Feliz cumpleaños

Mis queridos seres míticos. El día de hoy, justo en este momento, este blog cumple siete años. Para muchos pueden parecer pocos, pueden llegar a pensar que cualquiera puede llegar a siete años. Pero la realidad es que mucho hemos tardado para llegar a este punto. Más cuando el mundo de fuera nos consume tanto que es complicado mantener la constancia. En mi caso particular, muchos de ustedes lo saben, he intentado mantenerme al día, publicar al menos una reseña al mes, mantenerme activa en mis redes sociales, todo con la finalidad de recordarles que sigo aquí, que hay alguien leyendo dispuesta a compartir opiniones y momentos con todos ustedes. 

Han sido largos y complicados años en los que he pasado por mucho y siempre me alegra recibir sus comentarios, sus libros, sus links e incluso un simple like en alguna de mis redes. Eso implica que están allá afuera, que están tan constantes como yo y que, incluso en el semi silencio, me apoyan. Es por eso que, un año más, les agradezco de todo corazón que se mantengan al tanto y que sigan ahí. Gracias por leer mis locuras, por dejar sus pequeños o grandes comentarios. Por estar, a secas. Espero que se mantengan este año también, porque yo vengo con energías recargadas para sorprenderlos con más lecturas. Se vienen cosas enormes, lo prometo, y ustedes pueden ser parte, un año más, de esto. 

En realidad este año tengo poco qué comentar, sólo que, ahora que he terminado la universidad (¡al fin, ya te habías tardado!) me verán por acá más cerca con algunos -muchos- libros que tengo todavía en celofán y en mi bandeja de entrada para que ustedes los conozcan, lo mismo que a los autores. 

Recuerden que los quiero dos montones. Saludos enormes,



Mi amiga Pan

Hola a todos. El día de hoy vengo a ustedes luego de mucho tiempo sin escribir. He estado algo ocupada con los detalles finales de mi tesis ya para terminar lo que han sido 4 años y medio de una gran carrera. Pero, por lo pronto y hasta tener más tiempo de sentarme a hacer una reseña como tal, vengo a dejarles aquí la actualización de un cuento que escribí hace algún tiempo en una iniciativa que yo misma creé con algunas amigas bloggeras. Les dejo por acá para que puedan ir a leerla. El cuento no varía demasiado en temática pero luego de un semestre entero en mi clase de Literatura creativa, vengo a mostrarles los resultados en la edición del mismo, cosa que me ha gustado muchísimo. Espero que a ustedes también les guste. Nos vemos pronto con una reseña.

Mi amiga Pan

No, no, no. El placer es todo mío. Luego de todos estos años aquí sola, me viene bien que alguien quiera venir a conversar. ¿Qué si me gusta dar entrevistas? Pues la verdad es que me gustaría hacerlo con más frecuencia, pero la gente no suele encontrarme. A Mal es la que se topan casi siempre… Herc decía que quizá es porque el hombre es malo por naturaleza. Yo qué sé. Pero bueno, ¿que te cuente mi historia? Bien, muy bien.

Pan fue lo primero que vi cuando abrió la tapa. Y mira que yo estaba en el forno. Se puede decir que fue mi primera amiga real pues mis hermanos simplemente se limitaban a existir a mi lado. Mira que vivir tanto tiempo dentro de una jarra no es divertido. ¿Has intentado estar dentro de esas cosas? Huele a humedad, a moho y años de abstinencia de todo. Estar ahí dentro era un caos entero. Muchos dicen que es peor que el Tártaro mismo. Supongo que debería preguntárselo a Cronos para estar segura. Pero no es el tema. El punto es que esa jarra era terrible y debía agradecerle a Pan en su momento, o lo habría hecho de haber conseguido la libertad al principio. Aunque tampoco es que tuviera demasiado tiempo de hacerlo. En un momento la jarra estaba sin tapa y todos mis hermanos se empujaban entre sí para ser los primeros en salir. Es por eso que yo tuve que quedarme. Todos me lanzaron atrás, incluso mi hermana gemela. Simplemente tomó sus cosas y se largó sin mirar atrás. Para cuando me di cuenta de nada Pan había puesto la tapa de nuevo y yo me había quedado completamente sola dentro. 

