Hola lectores del inframundo.
Luego de la intensa reseña de ayer, que con toda franqueza
me fue algo complicada a la hora de exteriorizarla, creo que nos merecemos una
pausa para ir con otra película que, si bien también tiene trasfondo que hace
pensar, es más ligera a la vista y ayuda enormemente a relajar la mente. El día
de hoy hablaremos de Paul y su
llegada a nuestro planeta.
Quiero comenzar destacando el buenísimo trabajo de animación
que hicieron. Para una película que se suponía no debía ser precisamente buena,
su animación es aceptable con creses. Aunque supongo que debo decir que era yo
personalmente quien no esperaba demasiado al ver la película, es por eso que
justo ahora, después de años de su estreno, es que me he armado de valor para
verla. Entonces, volviendo a lo que nos compete, me parece que su animación es
mejor de lo esperado, sobre todo para una película de comedia. En todo el filme
no hay nada digno de ser minimizado, sino todo lo contrario. Se esmeraron en
darle un buen físico a Paul quien, al final de cuentas, es nuestro
protagonista.
Como es de esperarse, para los que ya tienen una noción de
lo que va la cosa, Paul es una
película sobre un extraterrestre que extrañamente cae en nuestro planeta. Como
el resto, viene en paz. Aunque tiene esa particularidad de que lleva en
nuestras tierras tanto tiempo que le es terriblemente normal beber cerveza y
hablar nuestro lenguaje. Como no quiero decirles nada más, sólo diré que el
personaje tiene toda la actitud del mundo en un solo ser de otro planeta. Por
si fuera poco, tiene unos coprotagonistas de lujo. Son dos personas
aparentemente insignificantes, esos geeks que tienen problemas con los UFOs y
están bien seguros de que los ven en cada esquina. Ese par, como dictan los
cánones, al creer en todo eso de los OVNIs, acompañaran a Paul para buscar una
forma de regresarlo a su galaxia.
Uno de los personajes que más me han gustado es el de la
fanática religiosa. A mi ver es la clave de toda la película. La conocemos casi
al principio y acompaña a Paul junto con los dos humanos en su aventura e
intento de regresar a casa. Su participación es primordial porque expresa todo
el pensamiento de una sociedad particular. Por un lado nos da esa vista del
fanático religioso y, por el otro, nos lleva de la mano de todas esas personas
que ponen la ciencia como su prioridad. Lo mejor de todo este asunto es que,
dentro de ese intento de imposición mental sobre la teología, los escritores lo
manejaron de tal manera que argumentan más que molestar. Lo hacen de una forma
respetuosa para con quienes son creyentes y, más que nada, al final, le dan un
cierre totalmente ambiguo a la disputa que uno puede –como debe de ser
–terminar creyendo lo que le dé la gana. Esta manera de pensar, o mejor dicho,
de expresar lo que se piensa respecto a un tema tan controvertido, es lo que
más me ha gustado de la película. Lo hacen con cierto respeto y sin el afán de
ofender a nadie en ningún momento. Es un punto que pocas películas de esta
temática logran hacer.
Haciendo un paréntesis diré que Seth Rogen –a quien adoro
con locura en mi ser mortal –tiene mucho de este ser existencialista en sus
películas, siempre procurando llevarlo todo con un humor algo oscuro por
momentos pero con una moraleja ambigua que nos dejará pensando sobre todo y
nada al mismo tiempo. Si no han visto muchas de sus películas como director o
productor, se lo recomiendo ampliamente porque dentro de toda su broma,
sarcasmo y malas palabras, el hombre expresa un punto que pocos abordan y
procura dejarnos algo de libre albedrío intentando dar en el proceso argumentos
medianamente factibles sobre tal o cual tema. Aunque, como una advertencia
general, diré que sus películas no son para niños y que cualquier adolescente
que quiera verlas procure ir más allá de los chistes tontos, de lo contrario la
película no tiene demasiado sentido.
Volviendo a Paul,
su fotografía vale la pena con creses. Si bien es algo muy común de nuestra
época, Paul nos muestra que se puede hacer mucho con tomas sencillas. No se
necesita demasiado para expresarse de buena manera y los directores de este
filme nos lo demuestran. Y tiene el extra de que la mayoría de sus primeros
cuadros son tan graciosos que vale la pena verlos un par de veces al día.
El final es algo que llama la atención. No les diré el cómo
ni el cuándo, pero les puedo decir que tiene un giro inesperado en grande. Es
un final que pone todo en su lugar de una forma que hace a la película valer la
pena. Es algo no muy esperado para una película de esta índole. Se supone que
si es graciosa no debería tener mucho contenido pero la verdad es que Paul tiene de ambos y hace que todo el
conjunto se amolde. Personalmente ya tengo la película entre mi escaso pero
glorioso repertorio.
Para terminar, recomiendo esta película a todos los
adolescentes y adultos que quieran pasar un rato tan divertido que no
recordarán ni la obligación de comer palomitas. También para todo aquel que
quiera pensar profundamente sin darle demasiadas vueltas a la misma idea ya que
esta película es sencillísima y no por eso menos significativa. Es entretenida,
te deja una enseñanza, te hace pensar sobre tu lugar en el mundo y tiene toda
la significación de la amistad acompañada de una buena trama. ¿Qué más piden?
Pero si necesitan más, también tiene a un dúo de la comedia británica que no se
puede comparar con ningún otro. ¿Qué esperan para verla? Y, a los que ya la
vieron –sin dar spoilers -¿qué les pareció? A que es buena, ¿verdad? Dejen sus
experiencias en los comentarios y nos leemos mañana.
Saludos enormes,
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