Hola de nuevo, mis lectores del inframundo.
¿Qué tal van hasta el momento? ¿Se lo están pasando genial? Porque yo, sí. Me emociona mucho leer sus comentarios y, como es de esperarse, responderlos. Además que, gracias a Matías, vamos al día con nuestro reto de una entrada diaria por un mes. ¿Emocionados de saber si lo cumpliremos? Quiero suponer que sí, pero ahora que se atraviesa la escuela –porque hoy es mi primer día de clases en este nuevo semestre –bien podría complicarse un poco el asunto. Como sea, saben que siempre estaremos por aquí aunque sea para decir hola. Y sin más, comencemos con esta reseña.
Mucho se ha dicho en las redes sobre esta película protagonizada por Javier Barden y Jennifer Lawrence, y lo cierto es que desde hace tiempo quería decir unas cuantas cosas yo también, pero no tenía demasiada seguridad de cómo. Pero bueno, ahora he venido a hacerlo porque todas las reseñas que he leído hasta el momento han sido algo…, ambiguas.
Hablando en términos generales sobre la fotografía, la película es maravillosa. Lo principal son las imágenes y todas están tan bien hechas, cuidadas y tomadas que la historia fluye de la manera en que debe. Además, por si fuera poco, nos ofrecen buenísimos cuadros. Todo en la imagen de esta película es importante, desde las sombras, los espacios, la oscuridad. Aquí les recomiendo enormemente que presten demasiada atención a cada toma y cada segundo del filme porque, si bien se puede seguir la trama perdiendo una u otra escena, todas son relevantes y completan un cuadro que es simplemente digno de ser admirado.
Por otro lado tenemos los personajes. Les adelanto que no se mencionan nombres en ningún momento pero que en cada segundo queda claro quiénes son si se les pone la atención suficiente. Esto me lleva a recordar una mención importante. Esta película no es para cualquiera. Muchos no la entienden y otros tantos se ofenden al verla. Por su connotación religiosa y todo lo que puede llegar a hacer pensar a las personas, muchos la ven como algo ofensivo. Aquí he de decir que quien sea que quiera verla deberá tener un criterio amplio, además que deberá prestar atención al contexto que rodea cada personaje. Para alguien de poca edad –sin querer excluir a nadie –puede ser complicado seguir la trama o procesar una cantidad de información tan grande como la que se nos da en tan poco tiempo. Pero bueno, volviendo al tema de los personajes, me parece que cada uno fue interpretado de buenísima manera. No hay otra forma de decirlo. Son personajes que todo el mundo conocemos, aunque sea de forma indirecta, y no necesitan demasiada presentación para que los reconozcamos. No sé si se pueda decir al respecto que tienen un trasfondo interesante, excepto el interpretado por Javier Barden, pero eso ya son cosas más personales; lo que sí puedo aclarar es que su interpretación fue tan buena como pudo ser, sobre todo el de la mujer del amigo.
Hacer referencia a la trama es la parte complicada de la situación si pretendo no decir de qué va la película por completo. Aunque tampoco es un tema que muchos ignoren si han leído la biblia. No digo, con esto, que sea una interpretación fiel ni mucho menos. Sólo digo que la connotación es obvia desde el inicio. A su manera, los escritores y directores del filme dan su interpretación del origen y por qué del universo en un contexto actual (por no decir atemporal) que todos podemos ver con “personas” actuales. Claro que de todo esto lo que más llama la atención es el contexto que ponen respecto a toda esta historia conocida. Sí, tenemos una versión pero, ¿qué diría la tierra de ello? Más concretamente, qué diría el planeta. Alguien impuso determinados parámetros para su existencia y ella debió seguir con eso. De esta forma, conforme avanza la película, deja de tratarse por completo de un tema meramente religioso para convertirse en algo más de pensarse. Se llega a un punto de que ya no se tratan de cosas divinas, sino de cosas humanas y nuestra función en ese mundo aparentemente creado para nosotros. Los más despiertos podrán preguntarse su papel en el mundo, todo lo que conlleva por medio de las metáforas visuales que nos da la película. Cada palabra tiene un significado, no pierdan ninguna. Si bien no dice las cosas de manera textual, es un hecho que todas y cada una de las palabras son precisas y expresan perfectamente cada punto y cada cuestión que debería ser hecha.
Como leen en mi reseña, para mí es algo complicado explicarme respecto a la película en general, a su función y su contexto. Por eso no me queda más que decirles que este filme no es para todos. No digo que sea precisamente para personas brillantes, pero sí para gente despierta que quiera buscar las señales ocultas que nos llevan a determinadas conclusiones. Como es de esperarse, sólo se la recomiendo a las personas con la mente de verdad abierta, a gente que quiera un gran misterio que develar con una moraleja final que nos dejará pensando sobre nosotros mismos, si es que lo hemos interpretado todo como es debido. Además, les advierto que no es nada sencilla de ver. Tiene imágenes sumamente fuertes, y no me refiero sólo a desnudos o sangre, sino a asuntos morales también complicados y difíciles de digerir para una mente común.
En pocas palabras, esta es una buenísima película que vale la pena pero no es para cualquiera.
Ahora les toca a ustedes, desde luego. A los que no la han visto ¿les llama la atención? Y a los que ya la vieron, sin dejar spoilers, ¿qué opinan de Mother y todo lo que ha desatado desde el año pasado?
Saludos enormes,
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