R.I.P.D

¡Hola a todos! 

El día de hoy vengo con mucha emoción a ustedes porque por fin pude leer completo un cómic que me encantó por medio de la película. Sé que eso no se hace, en serio que lo sé, pero era necesario debido a que desconocía su existencia hasta el momento de ver el filme. Sin embargo, no hablaré mucho de eso y me dedicaré al cómic que, por cierto, fue publicado entre finales de 1999 e inicios del 2000 por Dark Horse Comics. De la pluma de Peter M. Lenkov en los diálogos y Lucas Marangon en la ilustración, llegó a nosotros esta maravillosa primera parte de la saga que ya mismo les cuento. 

Imaginen pues que son un detective de policía con bastante éxito llamado Nick Cruz. Se graduaron primeros de su clase en la academia y fueron uno de los más jóvenes de convertirse en detective. Tienen una hermosa esposa y una increíble hija. Por si fuera poco, tenía al mejor compañero de trabajo que además es su mejor amigo también... Hasta que un día... mueren. 

Nos han enseñado con el paso de los años que después de la muerte puede haber muchas cosas, pero no esto, no a lo que nos enfrentaremos. El abogado de Dios viene y nos da a firmar un contrato y, claro, no vamos a leer las letras chiquitas. Así que, sin saberlo, nos enlistamos en el R.I.P.D (Rest in peace department) o, por su traducción al español, la Policía del más allá. Hasta aquí, todo muy divertido, más cuando nos enteramos que tenemos un compañero, un tal Roy Powell, un vaquero en toda regla quien nos entrenará para poder ocupar su lugar.

Como pueden ver, la trama de la historia parece sumamente sencilla, no es nada que no se haya dicho antes, sin embargo, la forma en que se nos dice ahora, es excepcional.

Comenzaré hablando de la ilustración. Al inicio puede parecer demasiado infantil e incluso se puede llegar a creer que la temática será mala sólo por el dibujo, sin embargo, en realidad se trata de un estilo único e incomparable. De la misma manera, es equivocado creer que, por ser dibujos aparentemente infantiles, no habrá sangre. Al contrario, la hay y por montones, lo mismo que crueldad al por mayor con colores vívidos y llamativos. Como pueden ver, me encantó de inicio a fin.

Ahora bien, sobre los personajes creo que tengo poco qué decir. Sus metas e ideales son concretos, lo mismo que su lenguaje. Me encantó el acento sureño de Roy y la manera irónica y sarcástica con la que se hablan entre sí. Se notó desde el momento uno que intentaron sacar el mayor provecho a una relación que ninguno de los dos podría evitar. Además que el villano de esta serie de cuatro tomos es malo de los malos. Se trata de un personaje cruel en toda regla, alguien que no tiene miedo a profanar y molestar, alguien que odia sólo por odiar y lo hace en grande. Las escenas que corresponden a este amiguito son, sin duda, dignas de observarse. Les daré un tip para los que adquieran los cómics: cuiden a cualquiera que lleve una sotana. 

En general, se trata de un cómic maravilloso. Divertido, entrañable, con su dosis de tristeza, crudeza y realidad dentro


de toda la fantasía y lo sobrenatural. Se lo recomiendo a todos los adolescentes por encima de los 16 años con un criterio amplio y que quieran ver la cruda realidad de la vida y la muerte en un solo lugar.