Cuentos completos II


Autor (es):
Julio Cortázar
ISMB: 978-607-110-911-8
Género: Cuento
Editorial: Punto de lectura
Número de páginas: 618 páginas
Saga: 2/3

Sinopsis: Hay que leer a Cortázar. Siempre. Sus cuentos sn la pintura genial de seres improbables, mágicos y llenos de ternura. Son la síntesis mejor de la literatura, a la que nos acerca el prólogo de Mario Vargas Llosa, y son también la oportunidad de embarcarse en un viaje interminable conducidos por su mano maestra. Tres volúmenes excepcionales escritos por este cronopio inmortal, uno de los mejores cuentistas del siglo XX.


Hola, mis queridos seres míticos. ¿Cómo los trata esta cuarentena que se ha vuelto eterna? Por acá todo técnicamente bien, con salud y esas cosas pero, como es de esperarse, apresados desde hace siete -casi ocho- meses. Como sea, el día de hoy no vengo a hablarles de la pandemia, sino de este maravilloso libro que, como su título lo dice, es una compilación de cuentos del genial autor argentino, Julio Cortázar.

No planeo escribir demasiado sobre la estructura general de los cuentos porque se tratan de escritos muy diferentes entre sí. Se nota que Cortázar deseaba expresarse y experimentar con el lenguaje, cosa que se nota en cada uno de los relatos. Hacerlo requiere de un escrito y un análisis muchísimo más extenso que esta reseña. Eso sí, puedo decirles que en cada uno de los textos encontrarán cosas que llamarán muchísimo la atención para el lector pues Cortázar sabe cómo, desde el inicio, mantenernos siempre leyendo por lo que, de entrada, les recomiendo este libro.

Eso sí, hay algo que no me encantó pero esto es más por mis preferencias literarias. Existen cuentos dentro de este libro que no me encantaron tanto como en la primera entrega de la serie. Como ya dije, se debe principalmente a lo que me gusta o no leer. En el caso de este libro se trata de cuentos algo más realistas, con tintes más humanos y regulares. Con esto, aclaro, no me refiero a cuentos de temática simple y común en un mal sentido de la palabra, sino a cuentos que tratan temas más cotidianos. No digo que no exista algo maravilloso y digno de contar por tratarse de temas más humanos, sólo que supongo que no tengo mucho la costumbre de leer este tipo de cuentos. Claro que también existen otros que van sobre la temática fantástica que me han gustado muchísimo. A grandes rasgos se trata de un libro bastante diverso respecto a contenido. 

Una cuestión estructural que me llamó mucho la atención es la manera en que están acomodados los textos. En la reseña de la precuela de este libro (Link) no presté mucha atención a este detalle pero lo cierto es que los escritos están acomodados de forma cronológica. Dentro de esta antología aparecen cinco compendios que abarcan desde 1962 a 1977 y son "Historias de cronopios y famas", "Todos los fuegos el fuego", "Último round", "Octaedro" y "Alguien que anda por ahí", respectivamente. Esto me agradó porque se nota mucho el trabajo editorial además de que ayuda a saber la temporalidad de sus escritos y tener más o menos una idea de su estilo dependiendo de la época porque, si bien por lo general es uno, siempre se puede apreciar la evolución del autor o sus cambios de temática. 

He de mencionar todos los cuentos que me gustaron de los distintos libros para que comprendan un poco que sí me gustó mucho esta antología, que sí existieron textos que me parecieron excepcionales de acuerdo a mi gusto; pero que aún así hubo algo que siento que me faltó comprender o con lo que me costó empatizar dentro de este escrito. Algunos títulos son "Acefalía", por ejemplo, que es totalmente fantástico. O "Filantropía", donde habla de las famas y también "Historia" y "Eugenesia" dentro de este mismo apartado. Luego "La señorita Cora" y "La isla a mediodía". Este segundo que también se puede considerar algo fantástico gracias al conocidísimo doppelgänger. Pero sin duda el que más me gustó está en el penúltimo apartado de la antología y se titula "Ahí por dónde, cómo". Ese es el que más les recomiendo y espero que, como a mí, no los haga sufrir tanto y sentir un nudo en la garganta. 

A grandes rasgos creo que no puedo ser imparcial con este escrito. Se trata de un libro de un autor que me encanta y creo que, pese a que me gustaron demasiado pocos cuentos en comparación con la parte anterior, no puedo simplemente dejar mi fanatismo de lado y darles una crítica 100% parcial. Así que ahí lo tienen, lo mejor que he podido pese a mi fangirleo por Cortázar. 

Ya para terminar, recomiendo este libro a demasiada poca gente. No lo siento como un texto que todos puedan leer pues, como Rayuela, creo que se puede apreciar más con los conocimientos precisos. Aclaro que no quiero decir que sólo los estudiosos de la literatura comprendamos de qué van los textos, sino que se necesita conocer suficiente de gramática y lingüística para entender esos pequeños guiños e incluso bromas de este estilo que Cortázar deja para sus lectores a lo largo de todo lo que escribió y que luego algunas personas compilaron para nosotros. Creo que todos pueden darle una oportunidad, eso sí, sobre todo a los textos más fantásticos; pero que les será complicado tomar algo más de este libro. Es un hecho que se nota la evolución de su escritura y la complejidad que esta tomó con el paso de los años. Pese a eso, creo que es un maravilloso libro para personas de edad avanzada (25-30 años en adelante) y para todos los jóvenes con iniciativa que quieran investigar un poco y sacar todo el jugo posible a esta entrega.

