Hola, mis queridos seres míricos. Sean todos bienvenidos. El día de hoy vengo a ustedes con la reseña de la película de un clásico del terror que espero y les guste porque, coml siempre, ustedes tienen la última palabra.
Hacer esta reseña me ha costado un poco de trabajo y, sobre todo, tiempo. En un principio dudaba de hacerla porque este es uno de esos libros que todos tenemos como de “culto” y con merecido título. Pero bueno, vayamos poco a poco para ubicarnos en el asunto. Para esto quiero aclarar desde el inicio que mi reseña es completamente parcial y que, en ningún momento he de comparar esta película con su predecesora. Todo es en base al libro, ya luego se hará un VS correspondiente para ambas cuestiones, lo que me compete en este preciso momento es, ni más ni menos que expresar mi opinión sobre una película que me moría por ver. Así que, vamos a eso.
Comenzaré quejándome, con toda franqueza, de la situación de Beverly. Me parece que es algo que muchos esperábamos con ansias. La idea de ver la pederastia de su padre en la pantalla, algo que se podía considerar tabú para la cultura del séptimo arte, no me parece que haya sido plenamente expresada. O, por el contrario, me parece que fue un poco confundida. La chica en la película es una exhibicionista, y no es que se le discrimine ni mucho menos, pero cuando un niño de esa edad sufre violencia sexual lo que menos hará es quitarse la ropa frente a sus amigos y nadar desnuda. Además de que la Bev de la película parece más un vándalo que una niña violentada. Esto fue algo que, personalmente, me confundió y molestó mucho pues lo estaba esperando en grande.
Siguiendo con ella, diré que no recuerdo en qué puto del libro Bill se enamora de ella. A Bev le gusta Bill, es un hecho, pero jamás fue a la inversa. El chico estaba sumido en la tristeza de la muerte de su hermano y no más. Por otro lado hay escenas en las que parece que todos se enamoran de ella como si se pretendiera justificar la escena final de su infancia en los Barrens. El único que se enamora de ella es Ben, todos lo sabemos, pero ni siquiera eso pudieron llevar de buena manera a la pantalla.
La caracterización de los personajes me parece que no estuvo tan mala pero se pudo mejorar mucho. Hubieron ciertos detalles que molestaron como el hecho de que el chico que hizo de Bill no supo tartamudear bien o que Richy era todo menos gracioso. Sus chistes parecían forzados, simplemente leía el guión sin saber interpretarlo como era debido. Una cosa muy triste pues en el libro este personaje es pieza fundamental de la infancia de los Perdedores. Otro punto que me molestó fue la manera en que demeritaron a Mike todo el tiempo. El chico a duras penas y habló en toda la cinta siendo que fue él originalmente quién organizó todo, quién investigó más. Al no dar la pauta de que él investigó lo ocurrido en Derry durante su infancia no me imagino cómo pretenden decir que fue él quien los reúne cuando son adultos.
Ahora hablaré un poco de los términos técnicos de la película. El soundtrack es terrible de inicio a fin, parece que no pertenece a las escenas para las que fue elegido, como si no tuviera que ver dentro de la trama. Esto es molesto para la audiencia porque uno no sabe cómo ni dónde ubicarse, ni siquiera por el sonido. Por otro lado, hay que ponerle un tache ENORME a la animación. Miren que estamos en pleno siglo XXI, esta era donde se jactan de tener tecnología de punta hasta para las arrugas de los párpados, y vienen los animadores de esta película y no pueden hacer que las cosas se vean reales. Mucho se anunció, mucho se dijo, pero las animaciones no dan para nada miedo. Dejemos de lado el hecho de que la película se volvió otra Hollywoodense con scare jumps, que no plasman de buena manera el terror psicológico del monstruo en cuestión; visualmente es igual de mala. No hay manera de sentir aunque sea un poco de miedo. Creo que la única escena medianamente aterradora es la de Georgy riendo como un loco, justo antes de su transformación. Justo eso sí que dio miedo y me parece que no tuvo mucho de animado. Pero bueno, esperemos que en la segunda entrega valga un poco más la pena.