Al principio supongo que fue divertido. Tenía la jarra para mí sola. No había necesidad de discutir por espacio y ni hablar del caos de emociones que podía haber cuando todos estábamos despiertos. Fue más sencillo, mucho más sencillo. Así que los primeros 500 años se me pasaron como agua. Me entretuve de lo lindo viendo los espacios de mis hermanos, los estragos que habían dejado en sus paredes personales, sus recuerdos plasmados en los laterales de la jarra. Fue emocionante, incluso. Era mi sitio. Como ya dije, de haber tenido oportunidad, le habría agradecido a Pandora, pero apenas y pude verle las pestañas.

¿Que cómo es ella? Bueno, supongo que ha cambiado con los milenios, supongo, pero al menos yo recuerdo que era baja, cabello entre castaño y oscuro, ojos enormes de pestañas gruesas y llamativas y una cara de tonta que no podía con su alma. Es por eso que abrió la jarra. Si quieres que alguien eche algo a perder dile que no lo haga. Nunca falla. Pan lo demostró.

Pero hablábamos de mis años en soledad. Volvamos al tema. Decía que los primeros 500 años fueron maravillosos. No había ruido. No estaban mis hermanos gritando por todo. No había nadie feliz hasta la locura, o molesto hasta el cansancio y ni hablar de los depresivos hasta el hueso. Era un silencio absoluto que yo podía romper a placer o mantener durante eones. Puedo decir que ni siquiera los echaba en falta. Me alegraba que ellos estuvieran fuera, de que tuvieran una vida con los mortales y todas esas cosas. Seguro que se divertían atormentándolos, haciéndolos cambiar de opinión, recurriendo a las cosas más básicas para contradecirlos a sí mismos. Justo pensaba en eso cuando la segunda mitad de mi primer milenio llegó a la jarra. ¿Qué tal si se estaban divirtiendo demasiado? Yo ya había visitado todos los murales, todas las pertenencias restantes de mis hermanos; no tenía nada más en qué entretenerme dentro de la jarra. Comenzaba a envidiarlos. Quería salir y ver lo que ellos veían. Quería conocer a los mortales y atormentarlos también. De pronto la jarra me parecía claustrofóbica. Quería sentir el aire, oler las cosas. No me importaba si los mortales eran desagradables, quería conocerlos. Lloré muchas veces, lo admito, sobre todo porque podía escuchar voces llamándome a gritos desde fuera. Eran los mismos mortales que me pedían como si necesitaran más de mí que de mi gemela. ¿Podía ser eso posible? No lo dudaba. Ella, para los mortales, era vana, era simple, era sencilla. Me aclamaban a mí. Y, sin embargo, yo no podía dejar ese sitio. Luego de que Hefesto la creara, Pan me dejó sola para siempre y no volvió a abrir mi prisión. Imploré a Zeus por ayuda, mas se negó en redondo a escucharme y, si lo hizo, me ignoró olímpicamente. ¿Entendieron el chiste? Bien, sigamos.

Con el tiempo me fui acostumbrando a la oscuridad, a la soledad nuevamente. En algún punto de los años simplemente me acostumbré a escucharlos en la distancia, a separar los lamentos de las oraciones. Una puede escuchar demasiadas cosas, demasiados pensamientos, pero todos se reducen a las mismas ideas. Los mortales tienen la felicidad sin darse cuenta y se niegan por completo a observarla de frente. E incluso cuando lo hacen le temen en grande. Así que me piden a gritos, como si todavía quisieran buscarla. Se ciegan de manera voluntaria y fingen que no ven a mi hermana para poder llamarme en la distancia. A veces me pregunto si no estarán todos locos. Ella está ahí, afuera junto con el resto. ¿Creen que a Felicidad es un mal? Quizá en un inicio no lo es, pero la han convertido. Es eso que todo mortal persigue pero que pocos se atreven a tomar en sus manos. La felicidad los aborda y ellos le dan la espalda para seguir sufriendo. Sí, prefieren a otro de mis hermanos. Es como si Zeus en persona les hubiera dicho que ese era su destino, que eso era lo justo. ¿Será realmente lo justo? Quizá no. Quizá simplemente es lo normal para ellos. Mis hermanos han estado tanto tiempo a su lado que ya no saben ubicarlos y diferenciarlos…

Mira lo ciegos que están que ni siquiera se dan cuenta cuando una sale a observarlos, aunque sea de lejitos, sin necesidad de anunciarse. No te miento, los hay que me han visto y me saludan por las calles: “Hola Elpis, buen día” y todo. Pero los hay que ni siquiera se dan cuenta, que me pasan de largo y siguen persiguiendo cualquier cosa. Una ya no sabe si rodar los ojos o libar a Palas para que reaccionen. ¿Qué si puedes poner en tu artículo dónde vivo ahora? ¡Já! Ni aunque les dieras la dirección en Google Maps sabrían cómo llegar.