Saludos enormes,





Dentro de Briana



Laura Casella, Dentro de Briana. Luxor, Buenos Aires, 2020, 170 pp. 


Sinopsis: Monótona y solitaria, así se presenta la vida para Briana.
En la melancólica intención de controlar su mundo, encontró en Javier el florecer de los sentimientos que siempre había deseado. Tras un comienzo abrupto, su amor se tornó intenso, pero cuya inestabilidad le hará considerar con cautela el peligro que se avecina.
Briana hallará en su reflejo el desequilibrio de sus emociones y pensamientos. Afrontar la oscuridad de su interior la forzará a cuestionar si realmente está dispuesta a hacer todo por amor.


Hola a todos. El día de hoy vengo, con mucho orgullo, a presentarles la primera reseña de esta maravillosa colaboración con la editorial argentina Luxor. Quiero agradecer primero que nada a Johnathan por hacerme llegar el libro y a la autora misma por crearlo para que podamos leerlo. Aquí mismo les dejo todos los links necesarios para que puedan adquirir el libro y saber de qué va la cosa en el mismo. Además, les dejo las reseñas del ahora editor, Johnathan Vázquez. 


Pero bueno, pasemos de lleno a la reseña. Creo que he de comenzar por los personajes, que son relativamente pocos. Aparece Victoria, una psicóloga (o psiquiatra, no entiendo demasiado bien su función) quien pretende ayudar a la protagonista. De este personaje, fuera de su profesión, no sabemos absolutamente nada. No tiene un carácter definido en forma alguna y su única función es explicar la patología que sufre Briana. Por lo demás, la terapia pudo haberse dado en carta y el texto sería exactamente el mismo. Luego aparece Javier, quien es literalmente el príncipe azul de esta novela. En corto entenderán porqué esta referencia. Extrañamente, de Javier tampoco sabemos absolutamente nada, al grado que creo que ni siquiera se menciona a qué se dedica. Todo lo que sabemos de él es que está enamorado de Briana y que tiene tiempo suficiente para poder faltar al trabajo días y semanas enteras. Por lo demás, no sabemos absolutamente nada. Pero bueno, por último, existe Briana. De ella sí que les puedo decir montones de cosas. Es una mujer de 28 años con muchos traumas (mismos que no conocemos a ciencia cierta), que le gusta fumar y salir a correr, lo cual es sumamente contradictorio. Sabemos que va del trabajo a la casa y viceversa, porque no sabe ni le gusta tratar con personas. Y por último, sabemos que cuando conoce a Javier, quiere corresponder a su afecto y que a partir de entonces, con la idea de ser una persona perfecta para él, se crea dos personalidades: María y Ana. No se apuren, no les estoy adelantando demasiado al mencionarles esto. De cualquier forma, aquí tengo que decirle a la autora que quizá le falta un poco de redondez en los personajes. Darles algo más que simplemente el momento específico en que los conocemos porque, de lo contrario, como lectores no podemos conectar demasiado con ninguno de ellos ni generar empatía que los haga entrañables de manera alguna.

Respecto a la trama tengo poco qué mencionar. La verdad es que la idea original me pareció buenísima. La perspectiva de una patología de personalidad múltiple que se vuelve algo atípica por aspectos que no les comentaré para no echarles a perder la idea; me pareció realmente buena, de verdad. De hecho, creo que es una idea que tiene para demasiado. Mi único problema a este respecto es que todo se centra en la relación que tiene Briana con Javier. Para comenzar, las personalidades se crean a partir de esa relación y todas las subidas y bajadas de la historia se dan por esto mismo. No es como que Briana las creara por cosas en general, sino por este drama en particular. Eso no me encantó como debería porque creo que se está limitando a un asunto bastante superficial que se pudo profundizar para generar más expectativa en el lector. Ahí siento que se perdió un buen elemento a desarrollar. No digo, claro, que no se pueda dar ese tipo de situaciones por una relación que se desea y no sale como se espera; pero siento que es bastante simple el hecho de que todo se base en ello.

Hubo otra cosa que me molestó bastante. Desde el inicio Briana se la pasa diciendo que no habla de emociones, que no es de sentimientos y que no se tiene suficiente autoestima como para poder hablar de ella..., pero el libro entero trata sobre sus emociones, sentimientos y de ella hablando sobre sí misma. Esto además de contradictorio parece un tanto ilógico. La verdad es que no me parece muy congruente su manera de ser y expresarse. A este respecto creo que se necesita una justificación para el libro en general, algo como que Victoria en su cualidad de terapeuta le dijera a Briana que se abriera en un diario o algo que ayudara con su problema. Claro que, para lograr esto también se tendría que dar una evolución en la escritura. Que Briana comenzara cerrada hasta para ella y que comenzara a abrirse lentamente. 

Otra opción que creo que no se explotó lo suficiente fueron las alternativas de visión. Todo el libro aparece desde el punto de vista de la protagonista y, por su temática, pensé que contendría algo a lo Carrie de Stephen King, con archivos psicológicos, notas de la doctora o algo semejante que hiciera de la historia algo más interesante y que fuera por un sentido algo menos dramático. Porque creo que ahí radica mi mayor problema con este libro: es melodramático. Es un constante subir y bajar que por momentos no tiene sentido. En algún punto pensé que Briana se descontrolaría en serio y mataría o heriría a alguien, pero no se da ese aspecto. Todo se centra en esa relación afectiva, no más. Y comprendo que la chica no se lleve con el resto, que no tenga más amigos y esas cosas, pero creo que se exagera un tanto la relación de dependencia tóxica que tienen Javier y Briana, porque la hay.

