidad y eso se nota desde su primera conversación con el protagonista. No por eso, desde luego, se trata de un mal personaje. Hace pensar a Guy y, de forma indirecta, nos hace pensar a nosotros.
Saludos enormes,
Caronte Soultaker
Licenciada en Literatura Hispanomexicana y apasionada de la lectura. Su principal objetivo es llevar los libros a todos aquellos que todavía no encuentran su alma gemela en papel.
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¡Hola a todos!
Caronte Soultaker
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Caronte Soultaker
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Sólo queda un asunto pendiente para decidir el destino de Sognum: el juicio de su antiguo amo. Aka Ilión deberá enfrentar a un pueblo iracundo que clama por su sangre. Pero la razón deberá ser la aliada de la justicia, si lo que buscan es un nuevo orden en el que los valientes sean quienes gobiernen.
Hablaré de la edición de forma rápida en vista de que es muy parecida a la primera parte de esta saga. La portada es hermosa y me gusta que tenga estos detalles de los símbolos que, conforme uno va avanzando en el texto, comprende que se relacionan con la historia. Lo mismo ocurre con el interior y los pequeños guiños que Taibo deja para nosotros de un personaje a otro. Eso sí, encontré un par de errores, sobre todo en lo que a signos de puntuación respecta. En el epílogo aparece una pregunta que no debería llevar signos de interrogación y en el capítulo 20 una coma que no debería aparecer. Pero fuera de eso, el libro es visualmente hermoso.
Ahora hablemos sobre los personajes. He de admitir que me han gustado mucho. Parece ridículo que estos personajes que ya conocemos, mismos que hemos visto viajar a lo largo y ancho de este mundo que el autor nos presenta, me haya gustado de esta forma en la segunda entrega; pero Benito sabe manejar la clave esencial de un buen personaje: la evolución. Todos ellos, desde los protagonistas hasta los secundarios, comienzan a sufrir cambios considerables en su forma de ser, en su manera de ver el mundo y de planear su futuro. Las peripecias que Taibo nos retrató dentro de estas primeras dos entregas los han hecho evolucionar -ya sea para bien o para mal, eso sólo se descubrirá en el final- a tal grado que se disfrutan mucho en todo momento. Personalmente seguirlos fue para mí un placer en toda la extensión de la palabra, más aún porque son personajes humanos y creíbles dentro de toda esta fantasía que supuran los libros en cada página.
Respecto a la trama, intentaré no dar demasiados spoilers para no echarles a perder el libro pero creo que las aventuras a las que se enfrentan, son realmente interesantes. Sobre el juicio del rey no les diré mucho, sólo que este evento es el pretexto perfecto para juntar a nuestros cuatro grupos de protagonistas y, hasta cierto grado, generar un lazo entre ellos. ¿Quieren saber si matan o no a Aka Ilión? pues tendrán que leer el libro para averiguarlo pero les garantizo que la respuesta a esa pregunta los sorprenderá mucho. Y no sólo eso, sino lo que conlleva, lo que aparecerá como consecuencia de todo lo ocurrido en ese evento, lo mismo que las omisiones que se harán al respecto. Si algo falta dentro de esa escena les recomiendo que le presten atención a ese aspecto también para que completen todo el cuadro.
Ya casi para terminar la reseña, necesito expresar algo que me gustó muchísimo de este libro: la ideología. Como tal, está fuera de lugar afirmar que es la ideología del señor Taibo expresada por medio de sus personajes. No es el caso aunque sin duda se nota un poco de las entrevistas y conversaciones que se pueden encontrar de él en internet. Como sea, a lo queme refiero es a estos guiños que él nos da de esa sociedad antigua, mismos que se pueden transpolar a la sociedad actual. Aparece la liberación de los oprimidos -completamente marxista-; aparece esta idea de justicia, pero justicia real, no sólo "de dientes para afuera" como decimos en mi país. También se notan las situaciones sobre la fe y, en general, Taibo quiere hacer pensar a las personas (sobre todo a las jóvenes, lo que le agradezco como lectora desde lo más profundo de mi ser putrefacto) sobre lo que los rodea. Hay una particularidad que debo mencionar: el leer. Existen capítulos dentro de este libro que parecen dedicados a nosotros los lectores, a los que pretendemos enseñar algo, pero sobre todo a los que intentamos vivir de la literatura. A grandes rasgos diré que se pone a la figura del lector como esta persona importantísima para el progreso de un país. Nos hace ver que entre más ignorantes seamos, mayor será la capacidad que le demos a otros de gobernarnos. Esto, sin lugar a dudas, es lo que más me causó ruido mientras devoraba (lo leí en un día literalmente) este texto.
Así que aquí lo tienen, una buenísima recomendación de lectura de verano. Es un libro realmente corto, entretenido, con lenguaje técnicamente sencillo (aparecen algunas palabras complicadas que se pueden encontrar en una visita a Google), con personajes conocidos que nos darán maravillosas y nuevas aventuras vistos desde otras perspectivas. Es por esto y mucho más que este libro se lo recomiendo a todos, a secas. A los niños mayores de nueve años que quieran grandes aventuras equiparables a las de los piratas, los vaqueros y otros grupos de gente que lucharon con valentía. Se lo recomiendo a las niñas que quieran historias de amor con heroínas dignas de tener sus propias historias, llenas de mujeres fuertes que se enfrentan a su destino. Y espero que, de alguna manera, todos aquellos que lo hayan leído o que lo vayan a leer, también tengan maravillosas experiencias con este escrito.
Como siempre, saben que los espero en los comentarios -sin dar demasiados spoilers- y espero que podamos leernos pronto.
Saludos enormes,
Caronte Soultaker
Licenciada en Literatura Hispanomexicana y apasionada de la lectura. Su principal objetivo es llevar los libros a todos aquellos que todavía no encuentran su alma gemela en papel.