FIN


Sin más por el momento les dejo mi cuento aquí y los veo muy, pero que muy pronto. Recuerden que los quiero dos montones. Saludos enormes,





Clover 1


Hola a todos. 

El día de hoy vengo a ustedes con una nueva reseña, pero antes de comenzar es necesario que agradezca, una vez más, a la iniciativa de #MasaCríticaMéxico por parte de la plataforma de Babelio Español quien siempre tiene la manera de poner en contacto a las editoriales con las personas que hacemos crítica sobre libros y comics. Y, en esta ocasión me han hecho llegar el primer tomo del manga dividido en dos llamado Clover del sello editorial que todos conocemos por títulos como Sakura Card Captos, Chobits o Holic: CLAMP. 

Sobre esta edición tengo algunas cosas qué decir al respecto. Para comenzar que me hicieron llegar la edición de lujo con doble cubierta. La primera es la original del manga, la segunda es plateada y hermosa. Para todos los que quieran ver más a este respecto pueden pasar a mi Instagram donde estoy subiendo material respecto a este ejemplar porque, de verdad, sacó a mi fan interna al respecto. Y hasta aquí la ficha técnica pequeña que he hecho para ustedes porque, me parece, la trama de la historia es lo que nos importa. Por ello, comenzaré ya mismo.

Imaginemos pues que somos un militar retirado a quien llama su antigua jefa, una anciana que, por si fuera poco, también es nuestra abuela. Nos pone un símbolo en la mano y nos afirma que debemos ayudarla en una misión. ¿Cómo negarnos? No podemos. Así que obedecemos y descubrimos que esa tarea tiene nombre: Suu. Una joven pequeña que debemos transportar de un sitio al otro. No preguntamos demasiado, quizá deberíamos preguntar al respecto, pero no lo hacemos. Nos limitamos a obedecer. Ella, es necesario decirlo, canta siempre la misma canción, una que conocemos aunque no quisiéramos. Y en este viaje a través del lugar, nos topamos con enemigos del pasado, con amigos conocidos, y con nosotros mismos en todo momento.

Lo sé, he hecho una sinopsis muy romántica respecto a este texto pero creo que lo amerita un poco. Y, aprovechando el párrafo, hablaré al respecto. Creo que, como siempre ocurre con CLAMP, sus tramas están bien hechas, estructuradas y tienen un porqué para todo que nos explican en el momento justo. Pese al espacio, a los pocos diálogos y a la rapidez con que pasa el texto, la realidad es que se trata de un texto agradable que engancha a la primera. La historia, al menos a mi como lectora, me intrigó muchísimo, me hizo querer saber más, desde qué era, cómo era, hasta en qué terminaba. Es necesario recordar que este sello publica mangas regularmente de tipo shojo, que se catalogan como aquellos que van dirigidos principalmente a chicas por lo que tiene una historia bastante emotiva entre los dos personajes principales -o al menos principales dentro de este primer tomo- pero no por eso significa que es un texto aburrido ni mucho menos. Dentro de todo cabe resaltar que Clover contiene también acción aunque jamás verán sangre a las proporciones que se puede esperar de un gore. Ha sido tanto mi apego a esta historia que leí en unas pocas horas, que ya estoy en búsqueda del tomo dos de este manga. 