Ya para terminar, le recomiendo este libro a personas muy específicas, sobre todo a aquellas que gusten de los libros sentimentaloides que suban y bajen sus emociones como una montaña rusa; porque en Dentro de Briana lo encontrarán a cada paso que den dentro del escrito. Este texto quizá le guste mucho a alguien que le gusta sufrir con los personajes que lee. Se trata de un escrito sumamente sencillo de leer que ayuda a pasar el rato pero que, a mi ver, tiene algunos fallos en la construcción del texto mismo.

Saludos enormes,




Las arenas de Crooken


Autor (es):
Abraham Stoker  
Traductor (es): Graciela Dávila y Judith Navarro       
Ilustrador (es): Ilse Ovalle y Miguel Tovar 
ISMB: 978-607-871-00 
Género: Misterio Editorial: Exmaquina 
Número de páginas: 38 páginas 
Saga: No


Sinopsis: Arthur Fernlee Markam, un hombre común pero con gustos extravagantes, decide pasar unas vacaciones familiares en Crooken. Nada lo preparará para la serie de confusiones y acontecimientos que se desatan con su llegada. Primero un traje, luego una caminata, finalmente el horror: actos cotidianos que rozan con lo desconocido. Cada paso que el personaje da lo sumerge en sus mayores temores. ¿Será un sueño o una especie de maldición lo que se posa ante sus ojos en las arenas de Crooken?


Hola a todos, seres míticos. Nuevamente yo por acá. Lo sé, demasiado pronto y seguro es sospechoso, pero el libro que les traigo hoy es relativamente corto. En concreto, se trata de un cuento del conocidísimo Bram Stoker, autor de Drácula. Supongo que pocos sabían que el autor no sólo escribió la conocida novela, sino que además tiene algunas antologías de cuentos. Pues este es no de ellos. Yo lo conseguí gracias a un Giveaway que gané en el Instagram de la editorial Exmaquina a quien agradezco enormemente por los ejemplares de libros que me hicieron llegar. A lo largo de los meses pasaré a hacerles las debidas reseñas poco a poco. Si quieren adquirir el libro en esta edición les dejo el link por AQUÍ

La historia dentro del libro es aparentemente sencilla. Un hombre adinerado va con su familia a este sitio cerca del mar llamado Crooken para distraerse y tener unas vacaciones memorables. El problema llega cuando él se viste como si perteneciera al sitio -que está en Escocia-. Podemos verlo con kilt por todo el lugar, situación que avergüenza a su familia a tal grado que lo evitan en todo momento y, cada que él sale a pasear, fingen que tienen ocupaciones, cualquier cosa, para no pasear con él y que la gente los vea. Es en uno de estos paseos cuando un pescador le vaticina una maldición: si continúa con su vanidad -vistiendo ese traje-, las arenas se lo tragarán. Por lo demás, no les diré lo que siguen para no darles spoilers al respecto. Los dejaré completamente con la duda de lo que sigue y, es más, en qué termina.

De los personajes no tengo demasiado qué decir. La verdad es que no se desarrollan y tampoco es necesario que eso ocurra. A lo que me refiero es que se trata de un cuento -pese a la presentación en que yo lo adquirí-, por lo que no necesitamos demasiados detalles ni saber lo que hay antes de ese momento en que Bram Stoker nos los muestra y nos habla de ellos. Lo más que puedo decirles es que Arthur es un hombre rico y arrogante que, si bien se ha esforzado para llegar a donde está, tiene todo en la vida y no está acostumbrado a que le lleven la contra y mucho menos a que lo manden. Sobre los miembros de su familia sabemos relativamente poco, de algunos ni siquiera conocemos sus nombres. Es, sin embargo, el pescador de quien se sabe más en toda la historia. Sabemos que él también venía de una buena familia -no tan adinerada como la de Arthur- y que podría tener un mejor futuro que simplemente pescar. De hecho, fue su decisión volverse pescador. Además, sabemos por terceras personas que con frecuencia suelta profecías y que éstas se cumplen en todo momento.

Del final, no les diré demasiado, excepto que es definitivo. ¿A qué me refiero con esto? A que puede encantarles o lo pueden odiar. Es como la ópera, no hay medias tintas en este asunto. O uno, o lo otro. Personalmente, me encantó pero también me molestó un poco. Todo es cuestión de editar un tanto el final. Pero no diré más para dejarlos con la intriga de que lo lean.

Y antes de llegar al final y la recomendación, quiero tomarme un momento para hablar de la edición. Más allá de agradecer que me enviaran el libro, lo cierto es que debo hacer ver el esfuerzo editorial que se hizo. Se trata de un sello intenta llevarnos lo mejor de sí mismos y eso es algo que merece apreciarse. Además, son paisanos originarios de Zacatecas (saludos hasta allá). Así pues, les hablaré de la edición que yo tengo. Se trata de una ilustrada, cosa que me encantó. Si bien las imágenes son escasas -se trata de un libro cortísimo-, las que aparecen son realmente buenas, lo prometo. Además, al centro existe una a dos páginas que simplemente me gustó mucho, además que creo que ilustra toda la trama del libro. También la elección de la portada creo que fue la mejor ya que existe un punto para esa imagen dentro de la historia. En general, creo que se hizo un muy buen trabajo. Ahora, respecto al texto, sólo vi un error de dedo ya casi llegando al final. Por lo demás, creo que es una muy respetable traducción, una que me ha gustado y que creo que ha mantenido la esencia del texto de Stoker.

