ISMB: 978-841-72340-58
Género: Ciencia ficción
Editorial: Caligrama
Número de páginas: 194 en PDF.
Saga: Parece que sí
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Sinopsis: María es una mujer rota y decir que su matrimonio no funciona bien sería como contar que el Challenger tuvo contratiempos.
Comienza a tener pesadillas que se transforman en sueños muy extraños y vívidos, en los que se materializa un ser que la cautiva y al mismo tiempo la domina.
Para tratar de comprender todo lo que le está pasando decide visitar a una psicoanalista, Rocío, con la que llegará a entablar una complicidad excepcional y será crucial para que recupere la confianza en sí misma de nuevo.
Tres años más tarde, la psicoanalista recibe la visita de Antonio, un atractivo inspector de policía que está investigando un asesinato y le comunica que María, debido a un accidente de tráfico, está en coma. El interés de Antonio por conocer todo acerca de ella lleva a Rocío a descubrir que él, en secreto, se está enamorando de María.
Ambos comienzan un viaje apasionante para tratar de descubrir qué llevó a María a salir corriendo un día de niebla y tener dicho percance fatal. En medio de esta cautivadora investigación, aparece un viajero llegado de otro universo paralelo; uno en el que todo es muy diferente a lo que conocemos, donde existe un ser egocéntrico y maligno, con la capacidad de controlar los sueños de María para dominarla y llevarla a la locura y al deseo.
Descubrirán que aquel extraño que habla en latín no está loco, sino que tiene todas las respuestas de lo que está sucediendo, por lo que decidirán jugarse sus carreras y hasta su prestigio profesional para devolverlo al mundo del que procede. Sin embargo, no serán conscientes de que con ello habrán abierto la puerta a que esa presencia maligna y controladora se materialice, amenazando la futura felicidad de María y Antonio y poniendo en riesgo sus propias vidas.
Para tratar de comprender todo lo que le está pasando decide visitar a una psicoanalista, Rocío, con la que llegará a entablar una complicidad excepcional y será crucial para que recupere la confianza en sí misma de nuevo.
Tres años más tarde, la psicoanalista recibe la visita de Antonio, un atractivo inspector de policía que está investigando un asesinato y le comunica que María, debido a un accidente de tráfico, está en coma. El interés de Antonio por conocer todo acerca de ella lleva a Rocío a descubrir que él, en secreto, se está enamorando de María.
Ambos comienzan un viaje apasionante para tratar de descubrir qué llevó a María a salir corriendo un día de niebla y tener dicho percance fatal. En medio de esta cautivadora investigación, aparece un viajero llegado de otro universo paralelo; uno en el que todo es muy diferente a lo que conocemos, donde existe un ser egocéntrico y maligno, con la capacidad de controlar los sueños de María para dominarla y llevarla a la locura y al deseo.
Descubrirán que aquel extraño que habla en latín no está loco, sino que tiene todas las respuestas de lo que está sucediendo, por lo que decidirán jugarse sus carreras y hasta su prestigio profesional para devolverlo al mundo del que procede. Sin embargo, no serán conscientes de que con ello habrán abierto la puerta a que esa presencia maligna y controladora se materialice, amenazando la futura felicidad de María y Antonio y poniendo en riesgo sus propias vidas.
¡Mis queridos seres míticos! Yo por aquí de nuevo, dejándoles una nueva reseña como lo había prometido. Pero antes de comenzar necesito agradecerle directamente a la autora que, mucha amabilidad, me envió su libro para que lo leyera. Ahora sí, sin más que agregar, vamos directo a la reseña.
Me parece que comenzaré con la trama porque es algo en serio destacable. María en el multiverso trata sobre una joven que tiene la capacidad de, a través de sus sueños, viajar a las realidades alternas. La perspectiva es gloriosa, si he de sincerarme. Fue uno de los factores por los que me di a la tarea de leer este libro. Sin embargo, y es aquí donde comienzan las cosas nada halagüeñas, también debo reconocer que la autora no supo llevarlo a buen puerto. Siento un poco que le pasó como a la autora de Crepúsculo, y no por las súper ventas, no; sino porque vende su novela en un género que termina siendo otro completamente distinto. Al final sólo se trata de una historia de amor regular que tiene otros matices -demasiado mínimos- que no se explotan lo suficiente para hacerla pertenecer a otro género completamente distinto.
Ahora bien, es necesario que hable de los personajes y creo que en este punto es donde más mal irá pero intentaré que las cosas sean llevaderas. Pues bien, los personajes en general rondan los 35-40 años y, pese a eso, actúan como adolescentes. Y no me refiero sólo a las escenas de contenido sexual, sino a todo en general. Se enamoran en cuestión de segundos de personas que ni siquiera conocen, cuyos defectos no entienden y tampoco los aman. Porque sí, es muy sencillo enamorarse de las cosas buenas y de la idea que tenemos de una persona, pero el amor real se encuentra en los días malos que vienen luego de la larga convivencia. ¿A qué me refiero con esto? La protagonista, María, pasa un mes (si no es que un par de semanas) entero en coma y, mientras tanto, Antonio (coprotagonista) se enamora de ella. No cruzan palabra, no llegan a conocerse ni mucho menos, pero en cuestión de días se enamoran perdidamente. No suena lógico. Y sé que esta relación abrupta es para justificar el alter ego de Antonio -Antonius- que está enamorado de María y él SÍ tuvo un periodo de convivencia con ella. Así mismo, este romance un tanto forzado quiere reafirmar la idea de "destino". Sin embargo, en realidad parece algo poco realista.