Respecto a los personajes tengo bastante qué decir por los detalles que de ellos salen. Muchas veces se trata más de lo que no vemos que de lo que se nos dice y creo que ahí radica la intriga de los personajes en sí mismos. La mayor parte de su carácter viene de la convivencia entre ellos y algunos silencios que hay. A mi ver, sobre todo los principales, son personajes humanos que mienten, que callan, que buscan excusas y tienen heridas no sólo físicas, sino también emocionales. Incluso dentro de esta trama fantasiosa, son completamente creíbles y podían existir en un mundo como el que expresan en CLAMP. Son sus acciones más que sus palabras las que hablan y, también, la falta de movimiento lo que hace que tal o cual cosa destaque por encima de las demás. A mi ver, es muy emocionante ver lo que piensan, lo que dicen al resto pero no entre ellos y cómo reaccionan a determinados sucesos. Esto es, sin lugar a duda, un logro enorme pues, incluso dentro de esta presentación sin movimiento, sin flashbacks entendibles y todo lo que se puede encontrar en el anime (ya luego tendrán VS al respecto), el manga logra transmitir completamente cada uno de estos aspectos sin la necesidad de relatar todo lo que se dice. De hecho, es un mérito enorme saber qué diálogos, qué miradas en el dibujo, qué expresiones poner para dar a entender todo en este corto espacio como es un comic japonés. 

Sobre su ilustración tengo poco qué decir. Es la que ya todos conocemos de las otras entregas de esta compañía. Personajes estilizados y altos, de piernas largas. Perfectamente trazados debido a los avances de la tecnología. Eso sí, creo que hay muchos espacios que dan una especie de ritmo a la historia y la embellecen mucho. Hay páginas enteras donde sólo hay dos imágenes pequeñas y nada de diálogo, pero por sí mismas dicen demasiado. Es bello a la vista, además de que en la narrativa da énfasis a acciones, cosas, y muchas veces simples miradas. De tener diálogos este tipo de imágenes, les aporta fuerza y hace, todavía más, entrañable y musical -qué raro- este manga.

Ya para terminar y no caer en la imperiosa necesidad de dar spoilers, recomiendo este manga a todo aquél que quiera una gran aventura con un final inesperado. A los que quieran llorar pero también esperanza y sepan apreciar todos esos detalles que, como siempre, CLAMP tiene para nosotros en los trazos magníficos de sus ediciones.

Saludos enormes,



Watchmen VS Watchmen

 ¡Hola a todos! ¿Qué tal llevan el regreso a clases. ¿O es que todavía no vuelven? En cualquiera de los casos, espero que en serio estén bien. Además, el día de hoy vengo a ustedes con un nuevo VS para que se entretengan un rato, por si están a poco de volver a clases y temen por sus vidas, o por si ya volvieron y necesitan paz mental para seguir haciendo la tarea. Les dejo a su criterio uno de los comics que más me gustan del mundo: Watchmen.

Para lograr mi cometido les dejaré por aquí la reseña que hice del comic (Watchmen) de no hace mucho tiempo en la que me explayo diciendo cosas al respecto. Creo que deberían ir a verla para que se den una idea más concreta de qué esperar o de los datos relevantes sobre la trama y demás datos de la publicación original que Alan Moore y Dave Gibbons nos dieron para poder relatar. Como sea, es hora de entrar en materia porque, al final del día, estamos aquí reunidos para descubrir quién vigila a los vigilantes.

Comenzaré hablando sobre la historia a grandes rasgos y procurando dar poco de spoilers. Pues bien, en realidad creo que está bien adaptada, a secas. Está todo cuanto se compila en los 12 tomos originales de los Watchmen, cosa que se agradece por montones. Y si esto no les es suficiente, encima pueden disfrutar de diálogos icónicos de algunos de los personajes. Además, la línea narrativa es muy parecida a la del comic, lo que nos ubica rápidamente en lo que pasa, en quién narra y cómo se hace dicha narración. Incluso en la película, estamos dentro de un comic. Personalmente eso me ha gustado bastante. Eso sí, tengo una queja a este respecto y la misma radica en la parte que corresponde a Dr. Manhattan. Creo que pudieron hacer un mejor trabajo sobre eso, que pudieron dar esa sensación atemporal que él siente. Lo sé, es complicado porque se supone que su consciencia está en todos los momentos (presente, pasado y futuro) al mismo tiempo, de manera que para él es un eterno presente. De no ser por los diálogos de la línea narrativa que él mismo cuenta, y ese sutil presente continuo en la misma, creo que en realidad no se nota demasiado esa desesperación que se siente en el comic, incluso cuando sabemos que Dr. Manhattan es bastante distante porque su mente va 1000 pasos adelante que la del resto de los mortales. Pero, por lo demás, creo que todo está en su sitio, como ya dije.