Ahora sí, ya para terminar, le recomiendo este libro a todo el mundo, en serio a todos. Creo que es un cuento buenísimo para comenzar a leer terror, para saber de sus monstruos (hay mención y explicación de uno dentro del cuento). Físicamente es muy corto, lo lees en cuestión de minutos. Visualmente es algo digno de admirar. Así que, lo recomiendo a los muchachos mayores de 10 años que pregunten a sus padres esas palabras complicadas, a los profesores que no sepan qué darle a leer a sus alumnos, a los jóvenes que crean que Stoker sólo escribió Drácula; y en general, a los que quieran mantenerse despiertos por lo menos una noche de su vida.

No me queda nada más que despedirme en esta entrada hasta la otra que podamos leernos. Mientras tanto, les pregunto, ¿alguien ha leído este cuento o sabía que Stoker tenía otros textos? ¡Los leo en los comentarios!

Saludos enormes,




La edad de la ira


Autor (es):
Fernando J. López
ISMB: 9788467033687
Género: Young Adult
Editorial: Espasa Libros
Número de páginas: 317 páginas
Saga: No

Sinopsis: A partir del drama desencadenado por Marcos, un chaval de dieciséis años, que hace correr ríos de tinta en todos los medios, un periodista inicia una investigación en el instituto donde estudiaba el chico. A través de los testimonios de profesores y compañeros, el lector irá descubriendo las razones de la aparente locura de Marcos.


Hola a todos. Yo de nuevo por acá, trayéndoles una nueva reseña. El día de hoy quiero hablar de este libro que leí para la escuela pero que me impactó de tal manera que necesito comentarlo con alguien y -claro que sí- nadie es mejor que mis seguidores para hablar sobre el tema. 

Como pueden ver, se trata de un libro relativamente contemporáneo. Es extraño en mí reseñar esta clase de libros pero, la verdad, es que éste ha llamado muchísimo mi atención. De forma estructural puedo decir que se trata de un escrito con lenguaje sumamente sencillo, de ese que todos o casi todos podrán entender. Por si esto no fuera suficiente, contiene capítulos en serio cortos (10 páginas a lo sumo en cada uno de ellos), en las que se hace referencia a mucha cultura popular tal como series, libros y películas. El carácter de sus protagonistas se presta mucho para que uno, como lector, pueda comprenderlos y empatizar con los mismos. Es pues, Santiago -un periodista que planea escribir un libro al respecto- quien nos lleva a través de las páginas, narrando su investigación del crimen y citando cartas, e-mails, grabaciones transcritas y textos de los testigos de los que dispone. 

Sobre la trama, creo que es una bastante conocida. Con esto me refiero a que todos los días podemos ver -lamentablemente- este tipo de situaciones. Es, sin embargo, la manera en que el escritor lo maneja, lo que hace de este libro algo en serio maravilloso. Para comenzar, nos da el punto central de la situación. Marcos, el protagonista, ha asesinado a su padre con una máquina de escribir, esa que lo obligaba a usar para hacer las tareas porque le había quitado cualquier medio de comunicación actual (teléfono celular, computadora, cualquier cosa con internet). Desde el inicio conocemos la situación y, a grandes rasgos, lo que parecen ser los motivos que lo llevaron a cometer ese crimen ya que, olvidé mencionarlo en la frase anterior, Marcos también deja a su hermano malherido pues le enterró unas tijeras en el cuello. Así pues, de todo lo que va este texto, es de la motivación real. 

Entonces, es momento de hablar sobre los personajes porque me parece que este es el punto central y real del libro. ¿A qué me refiero con esto? Los personajes son los que llevan al lector dentro de la historia y es su carácter -o falta del mismo- lo que puede hacer un libro increíble o, en su defecto, echarlo todo a perder.

En primer lugar pondré a Marcos, la persona a quien hacen referencia en todo momento y que está ausente dentro de los testimonios. El chico es descrito como una persona sumamente popular, que incluso tiene un séquito de personas que vienen y van detrás de él. Extrañamente, parece que él ni busca ser popular ni pretende disfrutar demasiado de lo mismo. No diré más, sólo que mantengan esa imagen del chico popular que es más bien introvertido. Luego aparece Santiago. Él no tiene realmente nada que ver con Marcos. De hecho en la novela no se topan frente a frente nunca. Como sea. Se trata de un reportero que llega al crimen de Marcos por meras notas. Es alguien mayor -el factor mayor, claro- que se ve, muchas veces, reflejado en lo que le ocurre los chicos con los que convive.

Existen un montón de personajes más tales como la mujer de la mesa directiva. Álvaro, el profesor de literatura que es homosexual y se siente discriminado; el directo de la escuela que es un machista y racista que no le dice a nadie las cosas de frente pero procura ponerles piedras en el camino a todos; Gema, la profesora que llegó al lugar porque quería tiempo (vacaciones regulares) y dinero constante pero a quien la idea de enseñar no le encanta; Raúl, el chico que quiere ser popular; Sandra, la mejor amiga que está enamorada de Marcos y que es objeto del amor de Raúl; Ahmed, el chico "moro" a quien incluso los profesores suelen segregar por su color de piel y su origen. Y puedo seguir. Como ven, se trata de un libro lleno de personajes principales, secundarios e incidentales que se desarrollan dentro del libro porque sí, Fernando López los desarrolla a todos dentro de la obra. A veces en un comentario, a veces en un escrito que pretende hablar sobre Marcos, todos ellos terminan exponiendo una parte de sí mismos. Esto fue algo que me impresionó porque, quiera o no, termina por darnos a conocer todos los personajes, todos los que se mencionan. A veces sólo desde su ideología particular, pero hay otros que llegamos a conocer incluso ciertos aspectos de su vida. 

