Tierra colorada


Autor (es):
Iván Alatorre Orozco   Ilustrador (es): Paula Urzúa
ISMB: 978-607-9322-60-1
Género: Novela
Editorial: Salto Mortal
Número de páginas: 140 páginas
Saga: No la necesita
Sinopsis: Para Leonor sus primeros ocho años de vida fueron un reino de dicha. Hasta que se enteró de la enfermedad terminar de su madre. Aquel acontecimiento abrió la puerta a un sombrío futuro, que la obligó a enfrentar una lucha contra ella misma y sus circunstancias.

Con el paso del tiempo la sabiduría de las mareas y vientos regeneradores se encargaron de llevar su averiada, mas no destruida embarcación, hacia un puerto segur: su abuela Ifigenia y su abuelo Salvador. Los libros que habían sido ya en su infancia amigos entrañables, siguieron en fecunda relación con ella ahora desde el amoroso acompañamiento de sus abuelos.

La tierra prometida de la protagonista se ubica dentro de los terrenos de una granja en Arandas, ahí el amanecer y el ocaso juegan en total armonía, ahí el frío se acurruca con el cobijo del primer rayo de sol de la mañana, ahí no se le escatimaron a Leonor las palabras de aliento, ni el abrazo de la tierra colorada de los Altos de Jalisco, que se encargó de hacer el resto.


¡Mis queridos seres míticos! 

Yo de nuevo. El día de hoy vengo a ustedes con un libro que el mismo autor, Iván, me hizo llegar. De antemano muchas gracias por darme la oportunidad de leerlo y confiar en mi criterio para realizar una reseña al respecto. A todos aquellos que quieran adquirir un ejemplar, les dejo por aquí algunos datos de Iván y el sitio particular en línea donde pueden adquirirlo. Su Instagram y la página oficial de la editorial. Sin más por el momento, creo que es importante que pase a la reseña que, al final del día, es el punto central de que el autor me hiciera llegar el ejemplar.

Comenzaré hablando de lo exterior. En primer lugar se trata de un ejemplar muy bello. Creo que el diseño de la portada es llamativo por su sencillez, además de que está completamente acorde con el contenido. Así mismo, las ilustraciones que adornan cada comienzo del capítulo no son solo acertadas, sino también muy bellas. Por si fuera poco, la tipografía (tipo de letra) es en serio grata a los ojos, así que no es un esfuerzo de ninguna manera poder leer el ejemplar. La letra es de buen tamaño y (algo que yo aprecio mucho) tiene espacios grandes al margen para que las personas locas como yo podamos hacer anotaciones mientras avanzamos en la lectura. 

 -Ustedes los adultos son muy raros. 
 Son especialistas en hacer tormentas en un vaso de agua.

 Iván Alatorre Orozco, Tierra colorada (ilust. Paula Urzúa). 
 Salto Mortal, Ciudad de México, 2020, p. 90.

Respecto a su estructura, es bastante sencilla pero no por eso simple. Se trata de un libro escrito en un lenguaje entendible para todos, eso sí, hay palabras que de pronto nos pueden sonar "rimbombantes", tal como lo aclaran los personajes de la novela. Pero lo lo demás, no me parece que cause mucho conflicto. Más allá de eso creo que sólo se pierde un par de veces la lectura por algunos problemas con la puntuación pero basta con resolverlos mentalmente para seguir adelante con este aspecto, lo que lo hace, además de llevadero, con un ritmo tal que en lo personal terminé el libro en cuestión de dos días. 

 Esas cicatrices se convertirían en un mapa 
 que señalarían las numerosas cruces en la tierra 
 donde en el futuro debería escarbar 
 para poder reencontrarse. 

Ibid, p. 80.

Ahora sí, dejemos las cosas técnicas y pasemos directo al contenido. En esta parte he de comenzar con los personajes. Hablaré primero de la protagonista, Leonor, quien me parece una niña particular, de esas que no hay muchas en este punto de la vida debido a que no cualquiera se llena el entretenimiento a punta de libros y comics. Eso sí, existen ese tipo de niños y me agrada la idea de que se centre en esta clase de personas tan fuera de serie. Por si fuera poco, no aparecen únicamente esta clase de gente en el texto. También están personajes como el papá o la tía paterna de Leonor, José Juan y Alejandra. Son personas que no tuvieron mucha educación, y lo dicen dentro del libro; son la clase de seres que aprenden, aunque sea un poco, por su cuenta y a partir de ahí se superan. A nivel de lenguaje, esto me gustó porque el autor supo interpretar muy bien esta manera de hablar. Se vuelven personas reales, de carne y hueso, ante los ojos del lector. Así, todos los personajes se vuelven tangibles y es muy sencillo encariñarse de ellos pese a lo corto que es el ejemplar. Lo que lleva, como siempre, a identificarse con tal o cual ser dentro del libro y terminar por quererlos más. 

 Te sonará raro, pero, a veces, 
 debemos dejar que las dificultades 
 nos rompan para poder superar la 
 tristeza. 

Ibid, p. 64.


Luego aparece algo que a mí me causó mucha impresión mientras leía: la poeticidad. Si bien es un libro en prosa, tiene mucho de poético debido a la musicalidad que llega de las repeticiones. Hay una cadencia que, a mi ver, hace de este la clase de libro que vale la pena leer en voz alta. Además, tiene imágenes demasiado gráficas respecto a cosas que parecen "simples". Me gusta el cómo puede escribir todo un capítulo que hable del atardecer, de cómo se ve, de lo relevante que es. Me parece que, a nivel de escritura, es un libro excelentemente bien logrado. Creo que ha sido un acierto de inicio a fin a este respecto.

 —¿Tú sueñas?
 —Más de lo que te imaginas, mi niña. 
 Me gusta soñar cuando duermo y mucho más cuando estoy despierto.

Ibid, p. 133.

Sobre la trama no quiero decir demasiado porque sería dar demasiados spoilers. Todo lo que les puedo decir es que se trata de una historia de crecimiento, la clase de historia que sólo he visto antes en manos de autores como Benito Taibo. Son estas fábulas entrañables que nos hacen pensar sobre nosotros mismos, sobre nuestro lugar en el mundo e, incluso y con algo de suerte, rectificar el camino para volver al cauce original. En pocas palabras, es la travesía de una niña que evoluciona, que se convierte en alguien distinto a la vez que nos enseña que no por ser pequeña tiene que perderse de las cosas o que no pueda generar criterio. A veces como adultos olvidamos que los niños también tienen raciocinio, que no sólo se quedan en caricaturas y aquello que nosotros les decimos, que piensan y sienten, que no siempre esos sentimientos son positivos. Pues Tierra Colorada es la clase de texto que nos recuerda que todos fuimos niños y que esta es la mejor etapa de la vida.

Con lo anterior en mente sólo me queda decirles que le recomiendo este libro a todo. Tal cual. Pero más a las personas que han enfrentado una pérdida reciente, a los que sienten que no pueden más y que el mundo se les desmorona, a aquellos que piensen que su consuelo puede estar en un libro: este es su ejemplar. Creo que es un buen texto para que lo lean niños a partir de los 12 años y cualquier adulto que desee, desde lo más profundo de su ser, recordar cómo volver a ser pequeño y mirar todo maravillado de lo que lo rodea. En pocas palabras, se lo recomiendo a todos aquellos que, luego de mucha tristeza, quieran ver una luz al final del túnel. 

Saludos enormes,




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