Otra de las cosas que me gustó mucho respecto a esta película fue el casting. Creo que se tomaron su tiempo para ver que cada actor encajara con su personaje. En realidad no sé cuánto de esto tenga que ver con el director y cuánto con los actores. Sin embargo, tengo la seguridad de que lo hicieron en grande, sobre todo con el Comediante y Rorschach, que son mis personajes favoritos. Creo que los actores hicieron más de lo que estuvo en su mano para llevarlos a buen puerto, de manera que a este respecto no hay demasiado qué decir. Porque estas excelentes actuaciones, una magnífica fotografía y los disfraces originales en los que se puso tanto empeño, hacen de lo visual en el filme una joya real de culto para todos los cinéfilos. Esto es aplaudible porque siempre he creído que es complicado llevar el personaje lo más apegado posible a lo que vemos en el comic. Apostar a adaptar una novela gráfica, una que te muestra los personajes y deja poco a la imaginación comparado con un libro, es ir a lo grande, y creo que en esta ocasión se logró mejor que bien.

Por otro lado, me parece que hubo también una muy buena fotografía. En serio que sí. Hay escenas que no sólo representan ciertos cuadros del comic, sino que también son visualmente llamativos. Repito que creo que la persona que dirigió este filme en serio amaba esta novela gráfica, de manera que puso todo su empeño y más en plasmar cuadro por cuadro lo que en el papel se dio y expresó. Creo que hay la oscuridad suficiente en la misma manera que hay la luz pertinente para mantener la cinta visible. Existen películas que, en su lucha por siempre parecer demasiado oscuras, terminan por hacer que el espectador se esfuerce el doble en el intento de distinguir alguna imagen. Esto no ocurre en Watchmen, cosa que se agradece, sobre todo para los que usamos lentes. Y esto se nota también en los efectos especiales que, de no haber leído el comic, en realidad pocos entendemos. En la sutileza de la máscara de Rorschach, por ejemplo, o en el miedo imponente que produce Dr. Manhattan cuando se le ve. 

Ya para terminar y no aburrirlos demasiado con mis alabanzas a esta película, sólo me resta decir que son las mejores horas invertidas de su tiempo, en serio. Creo que los productores y directores de esta cinta se esmeraron por llevar a la pantalla el comic en la medida de sus posibilidades. Está muy bien hecha, con un casting que se adapta perfecto a lo que se presenta en papel, con muchos diálogos clave transmitidos hacia la televisión, que en realidad me impresiona el cómo se realizó. Les recomiendo ambas cosas- película y libro- a quien esté dispuesto a ver una aventura llena de acción y sangre, llena de drama y emoción, llena de amistad y nostalgia. En general, se la recomiendo a TODOS. Así, a TODOS, hasta a los muchachos de 12 años con un criterio amplio. Se merecen una historia como esta, se merecen saber lo que es una buena trama y el desarrollo increíble de estos personajes dentro y fuera de la pantalla. Es por ello que, como muchos ya esperaban, en este VS, tenemos un:

 EMPATE 

Yo me despido por ahora y les digo que ya me puse a ver la serie de HBO sobre este comic/película para venir pronto con un VS nuevo comparando todo junto. Recuerden que sigo por aquí aunque no nos veamos con tanta frecuencia como antes. 

Saludos enormes,



Antología de Borges


Autor (es):
Jorge Luis Borges
ISMB: 978-84-204-7978-1
Género: Cuento, antología
Editorial: Alfaguara
Número de páginas: 637 páginas
Saga: No
Sinopsis: Real Academia Española, Academia Colombiana de la Lengua, Academia Ecuatoriana de la Lengua, Academia Mexicana de la Lengua, Academia Venezolana de la Lengua, Academia Chilena de la Lengua, Academia Peruana de la Lengua, Academia Guatemalteca de la Lengua, Academia Costarricense de la Lengua, Academia Filipina de la Lengua Española, Academia Panameña de la Lengua, Academia Cubana de la Lengua, Academia Paraguaya de la Lengua Española, Academia Boliviana de la Lengua, Academia Dominicana de la Lengua, Academia Nicaragüense de la Lengua, Academia Argentina de Letras, Academia Nacional de Letras de Uruguay, Academia Hondureña de la Lengua, Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, Academia Norteamericana de la Lengua Española, Academia Escuatoguineana de la Lengua Española. 