Sobre esto, tengo que hacer una aclaración y una queja. Sí, sé que me había tardado para quejarme al respecto pero no tengo otra opción. En Literatura conocemos a la diferencia de las voces como "polifonía". Me explico. Una persona que tiene 5 años no habla de la misma manera que un doctor en Historia del arte cuando ambos contemplan un cuadro. Así mismo, muchas personas de bajos recursos suelen utilizar el argot como lenguaje regular mientras que un catedrático en plena conferencia con personas doctoradas no podría utilizarlo. Eso, básicamente, es la polifonía. Pues resulta que Fernando López no supo usarla. Los chicos de 15 y 16 años hablan igual que el hombre de 34 que se graduó en periodismo, o que la mujer con un título en educación. No hay demasiadas diferencias y éstas se limitan a cosas como las muletillas. Por ejemplo con Gema, la profesora desinteresada, todo lo que hace es poner un "¿sabes?" regular cada tantas frases. Por lo demás, ella y el chico que atendía la cafetería escolar, ese que nos dice de primera mano que dejó la escuela a los 18, hablan igual. 

Ya casi para terminar, no me queda mucho más que mencionar respecto al libro fuera del tema central. Porque sí, el asesinato fue mero pretexto para llegar a los asuntos contundentes. Durante toda la novela Fernando López se esfuerza a sobremanera para que el lector piense. ¿Les preocupa? Prometo que tampoco es para tanto. Se encarga de exponer situaciones, modos y maneras en que se puede llegar a pensar. Como ejemplo tenemos la situación del racismo que enfrenta el alumno Ahmed por su origen. Lo que realmente perturba de esto es que esta segregación viene de los profesores y del director que aplauden este tipo de comportamiento cuando otros alumnos también lo discriminan. Luego aparece la homosexualidad, desde luego. Lo vemos con Álvaro cuando relata que una amiga lesbiana no puede celebrar su boda con todos los que quisiera porque, si se hace público, lo más seguro es que pierda su empleo. Y por último pero no menos importante -sino todo lo contrario-, critica a la educación. ¿Por qué esto me causó más ruido que todo lo anterior? Bueno, porque intenta cuestionarnos el papel de los padres dentro de la educación de los chicos. También qué es lo que deben hacer los profesores para lidiar con ellos en esta etapa tan complicada. Todos sabemos que no existe un manual para criar hijos o para ser profesor -al menos no uno que sea infalible-, por lo que es sumamente agradable leer este tipo de posibilidades.

Para no hacer la reseña más larga, sólo me resta decir que recomiendo este libro a todas las personas por encima de los 15 años. A los alumnos que se sientan fuera de lugar, a los que duden de su sexualidad, a los que sientan un odio irracional y no comprendan porqué. Se lo recomiendo a los padres que se desesperan porque no saben cómo acercarse a sus hijos, e incluso a aquellos que creen que enseñar moral a los muchachos le corresponde a los profesores. Pero más que a nadie, se lo recomiendo a los docentes para que lo tomen como manual de estudio y reflexionen sobre su persona a través de él. 

Saludos enormes,




Ocho lugares que me recuerdan a ti (Spoilers)

Autor (es): Alberto Villareal
ISMB: 978-607-07-3665-0
Género: Romance, young adult (?)
Editorial: Planeta
Número de páginas: 196 páginas
Saga: No

Sinopsis: "En tiempos oscuros, siempre vale la pena tener a la mano una historia de amor. Alberto Villareal se enamora mientras enamora al lector con sus palabras". Benito Taibo.

Santiago no cree en el amor, piensa que está sobrevalorado. Claro, hasta que conoce a Valentina. Por ella estará dispuesto a cruzar el Atlántico con sus amigos para intentar recuperarla. Puede parecer una locura... Pero en el amor no se vale perder por no haberlo intentado, porque ni Shakespeare, ni José Alfredo Jiménez pueden estar equivocados, ¿o sí?


¡Hola, mis queridos seres míticos! Yo de nuevo, y tan pronto. Sé que les significa una sorpresa enorme pero prometo que ya no me perderé tanto..., o ese es el plan. Pese a la escuela, estoy intentando hacerme tiempo suficiente para poder reseñar algunos libros y compartirlos con ustedes. Además, sigo mejorando el contenido de mi Instagram sólo para ustedes. Aclaro que, como dice el título, esta reseña contiene spoilers, de manera que si quieren no enterarse, lo mejor es no leerla. Así que, una vez con las advertencias necesarias hechas, lo mejor es comenzar.


 Estamos hechos para amar. 
 Maldigo a nuestro diseñador, pero así es. 
 No hay escapatoria, no hay retorno. 


Alberto Villareal, Ocho lugares que me recuerdan a ti
Planeta, Ciudad de México, 2016, p. 14.

Iré de afuera hacia adentro con este libro. De forma física es una cosa bien realizada, como mucho de planeta. El hecho de que hayan incluido al autor como imagen de portada me gustó. Además de que la visualización de cada título de capítulo es hermosa. Hasta el momento no tengo queja al respecto. Un trabajo físicamente respetable. Pasemos a algo más que no es necesario extenderme en esta situación más allá de decir que el morado es mi color favorito y que predomina en la cubierta, cosa que amé.

 La felicidad está en no quedarse con las ganas. 

Ibid,. p. 29.