Hablando del payaso, bueno, diré que es lo mejor logrado de toda la cinta. El actor que lo interpreta se nota que se metió en el papel como era debido. Lo estudió y le dio su personalidad propia. Sí, es un payaso que divierte pero también que asusta. Se ha llevado la cinta por sí mismo. No sólo por el maquillaje, sino por todo su trabajo. El cambio de la voz a la hora de interpretarlo. Es It, y si se le quiere comparar con Tim Curry –siendo esta la única libertad de este tipo que pienso tomarme –diré que el chico ha llegado a la par que ese grande. No lo ha superado (dudo que alguien lo haga), pero sí que se ha ganado un lugar cerca de Curry.
Aquí volveré a Bev –mi eterno trauma –para decir que no entiendo por qué la chica de pronto se vuelve una princesa. Vamos, que en el libro la niña se vuelve mujer en muchos más sentidos de los esperados y se encuentra a sí misma. Al menos con los perdedores encuentra cierta “fortaleza”. Pues parece que a los productores les pareció más sencillo ponerla como la damisela en peligro y ¡SÍ!, también es secuestrada y despertada de la muerte por un beso. Ni más ni menos. Dejamos de lado a la chica temerosa pero fuerte que al final lo soporta todo para convertirla en la damisela promedio que necesita ser rescatada. En el libro ella es quién tiene la resortera que derrota a It la primera vez, en la película se desmaya y sufre en silencio a la espera de que un hombre fuerte y bla la rescate. Para el que todavía no entiende mi sarcasmo, estoy rodando los ojos virtualmente justo ahora.
Ahora bien, no me queda más que terminar mi monumental queja, porque reconozco que lo es, con varias cuestiones inconexas que no supe bien dónde ubicar. Por ejemplo que la película va terriblemente lenta en su narración y llega a aburrir; no entendí por qué Beverly fuma si no es una rebelde; ¿por qué no aparece el asunto de las monedas y terminan lastimando a It con una pistola y no una resortera?, ¿qué padre dejaría una pistola lejos de su vista si vive con niños?; los hijos de It aparecen en esta primera entrega sin punto aparente pues, igual los niños los dejan vivos (que lógicos). Y, por sobre todas las cosas, no se hace mención de los Barrens. Sí, ese lugar dónde los chicos pasan su infancia, la razón de que se conozcan, el lugar dónde eran felices y se sentían seguros, ni siquiera es mencionado. Lo que es más, los niños no entran al drenaje por ese medio. Nuestros Barrens son borrados del filme porque sí y no hay respuesta aparente a eso.
Ya casi para terminar explicaré de manera gráfica el grado de tonterías que expusieron en este filme con una escena. Para los que no la han visto ni han leído el libro, brinquen hasta el siguiente párrafo. Para el resto, aquí voy. ¿Qué de lógico tiene que unos niños se corten UNA SOLA palma de la mano y luego se tomen en círculo con la otra? Me explico. Se cortaron la mano derecha, SÓLO la derecha, lo que significa que, cuando se tomaran de las manos en la escena final del pacto, su sangre chocaría con la izquierda, con una mano sana. En pocas palabras, nunca hubo pacto porque su sangre nunca estuvo en contacto con la del otro. Así de lógica es toda la película.
Y bueno, ya para terminar, recomiendo esta película a nadie. Bien, sólo a aquellos que, como yo, hayan leído el libro y necesiten un cierre del ciclo por mera curiosidad. Al que no quiera o no esté interesado o sienta que le basta con el libro y el filme anterior, les recomiendo que así se queden. Es una película palomera de la que uno puede prescindir sin morir. Personalmente veré la siguiente por mera curiosidad (y para hacerla trizas en mi blog) y luego olvidaré que existen. Y a los que ya la han visto, ¿qué les pareción
Saludos enormes,
2 Comments:
Holaa
Yo prefiero el libro pero con la nueva peli disfruté mucho.
Un beso
Oh por los dioses..., creo que eres una de las pocas personas que me ha dicho eso en lo que va desde que salió la película. Deberías hacer una reseña sobre el tema y pasarte a dejarnos el link.
Saludos enormes.
Publicar un comentario