¡Hola a todos! Yo de nuevo, y tan pronto, lo sé. Pero necesito aprovechar lo último de mis vacaciones para poder subirles un par de reseñas en el blog antes de volver a clase. Es por eso que les dejo por acá algunas lecturas que estuve haciendo con calma a lo largo del año y que terminé estos meses. Les dejo por aquí la otra reseña que tengo en la misma edición de este libro aunque de otro autor (Rayuela de Julio Cortázar) para que vayan a verla y se den una idea de lo que viene por este lado que, advierto, será una reseña técnicamente corta aunque con bastante contenido. 

Entonces, empecemos.

En primer lugar tengo que aclarar que este libro se trata de una antología bastante voluminosa. Si bien en el resumen dicen 637 páginas, es necesario tomar en cuenta que la numeración tiene páginas en romano, sobre todo aquellas que pertenecen a los apéndices, de manera que uno termina leyendo más de 800 páginas. Personalmente no me parece un problema, pero para aquellos que lo gusten, lo mejor es tenerlo en cuenta. Además que, físicamente tiene una letra relativamente pequeña que se puede tornar algo cansada. Pero bueno, fuera de esos aspectos meramente técnicos del ejemplar en general, es hora de hablar sobre cada una de sus partes.

Debo confesar que me sorprendió un poco el autor y no tanto la edición. Sabía incluso antes de tomar el libro de la estantería y comenzar a hojearlo que Borges tenía una serie de ensayos que van de todo un poco, pero jamás los había leído antes. He de confesar que me sorprendió gratamente leerlos todos y cada uno de ellos, y darme cuenta de que su literatura no sólo es rica en los cuentos que ya todos conocemos, sino en más de eso. Es una nueva faceta y a la par algo conocido. Sus historias cortas muchas veces emulan ensayos académicos y datos que pretenden ser reales para impresionar al lector, de manera que leer sus escritos más "centrados" -por llamarlos de alguna manera- implica entender muchas cosas de su entorno, de su contexto, de aquello que lo impulsaba a escribir, de él como lector. Es sorprendente la manera cómo a través de sus citas directas o indirectas, nos podemos enterar de eso que pasaba por sus manos, de los escritos a los que dedicaba el tiempo restante a los momentos en que tomaba pluma y papel para regalarnos lo que había en su mente. 

Otro de los apartados, el primero, es el de sus cuentos, claro. Porque en ningún lado que se hable de este señor se pueden suprimir sus historias, al menos no si se pretende hablar bien de su persona. Pues bien, en este apartado están clásicos (o clásicos para mí porque me gustan un montón) que fue grato volver a leer, y claro, las novedades que uno no conocía pero que siempre es maravilloso enterarse de que existen. Esto amplía el horizonte literario de Borges y en lo personal significó disfrutar mucho con los momentos de lectura de estos cuentos que, de antemano aviso, no son para cualquiera. Sus cuentos van más allá de sólo historias, es un juego del lenguaje a veces algo complejo, de manera que se requiere no sólo un criterio significativo, sino también un grado determinado de conocimiento para poder disfrutar de este tipo de literatura.

Y por último pero no menos importante -aclaro que los apartados no están tal cual el orden que los puse-, está la poesía. Para esto debo agregar que me fue muy interesante darme cuenta de que este autor había incursionado en esa parte de la literatura. Por lo general veo que se menciona a Borges por sus cuentos, incluso por sus ensayos, pero casi nunca por sus poemas. Supongo que se debe a que no encontramos cosas a lo Bécquer, con demasiado amor y demasiado romance. No. Incluso en esta rama, Borges se encarga de demostrar su cerebro, de hacer pensar al lector, de dar juego lingüístico, de que no se trate sólo de eso que dicen las palabras y no más. Hay siempre algo extra que a lo que se accede con determinado grado de conocimiento. Que a este respecto tengo una queja de este tipo de ediciones (o de todas las que he leído hasta el momento). Yo entiendo que quieran hacerlas para un público aparentemente culto, pero también pienso que sería mucho mejor hacer que estos ejemplares llegaran a todos. Siempre he creído que la literatura es de aquellos que estén dispuestos a tomarla, y creo que el hecho de no contener notas a pie de página excepto las que marca el mismo autor, de que no se expliquen muchas situaciones que son complejas incluso para aquellos que tenemos que ver con la Literatura diariamente. Si bien nosotros comprendemos las referencias y a partir de ahí podemos partir para conocer más, hay muchas cosas que ni siquiera se explican de forma sencilla y que creo que podrían ayudar a los lectores que  comienzan a incursionar en la complicada literatura de Borges. Fuera de eso, la edición es tan hermosa como la de Rayuela, así que no tengo demasiado qué decir.