Ahora bien, hablemos sobre la trama, misma que identificaré como "primer cliché". La fábula del texto es simple y sencilla: este chico, Santiago, originario de Monterrey, se enamora de una chica española llamada Valentina a quien conoce por dos meses. La chica se va y el protagonista, como es de esperarse y como nos dice la sinopsis, echa a correr al otro lado del mundo para rescatarla. ¿Les gusta la idea hasta el momento? Porque puedo recomendarles al menos 100 películas con esta temática y otros 50 libros al respecto. Como bien lo dije, no es el hilo negro de la literatura. Un tema por demás tratado de una manera usual. Nada fuera de lo común.

 ¿El amor? El amor no se detiene, 
 pero eso es lo bueno. 
 Grandes cosas se han hecho por amor... 

Ibid,. p. 49.


Luego aparecen los personajes. El protagonista, Santiago, es un chico de clase media alta en Monterrey, Nuevo León, México. Hijo de una madre soltera (técnicamente) y un padre que los abandonó cuando él era niño; no cree en el amor. Para cuando el lector lo conoce, estamos entre el tercer y cuarto semestre de su carrera universitaria. Por lo demás, sabemos que es, pese a no creer en el amor, un romántico, adepto a la literatura y al tequila. Tiene dos mejores amigos. Samantha, una chica fuerte e independiente que me parece un buen personaje. Está medianamente bien desarrollada pese a que no sabemos demasiado de ella hasta cerca del final de la historia. Respecto al otro mejor amigo, su nombre es Edgar, un chico divertido y sarcástico con el que el protagonista se lleva como hermanos. Con este personaje todo está de maravilla hasta el momento en el que nos enteramos de que es gay y TODO corre en torno a eso. Deja de volverse una persona para volverse "el amigo gay" que encima le sirve al autor para soltar una serie de discursos moralistas respecto a las personas con esta preferencia sexual. No tengo nada contra ellos, todo lo contrario, los apoyo y creo que como todos, merecen respeto. Mi problema llega cuando el mismo autor lo convierte en una especie de objeto que ejemplifica sus posturas ideológicas. Deja de ser Edgar, su amigo, para volverse el motivo continuo de su apoyo a los homosexuales. Además de que, podemos conocerlo, como el "segundo cliché". Como sea, antes de dejar el apartado de los personajes, necesito hablar un poco más de Santiago. Hubo un aspecto que me causó mucho ruido: el chico dice tener al rededor de 20 años y se comporta como un adolescente de 13 o 14. Quizá es la trama y cómo fue manejada, pero al final de cuentas esa es la sensación que me da. Se impresiona y pone énfasis en cosas que emocionarían a un adolescente como las fiestas en antros o el decir groserías a cada momento. Ambos aspectos no digo que un universitario no los haga, sino que parece emocionarse de hacerlos, como si fueran algo prohibido porque, al final del día, en su mente es un adolescente. Sé que él se reconoce como alguien tranquilo que prefiere estar entre libros, pero la verdad es que ni siquiera un bookworm, y me reconozco entre ellos, se emociona tanto por salir de fiesta, beber tequila y decir groserías. O no lo hace lo suficiente como para mencionarlo en un libro cuya temática es completamente diferente. 

 ...los libros no sólo emiten sabiduría, 
 sino también la captan y la guardan 
 en sus páginas para compartirla con el siguiente 
 lector.

Ibid,. pp. 77-78.

Respecto a la edición del texto tengo algunas quejas técnicas que me molestaron mucho porque, al final del día, espero ser editora y creo que algo como eso no debería ocurrir. Existen, por ejemplo, cambios temporales como "estábamos haciendo esta cosa en la cocina, por eso siento que ella me toca justo ahora mientras estamos en la cocina". De pronto habla en presente cuando se supone que el libro ocurre en pasado y de la nada vuelve a los tiempos regulares. Eso saca por completo de la lectura. Además aparecen pleonasmos como "desconocida que jamás había visto". ¡Claro que era desconocida si jamás la habías visto! Esa es la definición de una persona desconocida. Es como decir "métete pa'dentro". Además que existen otros errores de sintaxis que, en serio, no se deberían de perdonar. Mientras lo leía tuve la constante sensación de que el editor tomó el manuscrito, leyó el nombre del autor, supo que era conocido en el mundo de YouTube, y publicó sin siquiera abrir el paquete que lo contenía. 

 El más grande error que cometemos 
 los humanos es que vivimos para complacer 
 a los demás y no para ser felices nosotros mismos (sic).

Ibid,. p. 134.

Para no alargar más la situación -y la reseña-, pasaré a dar una lista escueta (tanto como las descripciones de este libro), de las cosas que no me encantaron al respecto. Por ejemplo, las escenas muy adolescentes, o que una campana dirija el tiempo en una universidad. Hasta donde sé, esto no ocurre en muchos sitios de esta manera (o eso espero) porque el punto de la universidad es enseñar a los estudiantes a medir su propio tiempo y su capacidad de carga mental, así que la campana no es necesaria. Por otro lado, Santiago es demasiado melodramático. Se enoja y golpea las paredes, o su corazón late rápido cada que le ocurre algo como esperar el mensaje de su amada. ¡AMIGO! Si eso te pasa, ve al cardiólogo. Mira que esperar por horas un mensaje con el corazón acelerado creo que se considera taquicardia. Y por si todo esto no fuera poco... están los ocho lugares. Les explico. El libro se titula Ocho lugares que me recuerdan a ti, por lo que uno podría llegar a pensar que el chico nos hablará de esos sitios. Incluso llegué a imaginarme que Santiago pasaba por esos ocho lugares, o que haría constantes flashbacks para recordar a la chica en esos sitios. Pero no. De hecho, en todo el libro, ni siquiera nos enteramos de cuáles son seis de esos ocho lugares. Así de simple. El título del libro no tiene sentido alguno en vista de que, al final, los ocho lugares ni siquiera fueron relevantes para contarlos. Al menos para mí, no tiene sentido. Creo que un mejor título pudo haber sido algo como "Carta a Madrid" o yo qué sé. Algo que refiriera al viaje y a la chica que lo originó, pero no a los ocho lugares que ni siquiera te interesan en este punto. Esto me recordó que un teórico literario dice que debes usar todos los recursos de tu historia, que si, por ejemplo, hablas de un clavo en la pared, al menos uses el clavo para hacer que tu personaje se cuelgue de él. Pues bien, Alberto Villareal puso un clavo en la entrada de una casa y no lo usa para nada, excepto para estorbar cada que se quiere pasar. 