Lo mismo ocurre con las coincidencias entre las relaciones de las personas. Antonio atropella a María. La hermana de María se enamora del hombre que mágicamente eligen para experimentar y viajar en el multiverso. Antonio es, por obra de los dioses, hijo de la amiga de María, Carmen. Y, por si fuera poco... Rocío. Pero vamos al siguiente párrafo para hablar de ella.
Conozco pocos terapeutas y todavía más pocos psiquiatras pero una cosa sí que me han dicho todos: NO puedes atender a tus conocidos, llámense amigos o familiares. No puedes ni debes psicoanalizarlos. Y en este libro, Rocío, que es la terapeuta de María, TAMBIÉN es su MEJOR AMIGA y confidente. ¿Ya notan el problema? Es necesario dudar de su ética profesional desde el minuto cero porque crea lazos con sus pacientes (en este caso la protagonista) y se mete tanto en su vida como para contarle al policía (que mágicamente también es Antonio y él, a su vez, investiga el caso del atropello de María que él mismo hizo, lo que habla mucho de su propia ética laboral) cada mínimo detalle que él pregunta. Además, desde el inicio se la pasa diciendo que es tan buena en su trabajo que puede analizar a las personas PERO le sorprende cuando Antonio le revela que él fue el culpable del accidente. Es un personaje bastante incongruente, si me lo preguntan. Dice una cosa pero hace todo lo contrario.
Ya para terminar con este apartado de los personajes que me parece una queja terriblemente larga de lo ocurrido, sólo tengo que decir que no hay polifonía. En pocas palabras, que todos los personajes hablan igual. No se nota ninguna diferenciación y es complicado en este punto seguir la historia -motivo por el que tardé tanto en leerlo-. Esto sin duda es extraño porque el texto cuenta con un lenguaje sencillo pero la forma de relatarlo hace las cosas muy pesadas. Es como estar diariamente en un Shakespeare en el parque sin que nadie nos avisara que íbamos a ir al evento.
Otra de las cosas que hacen la lectura muy pesada son los datos irrelevantes. La autora se pasa más de la mitad de la novela describiendo cómo se ven los personajes, qué ropa llevan puesta, de qué marca son las cosas que usan, lo que visten. De manera personal, esto me pareció algo pretensioso. No tiene mucho sentido describir hasta las marcas excepto por demostrar el poder adquisitivo de los personajes. Lo entendería de un libro donde intentas diferenciar clases sociales pero, ¿en este? Sólo se trata de la presunción de que los personajes beben champagne o adquieren computadoras costosas.
Ahora bien, respecto a los multiversos tengo poco qué decir. En primer lugar, que es ilógico que todos los que rodean a María conozcan la teoría de los multiversos. No la entienden del todo, pero todos la conocen y comprenden sus aplicaciones, como mínimo. Parece que todos fueron amigos de Stephen Hawking. Además, con las personas que entienden menos que otras, esas que funcionaban como el factor humano para explicar la teoría, la realidad es que parece que se tomó toda la información de una revista científica y se le hizo "copia y pega" con toda la teoría, pero nada más. No suenan sinceros o espontáneos, suenan por completo artificiales los comentarios que se refieren a esta parte de la trama.
Aparte de todo esto, existen aspectos mínimos que puedo comentar en un solo párrafo como los adverbios que terminan en -mente (felizmente, entusiastamente...) que se repiten no sólo por todas las hojas, sino hasta 8 veces en un párrafo de 6 renglones. Esta es otra de esas cosas que cansan. La constante manera de apelar a la perfección se los personajes (sobre todo de los protagonistas) cuando en la práctica es todo lo contrario, tal como ocurrió con la carta que María escribe a su hermana donde la segunda aclara que el personaje principal narra muy bien y en realidad no lo hace, se la pasa toda la carta dando vueltas a lo mismo sin explicar nada. Y por último, el hecho de que se la pasa contradiciéndose. Por ejemplo el momento donde María dice al inicio que no distingue entre la realidad y el sueño de lo buenos que son los segundos; pero poco más abajo, dentro de esa misma idea, dice que es perfectamente entendible cuál es la realidad y cuál es el sueño, de manera que no los confunde.
Creo que hasta aquí es todo por el momento. Como siempre, se quedan pequeñas cosas en el tintero pero creo que ha sido demasiada queja para una sola reseña. Por lo demás, le recomiendo al libro únicamente a dos tipos de personas: el primero es a aquellos que no hayan leído un libro nunca en su vida y quieran comenzar, es una buena manera de hacerlo; los segundos, a todos los que les gustó Crepúsculo. Creo que la idea es muy parecida aunque en otro contexto, por lo que les va a gustar.
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