Le recomiendo esta edición -y cualquier cosa de Borges- a aquellos lectores que quieran un desafío con todas sus letras. A los que no busquen la simpleza y la sencillez, que estén dispuestos a pensar y, sobre todo, a dejarse llevar por nuevas (para los que no las conozcan, claro) formas de literatura. Lamentablemente puedo recomendar pocos cuentos a muchachos, de manera que este libro es plenamente adulto por su complejidad. Aunque claro, siempre habrá un valiente que salga de la media.

Saludos enormes,





Los días de enfermedad


Autor (es):
Daniel Mosqueda
ISMB: 978-607-8710-02-7
Género: Cuento
Editorial: Examquina
Número de páginas: 140 páginas
Saga: No lo necesita
Sinopsis: Para Daniel Mosqueda la medicina es un pretexto que nos permite mirar debajo de la piel humana, como lo fue para Chéjov, para Miguel Torga o para Oliver Sacks. Las enfermedades son el centro secreto de algunas de sus historias, pero, sobre todo, el misterio del cual surgen relatos y personajes desconcertantes. Si la luz es el material con que trabajan los fotógrafos, Daniel Mosqueda nos demuestra que la literatura es capaz de registrar los diversos grados de oscuridad o luminiscencia vital; nos demuestra también que no hay mejor imán que el cuerpo humano para reunir un grupo de narraciones magníficas, contadas con una voz literaria inconfundible.
Martín Solares

El cuerpo y la mente son, para los personajes de este libro, caminos que conducen a distintas versiones de un mismo infierno: la enfermedad. La obsesión malsana, el asfixiante deseo, el solitario dolor, sus ideas torcidas sobre los otros... Todo en ellos colapsa y estalla, los conduce a mostrarse, a confrontar la realidad que habitan. En esta colección, cada cuento nos depara un oscuro paisaje del alma, sin caminos ni salida.
Luis Jorge Boone


¡Hola a todos! Yo de nuevo por aquí. Hoy vengo a traerles la reseña de un libro que amablemente me hizo llegar la editorial Texere y el sello editorial Exmaquina. A ambas empresas, enormemente gracias por otorgarme este ejemplar de manera que pudiera leerlo. Como siempre, creo que reconoceré su trabajo y esfuerzo por generar una literatura 100% mexicana. Hasta Zacatecas, saludos enormes y abrazos virtuales fuertes. Y ahora sí, creo que es momento de comenzar de lleno con la reseña.

En primer lugar tengo que comentar la edición. Creo que lo había hecho en un par de ocasiones anteriores con libros como Las arenas del Crooken o Valle inquietante, que también pertenecen a esta editorial; pero hay algo en sus libros que me parece simplemente maravilloso y eso es su clasificación. Para aquellos que todavía no han adquirido ninguno de estos libros, es necesario que lo hagan y que lo hagan bien. Los libros de estas dos editoriales juntas manejan un cuadro de clasificación que se puede observar en la parte superior de la contraportada y que marca para quiénes es apto el escrito. No sólo se trata del contenido sexual, lo que me parece un enorme acierto, sino del lenguaje que maneja e incluso la temática. Se nota que se tomaron su tiempo de hacer unas ediciones que valieran la pena. En realidad no sé si tomaron dicha clasificación de otros lados u otras editoriales, pero de la forma que haya sido, me parece excepcional porque coincido -hasta el momento- plenamente con cada una de sus clasificaciones.