 No, el amor verdadero es muy distinto. 
 El amor va más allá. El amor es sentir la 
 necesidad de lograr el bienestar de la otra persona 
 sobre el tuyo. El amor es poder ser tú mismo con ella
 sin necesidad de aparentar o cambiar 
 la voz cuando están juntos. 

Me parece que el título y el libro tenían mucho potencial y todo se fue al caño por lugares comunes, clichés extremos y cosas ridículas porque, sí, aquellos que en serio prestaron atención a la reseña seguramente ya saben el final, pero no se los diré para no hacerles el cuento más largo. Sólo diré que es un final TAN cliché, que el mismo autor lo señala de ya casi en el cierre del libro diciendo: "Les voy a dar tres oportunidades, pero sólo van a necesitar una para adivinar...", pues su libro es una constante de esta frase y, ¿saben qué? SIEMPRE van a tener razón.

 El amor no es verla sin defectos, 
 sino ver sus defectos y aceptarlos sin chistar. 
 El amor es mucho más de lo que la mayoría cree, 
 y tal vez por eso es que hoy en día los
 matrimonios duran menos de lo esperado.  

Claro que también tiene cosas rescatables, por escasas que sean. Cosas tales como el hecho de que rescata parte de nuestra cultura mexicana hablando de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, una leyenda que me encanta y que me gustó que relatara muy bien. O que tenga buen gusto en las películas (¡Conoce Animal house!), o que sepa, al final del libro, exactamente lo que debería ser el amor. Creo, en serio, que este libro pudo haber sido bueno y es una tristeza que el autor no supiera cómo desarrollarlo.

 Encuentra a la persona con la que estás 
 dispuesto a pasar toda la vida y, entonces, 
 enamórate de ella. 

Ibid,. p. 195.

Ya para terminar, le recomiendo este libro a todas las personas que quieran una historia CLICHÉ de inicio a fin con un desenlace no sólo esperado, sino conocido, a tal grado que no te implica reto y no te hace pensar. Eso o a chicos de 12 y 13 años que apenas comiencen con al atracción por otros y que hayan enfrentado una decepción amorosa, así como Macaulay Culkin en Mi primer beso. Porque sí, siento que el protagonista era más o menos de esa edad cada que tiene esos arranques casi infantiles que él "atribuye al amor".

Saludos enormes,



Fahrenheit 451

Autor (es): Ray Bradbury
ISMB: 978-840-142-1105
Género: Distopía
Editorial: Plaza & Janes Editores
Número de páginas: 184 páginas
Saga: No la necesita
Sinopsis: La crítica dice de Bradbury que es: "de lejos el mejor escritor de ciencia ficción", lo cual viene avalado por la calidad de su obra- "The Illustrated man", "The silver locusis", The golden apples of the sun", Something wiked this way comes". Con Fahrenheit 451 nos ofrece la novela de un extraño y horroroso futuro. Montag, el protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión, paradójicamente, no es la de sofocar incendios, sino la de provocarlos para quemar libros. Porque en el país en que vive Montag está terminantemente prohibido leer. Porque leer obliga a pensar. Porque leer impide ser feliz. Y en el país en que vive Montag hay que ser feliz a la fuerza. La obra ha sido llevada a la pantalla con Julio Christie y Oskar Warner como protagonistas. 

¡Mis queridos seres míticos! Como se los dije, este año he estado -y estaré- un poco ausente del blog pero no por eso los he dejado ni un momento. Sigo subiendo contenido a las redes sociales, como la foto que aparece arriba y que es un adelanto de lo que verán esta semana; además de que respondo constantemente todos los comentarios que me dejan en las entradas. No me voy a ningún lado, tan sólo continúo con la edición de imágenes que cayeron dentro del blog, lo mismo que editando contenidos para que todos ustedes tengan lo mejor de lo mejor a la vista. Pero bueno, dejando de lado los anuncios regulares, es momento de que entremos de lleno en la reseña. 

 Fahrenheit 451:
 la temperatura a la que 
 el papel de los libros 
 se inflama y arde. 

Comenzaré con una pregunta que espero que piensen a profundidad: ¿qué estarían dispuestos a hacer por un libro? O una segunda: ¿morirían por él? Estas son las cuestiones a las que el protagonista de la novela de Ray Bradbury se enfrenta, Guy Montag. Él, que vive en este mundo distópico donde los libros están prohibidos, cuya profesión es ser bombero y quemar todos esos textos que pueden hacer a la gente pensar y por ende ser infelices; llega un día en el que se pregunta por el contenido de los libros y se anima a leer uno. Así, su vida se pone de pies a cabeza en dos segundos, apenas pasa las páginas e intenta pensar en lo que está leyendo. A grandes rasgos esta trama parece casi un chiste, casi divertida, pero lo cierto es que deja demasiado a qué pensar. El autor se esmeró de verdad en dar un nuevo toque a un tema tratado por otros. Orwell lo hizo en su 1984, o Huxley en su glorioso Un mundo feliz. Pero Bradbury enfrenta lo ya conocido desde una perspectiva que hasta el momento yo no había leído.

