ISMB: 978-607-39-1129-0
Género: Realismo Gabo (?)
Editorial: Diana
Número de páginas: 110 páginas
Saga: No
Sinopsis: Como cada 16 de agosto, Ana Magdalena Bach toma el transbordador para llegar a la isla donde está sepultada su madre, se registra en el hotel habitual, compra un ramo de gladiolos, pasa la tarde en el cementerio y, al día siguiente, regresa a casa con su familia. Sin embargo, esta vez el encuentro inesperado con un hombre cambiará para siempre su rutina invitándola cada año a escapar por una noche de la vida que ha construido con su esposo e hijos.
Narrada con el inconfundible estilo del nobel colombiano que ha cautivado a millones de lectores durante varias generaciones, En agosto nos vemos es una profunda reflexión sobre el amor y sus misterios, el deseo femenino y la libertad. Un inesperado regalo de uno de los más grandes autores que el mundo ha conocido.
Narrada con el inconfundible estilo del nobel colombiano que ha cautivado a millones de lectores durante varias generaciones, En agosto nos vemos es una profunda reflexión sobre el amor y sus misterios, el deseo femenino y la libertad. Un inesperado regalo de uno de los más grandes autores que el mundo ha conocido.
¡Hola a todos! Lo sé, ha sido poco tiempo lo que he tardado en devorar esta novela, pero sinceramente tenía muchas granas de leerla. De cualquier forma, intentaré no extenderme tanto en mi fanatismo por el nobel colombiano y por la edición misma, que creo que es de las cosas más interesantes. Además, como se darán cuenta, me tomé sólo dos días para leerla, lo que habla mucho de lo corta que es. Me recuerda, por su extensión, a “El coronel no tiene quien le escriba”. Pero bueno, no se hable más y pasemos directo a la reseña.
Día 1: Es necesario que comience hablando sobre la edición. No sé cómo serán las siguientes, pero con la que yo cuento es de pasta dura en un color coral y letras blancas, tiene una cubierta hermosa en lo que parecen acuarelas. Fuera de mi edición de “Cien años de soledad” no había tenido en la vida un libro en pasta dura de García Márquez y, sinceramente, este es sumamente bello. En las solapas interiores hay otro dibujo hermoso detrás de un fondo en verde oscuro. Por lo demás, debo agradecer mucho que la letra sea grande, porque uso lentes y me cansa la vista la letra pequeña.
Otra de las cosas que me gustaron mucho fue el prólogo de sus hijos, explicando que el libro no se debía publicar, que él dijo que no estaba de acuerdo y, aún así, se rebelaron una vez más ante su padre y nos dieron este regalo del autor. Es necesario recordar, en este punto, que Gabo tuvo una enfermedad que deterioró su mente en los últimos años y que, como sus hijos dicen, este libro es el intento que tuvo el autor por luchar contra ese deterioro.
Es necesario que en este punto hable sobre la protagonista: se trata de una mujer fuerte, independiente, que cumple una promesa regular hecha a su madre. Como todos los personajes de Gabo, al inicio parece sencilla, pero es necesario que comencemos a conocerla, a avanzar en el libro, para denotar su complejidad real. Espero que en el avance pueda notar eso. Por otro lado, no puedo parar de pensar que me recuerda mucho a Fermina Daza, de “El amor en los tiempos del cólera”, a esta dignidad en su persona, este enamorarse del hombre en mejor posición. Eso sí, creo que Ana Magdalena es esa parte libre que Fermina nunca fue, quizá un alter ego que hizo cuanto Daza quería y jamás se dio la libertad de intentar.
Respecto a su estilo, se vuelve a notar ese juego con la idea de una pareja que lleva años junta, de la posible monotonía. Además, está cada color del caribe en el libro, en su forma de narrar las cosas y de poner la selva, el agua, las aves y todo aquello a lo que nos tenía acostumbrados.
Sobre el libro en general, los capítulos son cortos, parece que son 6 o 7. Es bastante fácil de leer, con un lenguaje entendible. No hay mucho que reportar a ese respecto, aunque tengo la seguridad de que, conforme avance en la lectura, voy a ver más de eso a lo que Gabo nos tuvo acostumbrados a sus lectores en vida.
Día 2: Una vez más, Gabo remite a sus libros, no por medio de referencias, como lo harían autores a los Stephen King, sino por medio de situaciones. Está la idea de las clases sociales, de los barrios bajos y los barrios altos dentro de la isla. Además, el punto de enfoque en el cementerio. Menciona que es el lugar desde donde se ve más hermoso en lugar pese a su precariedad. Eso me recuerda, una vez más, a “El amor en los tiempos del cólera”, a una persona que tiene que ver con la música (Florentino tocando su violín o Ana Magdalena, esposa de un músico) mirando el resto del mundo desde esa cúspide en el camposanto. Hay mucho de poético en la idea, recuerda a los románticos, claro.
Se muestran más personajes conforme avancé en la historia. Todos ellos completamente humanos, tanto que podrían ser el vecino de al lado, con cientos de historias a sus espaldas que jamás tendremos el honor de conocer. Cada que leo a García Márquez me nace esta necesidad de ver a la gente que pasa en mi camino, de observarla y asegurarme de que sus vidas tienen secretos, de conocerlos, de que alguien escriba un libro como este respecto a algunos de ellos. Esto se ve, sobre todo, en la manera que tiene Ana Magdalena para justificar su infidelidad, en cómo intenta encontrar errores en el proceder de su marido para sentirse menos mala persona por haberle sido infiel. Una cosa muy humana, a mi ver.
Otra de las cosas que Gabo suele plasmar sin decir, es el paso de las cosas. Acá lo muestra por medio de la inflación, el tiempo y la economía. Al inicio las flores para la tumba de la madre de Ana son costeables, pero luego cuestan más y más conforme los años avanzan. Encima, lo hacen demasiado rápido. En cuestión de años la economía se deteriora y él lo pone en sus hojas, recordándonos que el tiempo pasa y no es gratuito.
Es un libro muy de él, se nota en cada una de las páginas. Pero sobre todo, un libro que me parece muy lúdico. El editor, al final, nos explica le proceso de evolución del libro que tenemos en nuestras manos y, para rematar, añade algunas imágenes de las hojas impresas del borrador. Es un detalle bello que me gusta porque nos hace sentir más cerca del autor.
Ya para terminar, le recomiendo este libro a todos los que quieran un amor sin igual, a aquellos que gusten de cuestionarse la vida, a quienes lleven años de matrimonio y no sepan si es lo correcto, a los satisfechos, a los insatisfechos, a los que quieren amar y los que no saben qué rumbo seguir, a los que piensan que su vida terminó a los 30 y que no saben cómo seguir adelante. En fin, lo recomiendo a todos los que quieran leerlo y tener una última aventura con un autor que nos ha cautivado a muchos.
Saludos enormes,
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