Gran panda y Pequeño dragón


Autor (es):
James Norbury
ISMB: 978-607-380-718-0
Género: Fábula
Editorial: Nube de tinta
Número de páginas: 160 páginas
Saga: No lo necesita
Sinopsis: Una historia inspirada en la filosofía oriental que enamora a grandes y pequeños. 

Este libro narra el viaje de dos amigos con tendencias a perderse.

Como la mayoría de las personas.

Gran Panda y Pequeño Dragón suelen terminar encontrándose, pero cuando les cuesta recuperar el rumbo, aceptan dónde están y disfrutan de su lugar en el mundo. En este precioso recorrido por las estaciones del año, ambos aprenderán que lo verdaderamente importante no es la meta, sino la compañía.

Un cuento ilustrado que invita a vivir en el presente y a buscar la inspiración para superar las sorpresas de la vida.


Hola a todos, mis queridos seres míticos. El día de hoy vengo con un libro que en realidad no planeé comprar y mucho menos leer. Para los que me siguen en Instagram, ya se saben la historia completa, para los que no, ¡corran a leerla! En realidad, es algo sencillo que me causó mucha impresión en su momento y que, debido a ello, es que quise hacer la reseña. Si bien vine al segundo de terminarlo, la verdad es que tardé en realizar el escrito en forma debido a que hay montones de cosas que no sé cómo explicarles, pero que intentaré exponer. 

Comenzaré hablando de los personajes. Son sólo dos: Gran Panda y Pequeño dragón. Al inicio no parece que haya nada interesante entre ellos o que lleguemos a conocerlos de manera profunda, sin embargo, nos equivocamos. Es un hecho de que no se trata de una historia lineal, algo básico que tiene un inicio o un fin, para nada semejante. De hecho, este libro no lleva una narrativa generalizada que cuente una anécdota ni mucho menos; y no por ellos los personajes son menos profundos. En realidad, son seres bastante humanos en cuanto a su pensamiento y su forma de ser el uno para con el otro. Tienen un trasfondo que no conocemos perfectamente, pero que inferimos por los comentarios que se hacen en las diferentes escenas. 

Por otro lado, está la ilustración. Me pareció sumamente hermosa, en serio bella. Al más puro estilo asiático, este libro nos muestra en su mayoría acuarelas, aunque también un par de dibujos a tinta de estos dos amigos en escenarios que se mezclan entre monocromos y colores llamativos y bellos. Además, aportan mucho y vuelven el escrito todavía más entrañable.

Ahora bien, hablemos de la trama. No la tiene. Y eso no significa que lo haga menos agradable. Nos "cuenta" la historia de Gran Panda que viaja con Pequeño Dragón. A lo largo de su viaje ambos intentan descubrir lo que el mundo les tiene deparado a la vez que Pequeño Dragón procura darles múltiples usos a las hojas de los árboles, lo que se vuelve una especie de chiste privado. Como ejercicio literario intenté ver qué cantidad de usos reales podría darles a las hojas de los árboles, tal como lo hace Pequeño Dragón. Si se les ocurre alguna, no duden en dejarla en los comentarios para platicarla. 

Dejando los tecnicismos de lado, la realidad es que este libro me inspiró mucho. Por lo general no suelo leer libros considerados de superación personal, la idea de que me digan cómo vivir mi vida me fastidia; pero este texto me cautivó desde el minuto cero. Me hizo pensar en quién soy y a dónde quiero llegar, encima, en cómo quiero vivir el camino para acercarme a ese punto. Incluso me hizo llorar y reír, por momentos mezclar estos dos estados. No lo sé, hizo tantos estragos en tan solo unas páginas, que para cuando terminé el libro me quedé largas horas en completo silencio, pensando, sintiendo y repasando. 

Como dije en mis redes sociales, se trata de un libro que no planeé leer, pero el cual agradezco haberme topado en el camino. No es que sea particularmente creyente de nada, pero conocer la filosofía budista de esta manera tan bella, me pareció en realidad buenísima. 

Por lo demás, recomiendo este libro a todo el mundo, a chicos y grandes, a personas que se sientan fuera de lugar y, sobre todo, a gente que -como yo y muchos más en el mundo- se sientan solos, que crean que no son suficiente o que han perdido el camino. Al menos una de estas palabras puede ayudarlos a replantearse todo eso que llevamos dentro.

Saludos enormes...