 Somos miles de millones, es 
 excesivo. Nadie conoce a nadie.

 Ray Bradbury, Fahrenheit 451 (trad. Alfredo Crespo). 
 Plaza y Janes Editores, Barcelona, 5ta. ed., 1988, p. 27.

Es momento que hable un poco del entorno en que Ray Bradbury nos introduce para que comprendan las diferencias. No se las diré para que, como el mismo Montag nos lo dice, pensemos un poco al respecto. Para comenzar con este punto, tenemos un lugar donde lo más importante es la "familia". Y por ese término me refiero a cuatro paredes con televisores que las abarcan enteras, mismas en las que se proyectan de forma continua un montón de personas virutales que te dan "noticias" y te presentan los programas de chismes a gritos. Tal cual. Esa es la familia a la que todos aman, escuchan y por la que se preocupan. En el caso particular de Mildred, esposa de Montag, su preocupación más grande es poder comprar la cuarta pared de su sala de estar porque la programación en sólo tres no le parece suficiente. Ahora bien, las entretenciones de este mundo son variadas. Van desde conducir a más de 100 kilómetros por hora atropellando gente en la calle (locos, ya nadie camina en ese tiempo), hasta vivir (¡VIVIR!) con un auricular en el oído, ignorando a las personas de carne y hueso, porque prefieres por mucho darle oídos a tu "familia". Se ha convertido en cosa extraña caminar por la calle, o hablar entre parejas, y ni qué decir de sentarte en silencio. Todo es ruido, todo es eso que te procura la felicidad sin pensar demasiado en nada, porque el que piensa se preocupa, y el que se preocupa es infeliz. Han quedado de lado las escuelas, los profesores, los títulos universitarios. Todo lo que necesitas está al alcance de la mano, en una pantalla, en un tiempo corto (porque ya nadie espera o tiene paciencia). ¿Les suena vagamente familiar?

 A veces pienso que los conductores 
 no saben qué es la hierba, ni las flores, 
 porque nunca las ven con detenimiento. 

 Ibid., p. 19.

Sobre los personajes no tengo demasiado qué decirles pero sí quiero concretarlos para que entiendan un poco más sobre el texto. Ya les hablé de Montag, este hombre que comienza a leer y abre los ojos a este nuevo mundo lleno de altas y bajas, lleno de posibilidades. Lo que no les especifiqué es que tiene esta esposa, Mildred, que ama más a las tres paredes-pantalla de su sala de estar que a su esposo. A grandes rasgos, es la que introduce al lector al mundo en el que Bradbury nos quiere llevar. Ella sigue las reglas porque es lo correcto, aunque a veces se sienta mal y se tome todo el envase de pastillas a tal grado que su marido deba llamar una ambulancia; ella está "bien" y tiene "amigos". Aunque también aparece el capitán Beatty, el jefe de Montag en la estación de bomberos. Es, creo yo, el personaje que más llamó mi atención. Se trata de un hombre que ha leído. Conoce los libros y a veces los cita en voz alta, pero siempre los pone como ejemplo de algo malo. Es un hombre inteligente cuya postura no logré descifrar del todo. Contrario al viejo profesor que ayuda a Montag en su aprendizaje. Él es la cara del miedo que una persona puede tener ante la adversidad y eso se nota desde su primera conversación con el protagonista. No por eso, desde luego, se trata de un mal personaje. Hace pensar a Guy y, de forma indirecta, nos hace pensar a nosotros. 

 Tiene que haber algo en los libros, 
 cosas que no podemos imaginar para hacer 
 que una mujer permanezca en una casa que arde. 
 Ahí tiene que haber algo.
 Uno no se sacrifica por nada. 

Ibid., p. 63.

Es necesario que ahora hable de lo que más me ha gustado del libro o siento que estallaré. La verdad es que me ha dejado un extraño sabor de boca. Por un lado, me deja esta esperanza revolucionaria que suelen dejarme este tipo de libros; por el otro, me siento algo decepcionada. Aclaro que no es decepción del escrito, sino que lo que me hizo pensar. Al inicio de la reseña les pregunté qué están dispuestos a arriesgar por un libro. Durante el texto vemos lo que Guy Montag y algunos profesores de universidades arriesgan o no por ellos. Pero luego pienso en el mundo entero. ¿Otros estarán dispuestos a arriesgar aunque sea un poco o serán como Mildred, que vivirán para comprar otra pared-pantalla para evadir la realidad? Es complicado porque Bradbury escribió este libro hace mucho y, sin embargo, yo lo veo cada día más actual..., cada día más cercano. La gente en el presente se evade viendo memes, viendo YouTube, (que no digo que distraerse esté mal) al grado de olvidarse de su realidad. Existen escenas dentro del libro donde se admira a la naturaleza y me doy cuenta que he escuchado esos comentarios de mis familiares, de algunos conocidos... Me preocupa. Claro que, ese es el punto de este maravilloso libro, hacernos pensar. Es por eso que, ya para terminar, se lo recomiendo a todos aquellos por encima de los quince años que quieran abrir su mente un momento. De la misma manera, recomiendo a todos los lectores que intenten leerle aunque sea algún pasaje a las personas que afirman que los libros no son para ellos. Se lo recomiendo a todo el mundo. A los que tienen el valor y a los que tienen miedo (para que en Fahrenheit 451 encuentren su valor). Les prometo que no se van a arrepentir ni un poco.

Saludos enormes,