En otros temas, creo que tengo que dar algunos puntos clave sobre este libro. Para comenzar, se trata de un ejemplar que contiene 12 historias con un tema en común: la enfermedad. Más allá de su título, son algunas historias -no relacionadas entre sí a simple vista, aunque algunos nombres de personajes coinciden- que pasan a pacientes, doctores, enfermeros, residentes y todos aquellos que estén rodeados por un ambiente de hospital. Y tengan en cuenta que muchos de nosotros lo estamos a veces incluso de manera indirecta o lo estaremos con las peripecias que nos depara el futuro. Más o menos de eso va este libro. Y en realidad eso me ha gustado mucho. A primera vista los cuentos tratan cada uno de un tema sin aparente relación entre sí pero todos llevan un hilo conductor. Todos estos textos son relativamente cortos, lo que hace al lector tener ciertas pausas para no cansarse con la inminencia de todas esas páginas juntas. La tipografía -desde un punto físico- es suficientemente grande, de manera que pasar de una página a la que sigue es sumamente sencillo.

 ... de nada servirán los rezos de su madre porque 
 de nada sirve que ahora rece si desde hace un año 
 no le trató la infección, aunque lo traiga a urgencia, 
 aunque traiga el rosario en la mano y el escapulario en el cuello y 
 de nada sirve arrepentirse y tratar de solucionar los 
 problemas de aquella forma cuando se dejó 
 avanzar el ejército bacterial. 

Daniel Mosqueda, Los días de enfermedad
Exmaquina, Zacatecas, 2019, pp. 10.

Aquí necesito hacer una especie de paréntesis para hablar de los personajes. Lo sé, en las compilaciones de cuentos es complicado generar empatía con los personajes; sin embargo, este libro lo logra. Los personajes están tan excepcionalmente bien hechos, se dice de ellos no sólo lo justo y necesario, sino lo relevante, que puedes sentir como lector lo mucho que te agradan, lo cerca que están de tu persona. Si algo les ocurre, puedes sentirlo y compadecerte de ellos. Sientes su dolor, su tristeza, su cansancio y cualquier cosa que los aqueje como algo propio. A mi ver es una gran hazaña porque en esta clase de antologías es complicado generar este tipo de acercamiento. 

Otro factor que me pareció muy relevante es el lenguaje. Se nota que el autor tiene un dominio perfecto del mismo. No sólo por las palabras complejas que usa (lo que lo pone en una categoría para mayores de edad), sino el cómo lo hace. Creo que los datos que lanza a los lectores son los precisos y no sólo los esperados. Son los suficientes para que el espectador interprete y, con ellos, pueda adentrarse más en la historia. Me recuerda un tanto a Hemingway, en cuyos cuentos siempre parecía que no ocurría nada pero en realidad pasaba de todo por cuestiones sutiles y "pequeñas" que cambiaban al completo la perspectiva de las cosas. Esto es, sin duda, lo que más me ha gustado de este libro, lo que me ha llevado no sólo a apreciarlo, sino a mantenerme pegada al mismo hasta terminarlo. En serio no sólo llama la atención, sino que atrapa y engancha por la manera en que una historia parece cercana y lejana a la otra. 

 "Un poeta podría hacer versos 
 de aquel detalle. Yo sólo veo en él la muerte, 
 el antifaz de lobo que da nombre 
 a la enfermedad, que la condena a 
 abandonar la mandada para atravesar un camino 
 doloroso, que la someterá a enfermedades 
 intermitentes, aparentemente no relacionadas, 
 hasta que algún examen, algún médico en el 
 momento exacto del síntoma principal, alguna 
 epifanía, la lleve al camino correcto, 
 donde luchará, no por su salud, sino 
 por prolongar su vida y, con ello, 
 su agonía. 

Ibid., p. 135.

En realidad no tengo demasiado qué decir a este respecto, al menos no sin darles spoilers terribles, de eso que todos saben que odio. Sólo puedo decir que no tengo un cuento favorito, sino 8, lo que es demasiado para un libro con 12 cuentos en total. Me ha parecido una experiencia excepcional leerlo y se lo recomiendo a todo el adulto que quiera un desafío mental, a aquellos que deseen de verdad ver cosas impensables, maravillosas y tan reales que se pueden tocar. Pero sobre todo, a los que quieran un desafío del lenguaje y una serie de aventuras que los harán desear más.

Saludos enormes,